La Guardia Civil ha participado junto con personal técnico de Equinac en la recuperación de un espécimen de tortuga boba --'Caretta caretta'-- varada y sin vida en la playa de San José de Níjar (Almería).
Según ha indicado la Comandancia en una nota, fue sobre las horas 12,20 horas del pasado sábado 20 de marzo. El Servicio de Emergencias 112 activó la red de varamientos de Equinac y a los agentes de la Guardia Civil tras el hallazgo del ejemplar.
Equinac es la ONG autorizada por la Dirección General de Biodiversidad, bosques y desertificación del Ministerio de Transición Ecológica. El objetivo de este personal es atender los varamientos de tortugas marinas y cetáceos en el litoral de la provincia de Almería. El mismo cuenta con más de 15 años de experiencia velando por la conservación de la fauna marina.
La tortuga, de gran envergadura y con un caparazón de 75 centímetros de largo, estaba muerta. El cadáver no llevaba microchip, no estaba marcado y tampoco presentaba algún signo de haber pasado por un centro de recuperación.
Una especie en peligro de extinción
El ejemplar se correspondía con una hembra bien nutrida que no presentaba patologías ni parásitos externos o internos. Debido a esto, los efectivos actuantes sospechan que su muerte se debe a la interacción con actividades humanas en el mar.
La Guardia Civil ha recordado que en los casos de captura accidental en actividades pesqueras, se debe avisar al 112 para que el animal sea recogido por personal especializado. En concreto, en esta época de año en la que las tortugas aletargan en el fondo del mar y más cerca de la costa.
Esto se debe a que la tortuga boba es una de las especies que goza de una gran protección, incluida en el catálogo español de especies amenazadas como especie vulnerable. Se encuentra amenazada debido a la existencia de plásticos y redes abandonadas en el mar. Además, se trata de una de las más grandes de tamaño de las tortugas marinas, llegando a medir hasta 1,2 metros de largo.
