
A nadie se le escapa a estas alturas que Andalucía es muy famosa por el ambiente, la fiesta, la gastronomía, el clima y, sobre todo, por las maravillosas playas y calas, ya que esconde 402 playas repartidas a lo largo de sus 853 kilómetros de costa.
Las calas son uno de los reclamos turísticos favoritos debido a su naturaleza virgen y de baño recogido y, por lo tanto, tranquilo. Bañado por el mar Mediterráneo y por el océano Atlántico, el litoral andaluz cuenta con muchas de estas calas.

Asimismo, las playas de Andalucía esconden auténticos paraísos para perderse durante estos días de verano que poco a poco comienza a llegar a su fin. A lo largo de sus casi mil kilómetros de litoral encontramos playas de todo tipo.
Las 5 mejores calas de Andalucía para perderte durante los últimos días de vacaciones de verano
Las costas andaluzas que están bañadas por el mar Mediterráneo hace que el agua no esté muy fría y nos sea más fácil animarnos a bañarnos. En sitios como Nerja, Agua Amarga o Conil de la Frontera podemos encontrar calas preciosas que tienen el agua blanca y la arena fina.
Cada una de ellas tienen paisajes distintos con su propia fauna y con un entorno que nos deja con la boca abierta. Aquí te proponemos una selección de las cinco que consideramos mejores para que pongas punto y final a tus vacaciones de verano.

Cala de Enmedio en Almería
Las playas del Parque Natural de Cabo de Gata en Almería tienen un encanto especial. Esto es debido a que están en un enclave protegido: a su alrededor sólo se ve naturaleza, el paisaje desértico del Parque. Una de ellas es la Cala de Enmedio, una playa de poca profundidad, aguas cristalinas y rodeada de acantilados blancos.
Para acceder a ella tendrás que recorrer en coche un camino no asfaltado hasta la Cala del Plomo, y desde allí un camino a pie (de unos 20 minutos aproximadamente) que sale del aparcamiento. Te recomendamos llevar calzado cómodo, agua y algo de comer (ya que en la playa no hay servicios de ningún tipo), e intentar no ir en las horas centrales del día para evitar el calor.

Calas de Roche
Cádiz tiene muchas playas preciosas, increíbles e incluso paradisíacas, pero tienen un “pero” y es el viento de Levante. Las Calas de Roche no son la típica estampa de playa gaditana como pueden ser la Playa de Bolonia, Valdevaqueros o Caños de Meca.
Las Calas de Roche son pequeñitas, escarbadas en acantilados de tonos rojizos y con mareas bravas dependiendo del viento. Las calas de Roche es una muy buena opción cuando hay Levante porque están resguardadas y, además, cuando no lo hay, porque están mucho menos concurridas. Hay que procurar ir siempre con marea vacía.

Playa de El Cambrón en Granada
La provincia de Granada tiene algunas playas con encanto aún sin explotar, debido precisamente a que no es un destino tan típico de playa de la costa andaluza como pueden ser la Costa del Sol o la Costa de la Luz. Un ejemplo de ello la playa del Cambrón, en Salobreña.
80 metros de largo por 20 de ancho donde reina la tranquilidad para una jornada de sol y agua salada. Eso sí, se recomienda llevar calzado adecuado porque en lugar de arena hay las piedrecitas típicas del lugar.

Calas de Doñana
En la Playa de Doñana, y en toda la Costa de la Luz, podrás disfrutar de largos paseos por la arena mirando al Atlántico y sin aglomeraciones. Esta playa en concreto fue nombrada así por el famoso Parque Nacional, y se accede a ellas desde la más concurrida Playa de Matalascañas.
Aquí tampoco hay duchas, ni chiringuitos, ni servicios, así que debemos ir preparados para pasar un día de playa con comida y bebida. Lo que sí se encontrará es la tranquilidad y el espacio para un chapuzón en sus aguas.

Cala del Barranco de Maro en Málaga
Finamente, la Cala del Barranco está en Maro, un pueblo con mucha menos afluencia que su vecina Nerja. Lo que si tienen en común las playas de estos dos pueblos son las aguas cristalinas y refrescantes (la temperatura es baja si la comparamos con otras playas del Mediterráneo) y las piedrecitas que salpican la arena negra.
Hay que ir en coche, es de más difícil acceso que las playas urbanas de Nerja (hay que andar entre 10 y 15 minutos para acceder), pero merece la pena la tranquilidad. Eso sí, no tiene chiringuito, por lo tanto, recomendamos llevar botella de agua y algo de comida.