viernes. 19.04.2024

Un misionero fabrica 1.200 triciclos para personas con discapacidad en África

En Tamale (Ghana) más de 300.000 habitantes se mueven arrastrándose por el suelo usando manos y brazos

Trevor Robinson, un misionero británico, ha fabricado con ayuda de voluntarios y donantes, más de 1.200 triciclos para ayudar a personas con discapacidad en Tamale, en Ghana.

En dicho pueblo más de 300.000 habitantes se mueven arrastrándose por el suelo usando manos y brazos. Unas condiciones que alejaban de sus hogares a miles de personas hasta que llegó un ángel encarnado en la figura de Trevor Robinson, misionero de los Padres Blancos.

Una vez vista la situación que se daba en la ciudad, el hermano de Trevor decidió dedicar su tiempo para mejorar las condiciones de vida de estas personas. Por ello diseñó un triciclo como silla de ruedas que fuese capaz de permitir moverse a estas personas, moviendo los pedales con las manos para así tener movilidad.

Gracias a voluntarios y donantes, el proyecto dio lugar a su primer prototipo con partes de viejas de bicicletas y otros desechos. "Cuando empecé, pensé en convertir este triciclo en una oportunidad para los niños de la calle", explicaba el misionero.

Tras pedir ayuda, el misionero comenzó a producir unos diez triciclos por semana. El precio de fabricación de estos aparatos rondaba los 250 euros, algo que para una persona con discapacidad en Ghana era una cifra demasiado alta.

Fue en 1992 cuando creó el “proyecto silla de rueda”, y ahora además crean extremidades artificiales y aparatos ortopédicos, llegando a fabricar más de 1.200 triciclos de forma desinteresada. "Se les ha dado a hombres, mujeres y niños que son demasiado pobres para comprarlos. Algunas personas nos ofrecen un poco de dinero si lo tienen, pero en su mayor parte, quienes las reciben son demasiado pobres para pagar", explicaba el hermano de Trevor en una carta.

"Casi la mitad de las personas son extremadamente pobres y, para aquellos que tienen discapacidades, sobrevivir cada día es un desafío", cuenta. Por ello, el misionero quiere seguir construyendo estos triciclos para “permitir que las personas tengan dignidad y puedan moverse de forma independiente y hacer lo que sea necesario para enfrentarse a los desafíos que enfrentan". "Es un salvavidas para muchos que son tan desesperadamente pobres", concluía.

Un misionero fabrica 1.200 triciclos para personas con discapacidad en África