Un día más, Luis Lara, conocido popularmente como el Comandante Lara, ha sorprendido a sus seguidores con un nuevo chiste en su canal de YouTube. El de Jerez de la Frontera ha vuelto a la carga por todo lo alto con el chiste del mono, un sorprendente relato que cuenta la historia que viven los clientes de un bar con un mono y su dueño.
Desde que empezase en su canal hace 8 meses, el humorista jerezano ha vivido un crecimiento brutal en la plataforma. De hecho, el pasado mes de octubre contaba con 25 mil suscriptores, mientras que en marzo de 2022 podemos decir que ya son más de 60.000 los seguidores, más del doble, los que disfrutan del humor del Comandante Lara a diario en YouTube.
Luis Lara triunfa con El Show del Comandante Lara y Comandante Lara & Cía
Y es que el hecho de saber coger los trenes adecuados ha llevado a Luis Lara a ser un artista multidimensional, capaz de hacer prácticamente de todo, desde monólogos, chistes de todo tipo, programas de radio y televisión, hasta cantaor de flamenco.
Eso sí, el fenómeno que ha creado Luis Lara en estos últimos meses tiene su máxima expresión en El Show del Comandante Lara de Canal Sur, y con su gira por toda España con el espectáculo Comandante Lara & Cía, junto a Vicente Ruidos y Jesús Tapia, con los que está colgando el cartel de 'no hay billetes' en todos los shows.
Sin embargo, para los que quieren disfrutar del humor del Comandante en cualquier momento, siempre tendrán el último gran chiste que el humorista ha subido a su canal de YouTube, que en esta ocasión no es otro que el chiste del mono.
Chiste del Comandante Lara y el mono
Uno que entra en un bar con un mono, atado a una correa como si fuera un perro, se va para la barra, sube al mono, le pide un café al camarero y cuando le pone el café, soltó al mono. No veas la que lió el mono.
El mono dislocado se montó encima del ventilador, había una parejita tomándose una cervecita con unos cacahuetes y le quitó los cacahuetes, pegando saltos en otras mesas, le quitó las aceitunas a un hombre, se subió al billar y cogió la bola blanca y se la comió.
Los que estaban jugando al billar se enfadaron y preguntaron de quién era el mono. Entonces, el camarero se lo dijo al dueño y este cogió y le puso la correa al mono disculpándose.
+ Disculpe, el mono es poco sociable y ahora que lo he soltado es verdad que la ha liado.
- Hombre es que se ha comido los cacahuetes de esa familia, una aceituna de ese hombre, se ha comido las bolas de billar...
+ Perdone de verdad, ¿qué le debo por los estropicios que he podido causar?
- Dame 15 euros y estamos totalmente en paz.
Total, que pagó los 15 euros y se fue con el mono, pero a las dos semanas llega otra vez con el mono amarrado a la correa. Le pide un café al camarero, y vuelve a soltar al mono.
No veas la que volvió a liar el mono, abría la ventana y la cerraba, quitó los pomos de las puertas, se subió encima de la televisión haciendo tonterías y hace el mono así pega un salto, cae en la barra y coge una cereza que había.
Y va el mono y se la mete por el c**** y se la comió después. El camarero se quedó flipando, toda la gente que había allí también y se lo recriminaron al dueño.
- Escúchame, no veas la guarrería que ha hecho el mono con la cereza. Hombre, un poquito de cuidado con ele mono, ya veo que sigue igual que hace dos semanas, que sigue comiéndose las cosas.
+ Sí, sigue comiéndose las cosas, pero eso sí, ahora lo que hace es que mide lo que se va a comer antes de comérselo.
