Este viernes 11 de junio, la Policía Local ha tenido una noche con más trabajo del habitual en Sevilla. Así, durante esta madrugada, los agentes han detenido a un joven de 23 años tras una persecución a más de 140 kilómetros por hora, con el carnet retirado, sin casco, luz ni seguro con un ciclomotor que había sido manipulado.
Estos hechos tuvieron lugar en la calle Ganímedes, donde se estaban produciendo carreras ilegales, por lo que de inmediato se enviaron varias patrullas al lugar, según ha informado el Ayuntamiento en una nota recogida por El MIRA.
Al llegar, los agentes observaron mucha afluencia de público que animaba y hacían un pasillo por el que distintos vehículos circulaban a gran velocidad, y a pocos metros, un ciclomotor cuyo conductor, sin usar el casco, sin luz y que hacía acrobacias a una rueda, por lo que le ordenaron el alto.
Sin embargo, el joven salió huyendo a toda velocidad por diversas calles de la zona, incluso en sentido contrario y por el acerado, regresando a la calle Ganímedes, donde puso en peligro a las más de 200 personas que se congregaban circulando entre ellas a gran velocidad en su huida.
El individuo terminó cayendo al suelo durante la huida
Finalmente, al llegar a la calle Termodinámica, al ver que otro patrullero le esperaba y cortaba el paso, cambió de dirección perdiendo el control, por lo que cayó al suelo. Los agentes se acercaron para auxiliarle comprobando con asombro que al varón le faltaba la pierna derecha.
Dado el estado que presentaba, se le practicaron las pruebas de drogas, dando positivo en cannabis. Reconoció que no había bebido alcohol, pero que por la tarde había estado fumando porros y que no tenía carné desde que le fue revocado en septiembre, por lo que se procedió a su detención y traslado a dependencias policiales.
En cuanto al ciclomotor, los agentes comprobaron que carecía de seguro desde 2016 y de ITV desde 2017. Había sido manipulado con diferentes piezas como un cilindro de 70 centímetros cúbicos, sistema de refrigeración artesanal y un carburador perteneciente a un vehículo de mayor cilindrada), lo que le permitió alcanzar durante la huida los 140 kilómetros por hora. EL vehículo fue trasladado por una grúa al depósito municipal.
