
Las personas más vulnerables, en este caso las personas mayores, han sido el blanco elegido por un conocido delincuente que ha protagonizado una verdadera oleada de robos en viviendas en Málaga capital en el transcurso de las últimas fechas.
Según la información que ha trascendido a este medio, agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga a un hombre de 45 años por su presunta responsabilidad en una docena de delitos de hurto, estafa --por usar las tarjetas bancarias sustraídas en cajeros y establecimientos-- y allanamiento de morada, en unos hechos donde las víctimas resultaron ser personas mayores, octogenarias y nonagenarias de la capital de la Costa del Sol.

El modus operandi era casi siempre el mismo: El sospechoso llamaba a las puertas de vecinos en situación de vulnerabilidad y, tras pedirles cualquier tipo de ayuda, aprovechaba algún descuido para adentrarse en el inmueble sin autorización y apoderarse de los objetos de valor que hallaba a su paso.
Robo en casas de personas mayores en Málaga
De esta manera, el investigado, que cuenta con numerosos antecedentes por hechos de la misma naturaleza, ya ha ingresado en prisión provisional. Hay que aclarar que la investigación, realizada por agentes adscritos a la Comisaría de Distrito Oeste de Málaga, se inició a partir de una docena de denuncias tramitadas entre los meses de agosto y septiembre bajo un mismo denominador común: sustracciones en el interior de viviendas pertenecientes a personas mayores por parte de un varón de unos 40 años que entraba aprovechando cualquier descuido de los propietarios.
En este sentido, llamaba a las puertas de las casas de octogenarios y nonagenarios y se ganaba rápidamente la confianza de aquellos exponiéndoles que era conocido de algún vecino. Luego les pedía un vaso de agua poder usar un teléfono para realizar una llamada importante, o alguna moneda, entre otros motivos, aprovechando algún descuido del morador del inmueble para adentrarse en el mismo sin autorización y arramplar con los primeros objetos de valor que encontraba en su camino.
Es por ello que los agentes les atribuyen doce delitos de hurto, allanamiento de morada y estafa. Este último tipo delictivo se refiere, en concreto, al uso indebido de tarjetas bancarias sustraídas a las víctimas y utilizadas en establecimientos y cajeros automáticos.