jueves. 25.04.2024

A todos alguna vez nos han dicho que bebamos leche para crecer correctamente o para tener unos huesos fuertes y sanos. Esto ocurría sobre todo cuando éramos pequeños. Sin embargo, no se sabía si esos consejos estaban basados en algún estudio o sólo en el boca a boca. Hoy día, al igual que con muchas otras creencias populares, los expertos han hablado.

Según afirma el doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Miguel Ángel Lurueña, en una entrevista con El Mira, actualmente existen "noticias polarizadas" respecto al consumo de leche. El experto, autor del blog Gominolas de petróleo, continúa diciendo que "algunos dicen que es venenosa y otros que es imprescindible.

Los últimos estudios apuntan a que presenta efectos neutros para nuestra salud". Esto significa que "si no nos gusta, o no la consumimos porque tenemos intolerancia a la lactosa, por ejemplo, o bien por cuestiones éticas, no pasa nada". Por otro lado, "si nos gusta también está bien, la podemos beber sin problemas".

Lurueña, que acaba de publicar el libro Que no te líen con la comida, añade que la leche "aporta una serie de nutrientes interesantes como proteínas o calcio". Sin embargo, aclara que "si no la queremos tomar no pasa nada porque podemos obtener estos nutrientes de verduras o de frutos secos que aporten calcio, por ejemplo".

Los españoles cada vez toman menos leche

Según insiste, la leche "es un producto saludable" y "tiene cabida en una dieta saludable". Recuerda que el consumo de leche del país está muy ligado a las costumbres del mismo. Asimismo, llama la atención sobre el hecho de que en general en nuestro país cada vez consumimos menos leche.

Esto se debe a que el consumo por persona y año ha pasado de 100 litros en el 2000, a 69 litros en el 2019. "No hay una causa que explique por sí sola este descenso, podríamos hablar de varias razones, como la preocupación por el bienestar animal y otros cambios en los hábitos de consumo", sostiene.

El argumento más repetido contra la leche

A su vez, hace mención del argumento más repetido en contra de la leche. Este es el que dice que el ser humano es el único animal que lo consume en edad adulta. "Es comprensible que ocurra esto, somos el único animal capaz de ordeñar vacas", ironiza el doctor. También añade que no todos los humanos pueden tomar leche en la edad adulta, y lo mismo ocurre a casi todos los animales.

"En un determinado momento de la Historia, se estima que hace 7.500 años, en lo que hoy es Hungría ocurrió algo que lo cambió". "Entre los humanos que habitaban esa zona se produjo una mutación en un gen que permitió que su organismo siguiera produciendo lactasa en la edad adulta, así que pudieron continuar tomando leche", precisa.

Por eso, según prosigue, se estima que en países como Inglaterra o Dinamarca el 90% de la población puede metabolizar ese azúcar (lactasa). Sin embargo, en España el porcentaje está entre el 60-80%.

Ojo con la leche que no es leche

El divulgador científico llama la atención sobre productos que se venden actualmente como leche en los supermercados y no lo son. Así, recuerda que en la sección de lácteos del supermercado podemos encontrar infinidad de productos, desde leche entera, semidesnatada o desnatada o sin lactosa, hasta leches de crecimiento o enriquecidas con calcio y vitaminas, con omega-3...

"A la leche no se le puede añadir nada, más allá de los aditivos mencionados anteriormente o de los nutrientes que ya tiene de forma natural", afirma el experto. Estos pueden ser, por ejemplo, vitaminas A, D, E o calcio. Además, añade que tampoco se le puede quitar nada, "solamente nata, en las proporciones permitidas". "Eso significa que todas las leches con omega-3, colágeno o multivitaminas en realidad no se pueden vender como leche, sino que técnicamente son productos lácteos", agrega.

El peligro de los productos light

Por otro lado, el doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y profesor universitario advierte sobre el peligro de los productos lácteos que llevan la etiqueta 'light'. Según refiere, "no son lo que pensamos que son, igual que ocurre con muchas otras cosas, como lo natural o ecológico". "Que sea 'light' no está relacionado con la grasa exclusivamente, sino que si indica que es light tiene que estar relacionada con un compuesto determinado".

Con ello, apunta que si pone que un producto lácteo es 'light', en el producto debe reseñar si se refiere a azúcara grasa, o a sal. Se debe tener en cuenta que 'light' significa que presenta un 30% menos de ese compuesto que la versión original del producto.

"Además hay veces que no necesitamos consumir estos productos. Lo idóneo es natural sin azúcar, ni edulcorantes, y con toda su grasa", explica el doctor. Esto se debe a que "si no ésta se sustituye por gelatina, con una textura desagradable, o con poco sabor". Esto ocasionaría que "debamos añadir otros alimentos poco saludables para compensar, aparte de que este yogur nos sacia menos", mantiene Lurueña.

¿Nos hace daño el consumo de leche cuando somos adultos?