jueves. 25.04.2024

Una tormenta invernal que arrojó más de 30 centímetros de nieve sobre Seattle (Washington, EEUU) no pudo evitar que una mujer de 90 años se vacunara contra el Coronavirus.

Fran Goldman caminó seis millas de ida y vuelta (casi diez kilómetros) para recibir su inyección. "He estado llamando para obtener una cita en cualquier lugar, todas las mañanas, todas las tardes. Y, a menudo, he estado en línea por la noche", explica la anciana en Seattle Times.

Finalmente consiguió un hueco para el domingo por la mañana, pero el viernes y el sábado una fuerte tormenta de invierno se adentró en la región, convirtiendo las calles normalmente lluviosas de la ciudad en un escenario invernal de ventisqueros.

Goldman se vistió con pantalones de lana y una camisa de manga corta para que la enfermera pudiera llegar a su brazo fácilmente. Sobre eso, se puso un jersey de lana, un abrigo de plumas y una chaqueta de lluvia.

Además, se puso botas para la nieve, sacó sus bastones y se aventuró a las calles nevadas. "No fue fácil, fue un desafío", expresa Goldman, que tan solo llegó a su cita con cinco minutos de retraso.

A su hija Ruth Goldman, que vive en Buffalo, Nueva York, no le sorprendió la hazaña de su madre. "Somos gente de fuera. Nos encanta estar al aire libre. Ayer estuve en el lago Ontario con una sensación térmica de 6 grados", aclara.

"Mi madre no va a dejar que un poco de nieve le impida vacunarse. Es una persona realmente extraordinaria que tiene la actitud de 'no dejes que una pequeña adversidad se interponga en tu camino'", sentencia Ruth.

Vacunación de ancianos que viven solos

Esta semana en Murcia se vacunará a 5.000 ancianos mayores de 80 años. Hoy les ha tocado a los primeros en un pabellón de deportes de Cartagena. Hasta un total de 25 lugares se van a reconvertir en centros de vacunación en Murcia. Andalucía también empieza a vacunar a los ancianos que viven solos. Desde el centro de salud les llaman o envían un SMS al teléfono que tengan de contacto.

A algunos se les inyecta la dosis en el interior del coche. Puesta la primera dosis se van ya con la cita para la segunda. A los mayores se les pide que desconfíen si alguien se presenta en su casa; la cita se dará siempre por teléfono y hay que recordar que la vacuna es gratuita. Tampoco hay que sorprenderse si el lugar donde les citan no es su centro de salud.

Camina con 90 años diez kilómetros sobre la nieve para vacunarse