Juzgan a un chico que fingió ser conductor de Cabify y violó a una joven

“Lo siento, me gustas”, dijo el agresor a la víctima

Hay que desconfiar hasta de la propia sombra. La Fiscalía de Sevilla ha pedido 12 años de prisión para un chico de 23 años que ha violado a una joven de 26 en un descampado. El acusado recogió a la víctima con el coche haciéndose pasar por conductor de Cabify, y le ofreció llevarla a casa "por 5 euros". Por sólo 5 euros, un viaje a precio de ganga.

Los hechos sucedieron el 17 de agosto del 2018, en torno a las cinco y media de la madrugada, en Sevilla. El acusado estaba rondando por los alrededores de la discoteca La Castoixa y vio a la víctima y a su hermana, que esperaban un taxi. No se lo pensó dos veces. Así, se aprovechó de su necesidad de transporte para abordarlas.

Fue ágil en su plan siniestro. Según ha explicado la acusación del caso, el chico se hizo pasar por conductor de Cabify y se ofreció a llevar a las hermanas por 5 euros. Las jóvenes aceptaron de buen agrado, y una vez dentro del coche, empezaron a discutir. El chico, según el testimonio de la víctima, siempre "se mostraba a favor suyo".

Llegó un momento en que una de las hermanas le pidió su licencia, pero el chico la echó del coche y la dejó en una rotonda. La expulsó con agresividad. El acusado, entonces, continuó "con las luces apagadas", y los dos siguieron hablando hasta que la víctima se dio cuenta de que no iban por el camino correcto.

Había gato encerrado. Había trampa. Algo olía mal. Algo no encajaba. ¿Qué sucedía? ¿Qué estaba sucediendo? El chico continuó el viaje asegurando que "conocía un atajo", pero entró en un descampado, paró el coche y se tumbó encima de la víctima.

Ahí comenzó lo peor. Según la acusación, el violador le subió el vestido a la chica y la agredió sexualmente. Todo con la máxima rapidez. Con la máxima vehemencia. Finalmente, el hombre se volvió a subir al coche y continuó el trayecto, mientras la víctima le decía que le había arruinado la vida. Directa y sin contemplaciones.

"Lo siento, yo no lo veo así, me gustas", le respondió él. El joven está en prisión provisional desde el 15 de noviembre de 2018 y tiene varias sentencias firmes contra él, entre las cuales una del 7 de marzo de 2019 por agresión sexual.

La Fiscalía reclama 12 años de prisión para el acusado por un delito de agresión sexual con el agravante de reincidencia, así como 10 años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de la víctima y comunicarse con ella durante otros 12 años.

Además de todo esto, el chico también tendrá que pagar una indemnización de 30.000 euros a la joven, que sufre una sintomatología "ansioso-depresiva" y la sensación de tener "un daño moral y emocional irreparable".