jueves. 25.04.2024

Marilyn Monroe abortó poco antes de morir

Una nueva biografía revela el bombazo de esta estremecedora circunstancia

Nunca es tarde si la noticia es reveladora. Hablamos de un hecho que ocurrió hace casi medio siglo. La muerte de la icónica actriz Marilyn Monroe. Una figura, un personaje y una personalidad la suya, que sigue despertando la máxima expectación. La más alta curiosidad.

Una mujer de más que conocida trayectoria artística pero sin embargo tan plagada de aspectos desconocidos de su privacidad. Tanto la vida interior como la vida íntima aún presentan múltiples incógnitas, sesgos, interrogantes abiertos, zonas no descifradas, preguntas en el aire.

Esta semana se publica una nueva biografía que dará mucho que hablar. Muchísimo. Correrán de nuevo ríos de tinta. Y sus seguidores quedarán boquiabiertos. Y es que, según el autor Fred Lawrence Giles, Monroe se sometió a un aborto de forma anónima en el mes de julio de 1962. Se suicidaría el 4 de agosto. Ahí es nada.

Toda una revelación. Todo un notición. Toda una bomba informativa. Todo un hallazgo que dará la vuelta a muchas interpretaciones al menos oficiales del final de la vida de esta rubia por excelencia. El nuevo libro de Giles, llamado Norma Jean: The Life of Marilyn Monroe, explora en la vida privada de la estrella y además entrevista a docenas de personas relacionadas con ella.

Giles no es un autor profano en la materia, sino uno de los mayores conocedores de Monroe y de su vida. La firma idónea para un libro de tal calibre. Cabe constatar que para el volumen recoge testimonios de todo su entorno, como los de dos de sus maridos, James E. Dougherty, y el gran escritor Arthur Miller, el profesor de interpretación de la actriz, Lee Strasberg o directores como Otto Preminger, John Huston y Billy Wilder.

Una novedad editorial sumamente interesante sin el menor asomo de duda. Más de 500 páginas. Y, a qué negarlo, el aborto sufrido por Monroe es una de las principales revelaciones de Giles. En un adelanto publicado, se da a entender que el hijo que esperaba podría ser fruto de una relación con el entonces presidente de EE UU, John Fitzgerald Kennedy, o con su hermano, Robert Bobby Kennedy.

“Durante todo el mes de julio, Marilyn hizo frecuentes llamadas telefónicas al edificio de Justicia en Washington, y cuando Bobby estaba fuera de la oficina, su secretaria, Angie Novello, hablaba con ella”, se lee en el libro. En ese mes, el último de su vida (moriría el 4 de agosto), también quedó alguna que otra vez con Joe DiMaggio, quien creía que podría volver a tener algo serio con ella, y además también con Frank Sinatra.

Además, realizó un par de sesiones fotográficas —como aquella célebre de la mano de Bert Stern— y concedió un par de últimas entrevistas en las que estaba relajada y dejaba entrever la poca importancia que le daba a la fama asociada a ser actor. “Como persona, mi trabajo es importante para mí”, confesaba en una de ellas.

“Mi trabajo es el único terreno en el que he tenido un lugar propio. Actuar es muy importante. Para decirlo sin rodeos, parece que tengo una superestructura pero sin fundamento. Pero estoy trabajando en la base”, daba a entender acerca de cómo a menudo era más valorada por su físico que por su envergadura actoral.

Uno de los publicistas de la oficina que llevaba su comunicación, Arthur P. Jacobs, afirma que el 20 de julio Marilyn ingresó en el Hospital Cedars of Lebanon, uno de los más afamados de Los Ángeles y situado en pleno Hollywood, con un seudónimo.

“El ayudante de prensa se quedó en shock. Si Marilyn estaba embarazada de verdad, su estado mental debía ser inimaginable”, relata el libro, que continúa subrayando lo siguiente: “Habían pasado tres meses desde su último encuentro íntimo con el presidente Kennedy, y solo unas semanas desde la última vez con su hermano. Habría sido fácil asumir que el bebé que abortó era un Kennedy, pero también estuvo viéndose con otros hombres en primavera y en verano”.

Marilyn Monroe abortó poco antes de morir