
Los chicles son gomas especialmente diseñadas para ser mascadas por el ser humano, con efectos de entretenimiento, y en algunos casos específicos: de salud bucal; sin embargo, durante años se ha escuchado que son portadores de miles de bacterias; pues bien, en la actualidad han podido determinarse los tipos exactos de bacterias que contiene el chicle que te metes en la boca.
Pues sí, se ha comprobado de una vez por todas cuáles son puntualmente esas bacterias presentes en un chicle una vez lo metes en tu boca y una vez lo desechas, tirándolo a la calle. Sorprendentes son los resultados de dicho experimento que enumeramos en El MIRA.
Datos interesantes del análisis de las gomas de mascar usadas
Analizar las gomas de mascar no es una tarea sencilla, debió tratarse de un estudio que contemplara la existencia de chicles usados recolectados de diferentes zonas con condiciones climáticas disímiles, y de chicles mascados por una determinada persona (voluntaria dentro del experimento), sin ser expuestos a las condiciones ambientales de las otras.
La idea fundamental fue establecer si los tipos de bacterias que se encuentran en los chicles que las personas arrojan al suelo luego de mascar, contienen exactamente las mismas bacterias que los chicles recién sacados de la boca, y asimismo determinar, de ser posible, la diferencia entre las bacterias que proliferan en los chicles recolectados de un lugar y de otro.
Los resultados fueron sumamente efectivos, lográndose establecer que los chicles recolectados del medio ambiente presentaban bacterias diferentes a los que recién eran mascados sin ser arrojados al suelo.
En el primero de los casos, las bacterias que más proliferaron fueron bacterias ambientales, siendo decisivo el paso del tiempo para eliminar las bacterias bucales, que aunque presentes en los chicles analizados (todos), poco a poco fueron desapareciendo por completo, cediendo ante las bacterias ambientales.
Por su parte, los chicles mascados por la persona voluntaria, con el paso de los días no perdían las bacterias bucales tan rápidamente, aunque de igual manera podía verse comprometida la integridad inicial de la composición del chicle con bacterias diferentes.
Asimismo, existieron baterías presentes en cada caso, sin importar el cambio de las condiciones de recolección del chicle.
Ahora, ¿Cuáles son exactamente esas bacterias presentes en uno y otro grupo de gomas de mascar? Sigue leyendo y descúbrelas.
Los tipos de bacterias presentes en los chicles
Las bacterias detectadas en todas las gomas de mascar objeto del análisis, recolectadas de localidades diferentes de países, en menor o mayor medida, pero siempre presentes en cada caso, fueron:
- Deinococcus
- Kocuria
- Sphingomonas
- Streptococcus
- Blastococcus
Bacterias estas que se desarrollan normalmente en cualquier tipo de medio ambiente, resistiendo las embestidas de la naturaleza.
Por su parte, el chicle que fue tomado como muestra especial, la que no se arrojó al suelo y que se analizó de forma directa, presentó una composición de bacterias prácticamente igual a la de la boca humana, las cuales, como se mencionó, también fueron detectadas en las muestras recolectadas del suelo, aunque con menor incidencia y desapareciendo con el pasar de los días. Esas bacterias fueron las siguientes:
- Corynebacterium
- Haemophilus
- Veillonella
- Actinomyces
- Rotia
La bacteria que más fue conseguida en cada muestra, se trata de la bacteria denominada: Streptococcus; y la que más tardó en desaparecer con el paso del tiempo, consumiendo gran parte de las características y propiedades básicas del chicle, fue la llamada Curtobacterium.
Funcionalidad y aplicaciones del estudio realizado
Aunque a simple vista pareciera ser un mero capricho de los científicos, una broma o una complicidad para acabar con la industria de gomas de mascar del mundo entero, que se dice que maneja cifras multimillonarias tan solo en Estados Unidos, lo cierto es que se trata de una investigación bastante seria y con aplicaciones en el mundo cotidiano.
Se ha utilizado el resultado del experimento para establecer una salida a una de las problemáticas sociales más grandes del siglo XXI: la no degradación de las gomas de mascar y su daño al medio ambiente.
Y es que se ha tratado este de un tema de gran preocupación y que ha hecho desembolsar miles de millones a las naciones alrededor del mundo, tan solo para procurar la limpieza de áreas comunes y la recolección de los chicles.
Por lo que los resultados del experimento que determinó la bacteria que en mayor medida deteriora las propiedades básicas de la goma, puede ayudar a la creación de artículos de limpieza más efectivos, o incluso a la incorporación de un componente que los convierta en material biodegradable. ¡Todo un logro en materia ambiental!
En otro contexto, también se ha podido determinar que los chiches pudieran ser utilizados para establecer un perfil de ADN.
Un experimento con resultados concluyentes y premiaciones
Y no solo se trató de un experimento que obtuvo resultados concluyentes que también permitieron establecer la certeza de otras hipótesis antes comprobadas, como el hecho de que algunas gomas de mascar (solo aquellas que no contienen azúcar) pueden ayudar a combatir enfermedades bucales, debido a la presencia de las bacterias en la saliva que se adhieren a la goma y evitan caries y otras patologías orales.
Sino que es un experimento que ha recibido el reconocimiento de la comunidad científica con el famoso Premio denominado “Ig Novel”, que si bien son una especie de premios caricaturescos de los Premios Novel, son aceptados dentro de la comunidad, porque además del toque jocoso, contribuyen con el desarrollo de la ciencia.
De hecho, en algunos casos los ganadores de este premio se transforman en ganadores del Premio Nobel tiempo después, aunque no por los mimos experimentos.
Lo cierto es que las que te he mencionado antes son todas las bacterias que contiene el chicle que te metes en la boca. ¡Así es!, ese que causa gran daño al medio ambiente, por ende, mientras este tipo de experimento consigue aplicarse a la realidad y hacer de las gomas de mascar un elemento menos dañino, te insto a moderar su consumo y a desecharlos de forma adecuada.