
Somos lo que comemos. Por eso, debemos enfocarnos en cuidar nuestra alimentación, sin renunciar a un buen sabor o a unas preparaciones que nos hagan sentir que estamos en un restaurante de calidad. Pero, ¿es posible brillar en la cocina, con platos más preparados y sin invertir más tiempo o dinero?
Déjanos que te demos un adelanto: sí. Se puede. Karlos Arguiñano nos lo ha demostrado más de una vez, gracias a sus recetas populares. Tú también puedes disfrutar de la cocina tradicional sin renunciar a tu propia estrella Michelín.
Apuesta por ingredientes de proximidad
El primer paso es contar con ingredientes de temporada locales. Es la mejor forma de aprovechar lo que la tierra nos brinda y reducir el precio de nuestra lista de la compra. De esta forma, no gastaremos de más. El producto de proximidad siempre es un valor añadido.
Lo casero, siempre es mejor
Además, para que sea saludable, trata de hacer todas tus elaboraciones caseras y aparta ultraprocesados o incluso busca cómo sustituir el azúcar. Si tienes alguna necesidad de salud especial, por ejemplo, si hay alguien con hipertensión en casa, rebaja también la cantidad de sal.
Planifica bien tu menú
Otro truco para preparar platos elaborados de forma sencilla es hacer una planificación. Si vas a cocinar para varios días, tal vez puedes aprovechar para hacer varias elaboraciones a la vez. Por ejemplo, haz más cantidad de ese sofrito que tanto te gusta y aprovéchalo para las albóndigas del lunes y para los macarrones del miércoles.
Confía en la ayuda de tus electrodomésticos
Los electrodomésticos también te pueden ayudar a ahorrar tiempo y esfuerzo. El horno o las freidoras de aire son algunos de los equipos que te echarán una mano para que no tengas que estar encima de tu receta minuto a minuto. Además, estos consejos para comprar un lavavajillas te ayudarán a elegir el modelo más adecuado para tus necesidades y que así no tengas que limpiar a mano después de terminar de comer.
¿Y si apuestas por la cocina en crudo?
Si a pesar de tener un buen horno o una placa de inducción súper rápida prefieres platos en crudo, hay muchísimas opciones. También te van a permitir disfrutar de un menú completo en poco tiempo e incluso dejarlo preparado la noche de antes por si la agenda del día se te complica. Una ensalada de legumbres, un snack de guacamole con zanahorias, unos rollitos de jamón y queso o unos wraps con hortalizas y langostinos y obleas de arroz, un carpaccio de salmón ahumado o un steak tartar son solo algunos ejemplos de todo lo que puedes preparar para no encender el horno nunca más.