Los hermanos Rivera han aparcado su incansable lucha contra Isabel Pantoja. Francisco y Cayetano emprendían el pasado mes de noviembre una batalla legal para recuperar los trajes de luces y los enseres que les dejó de herencia su padre Paquirri. Objetos que al parecer se encuentran recluidos en Cantora, tal y como confesó Kiko Rivera durante su intervención en el programa 'La herencia envenenada de Sálvame'.
"No los entrega porque no le sale del alma"
Tras la presentación del requerimiento, Isabel Pantoja respondía que esta petición estaba basada en un documento privado de 1987, documento que no recordaba haber firmado. “No los entrega porque no le sale del alma”, así de rotundo se mostraba Joaquín Moeckel, abogado de los hermanos Rivera, quien se hizo cargo del caso hace siete meses, una vez decidieron reclamar de nuevo a Pantoja. Ahora, 6 meses más tarde, tras haberla requerido notarialmente, apelar a su buena fe y a que enmendara el error de manera civilizada sin necesidad de llegar a pleito, aparcan la reclamación judicial.
“Me apiado de ella. A mi sí me importa la situación anímica de las personas y esta mujer me da pena”, explica Moeckel. " Ahora tiene mucho encima y viendo su situación, nosotros aparcamos. Esta señora está imputada en una querella en la que le piden tres años de cárcel, tiene graves problemas con Hacienda, entre otros".
Isabel Pantoja y sus frentes abiertos
Recuerda también el cisma familiar que ha provocado la ruptura con su hijo Kiko, quien le ha requerido ya notarialmente rendición de cuentas sobre la gestión de la finca Cantora, Así como la reclamación judicial que le ha interpuesto, por otra parte, Loli Pozo, quiosquera y ex amiga de Isabel Pantoja, a la que le debe 76.000 euros desde hace 7 años.
"Me pidió el dinero porque lo necesitaba antes de entrar en la casa grande (la cárcel) y no dudé. Pensaba que sería una ayuda importante y que no entraría en la cárcel. Le presté 86.000 euros y cuando se los pedí porque los necesitaba me mandó 10.000, pero ya no más".
“Con todo lo que tiene encima, además de una madre enferma, nos da pena. No creo que vaya a atender una demanda civil de enseres”, indica Moeckel. “No, no abandonamos nada. Estamos dentro del plazo de prescripción, que para la petición de herencias se sitúa en 30 años”. En este caso, el plazo que se inició en el año 1987, tres años después de la muerte de Paquirri y alcanzar un acuerdo entre la viuda y el resto de los herederos, quedó interrumpido por la reclamación judicial de los Rivera Ordóñez y el auto del Tribunal Supremo de 1996.
Las declaraciones de Kiko Rivera en el programa de Telecinco donde indicaba haber visto los trajes de luce de su padre además de otros objetos animaron a Francisco y Cayetano a continuar con la lucha que iniciaron hace ya algunos años su madre Carmina Ordoñez y su abuelo Antonio Ordoñez. En 1998 Kiko Rivera entregó en persona a su hermano Francisco el fundón de estoques, pieza que inexplicablemente la artista había retenido hasta entonces.
