Ya hay sentencia para uno de los casos más mediáticos y crueles de los últimos años en España. El jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de todos los cargos de los que se le acusaba --asesinato, agresión sexual y detención ilegal-- a Bernardo Montoya, el hombre acusado de agredir sexualmente y asesinar en el mes de diciembre de 2018 a la profesora de Zamora Laura Luelmo.
Esta decisión de la justicia se produce cuando estaban a punto de cumplirse tres años desde el asesinato de la joven profesora en El Campillo, crimen que se produjo en diciembre de 2018.
Sobre el juicio a Bernardo Montoya no podemos decir mucho, ya que el "cerrojazo informativo" es evidente. Pero lo que sí puedo decir es que espero que sea condenado a prisión permanente revisable. Historia que duele y mucho.
— Jesús Albarracín (@JesAlbarracin) November 17, 2021
Durante todo este tiempo, Bernardo Montoya ha permanecido en prisión a la espera de un juicio que arrancó el pasado lunes día 15 de noviembre y que ya ha tenido sentencia.
Muerte y agresión sexual
Hay que recordar que Bernardo Montoya se enfrentaba a una petición del Ministerio Fiscal de 20 años por el delito de detención ilegal, doce por agresión sexual y prisión permanente revisable por el asesinato, así como la prohibición de aproximación y comunicación con los padres y hermanos de la víctima y de acudir y de residir en la provincia de Zamora.
Montoya, que en principio reconoció su culpabilidad, ha negado durante todo el juicio los hechos, sobre todo la violación con el objetivo de poder evitar la prisión permanente revisable.
Y se ha mantenido firme en que la autora del crimen fue Josefa, una exapreja suya, que según su versión asesinó a Laura Luelmo por una cuestión de celos.
En su último alegato antes de que se tomase una decisión, Montoya ha pedido perdón a la familia y ha insistido en su inocencia.
40 lesiones en todo el cuerpo
Según la autopsia del cadáver de Laura Luelmo, presentaba más de cuarenta lesiones por todo el cuerpo. Un golpe en la cabeza con una piedra fue lo que le acabó produciendo la muerte.
Desde un primer momento, los investigadores tuvieron claro que Montoya estaba detrás de los hechos, argumento respaldado por un terrible antecedente por una muerte en parecidas circunstancias.