
Su caso ha trascendido la escena de lo puramente local en Jaén para convertirse en un asunto casi nacional. Nos referimos al hombre que mató un ladrón que entró en su casa a robarle. Iniciado el juicio se ha defendido señalando que lo hizo por "miedo"
De esta manera, el hombre de 64 años acusado de matar en 2018 al ladrón que entró de madrugada en su casa de La Carolina (Jaén) para robarle ha declarado ante el jurado que le juzga en la Audiencia que se defendió con una navaja de caza por "miedo", pero a preguntas de las partes no ha dado ningún detalle de cómo ocurrió el forcejeo que terminó con el asaltante fallecido tras 22 puñaladas.

Por otra parte sí que ha trascendido que el acusado dormía con una navaja de caza en su mesilla de noche, la misma que cogió esa noche cuando se dio cuenta de que había alguien en la casa. Ha negado, aunque sí lo reconoció en 2018, que escuchara algún ruido que le pusiera en alerta. Solo ha dicho que se levantó al baño y que vio que no había luz en la casa y que al regresar se percató de que había entrado alguien en la casa.
Mata a un hombre que entró a robarle en su casa en Jaén
Asimismo ha incidido en la palabra "miedo" en múltiples ocasiones y ha reiterado que él se refugió en la cocina para pedir auxilio. De lo que pasó entre medias, nada ha contado. Tampoco ha sabido explicar el origen del golpe que presentaba el fallecido en la cabeza ni la cantidad de heridas de arma blanca.
El Ministerio Fiscal reclama que se le imponga seis años de cárcel como autor de un delito de homicidio por entender que en este caso la legítima defensa "no cumple con los requisitos para eximirle de responsabilidad", las dos acusaciones particulares ejercidas por los progenitores del fallecido, han calificado los hechos como un delito de asesinato o en su lugar un delito de homicidio con el agravante de ensañamiento. Por ello, piden penas de cárcel que se mueven en la horquilla de los 20 a los 15 años de cárcel.

En otro orden de cosas, la defensa aboga por la libre absolución por entender que "no hay ensañamiento, hay legítima defensa". En este punto, la defensa sostiene que el acusado actuó "presa del pánico" porque es "o tu vida o la del otro". Ha presentado al acusado como "una persona vulnerable" que no oye por un oído y tampoco ve por un ojo.
El relato de los hechos
El relato de los hechos constata que el acusado se encontraba durmiendo en su vivienda de la calle Pepe Luis Cruz y sobre las 3,00 horas se levantó por un ruido y tras levantarse y dirigirse al salón sorprendió a un hombre que había accedido a la vivienda "trepando por la pared hasta el patio interior de la casa" donde tras "violentar la reja flexible" accedió al interior.
El asaltante, de 32 años y vecino de Viso del Marqués (Ciudad Real), "tenía la intención de robar en la vivienda, portaba unos guantes, un pequeño mechero linterna y una barra cubierta con plástico con la cual golpeó en la cabeza al acusado ocasionándole una herida en el cuero cabelludo, de cinco centímetros".
El propietario entonces le golpeó con "un objeto contundente en la cabeza" y "con una navaja de 27,7 centímetros de longitud total y hoja de 16,5 centímetros de largo y 2,5 centímetros de ancho, monocortante y muy afilada, le asestó numerosísimas puñaladas".
22 heridas de arma blanca
En concreto, el asaltante que falleció como consecuencia de los navajazos presentaba un total de 22 heridas de arma blanca, de las que seis fueron en la región de tórax y abdomen, cinco en las piernas. Sufrió un shock hipovolémico que le provocó "la pérdida masiva de sangre y una insuficiencia respiratoria aguda y severa debido al colapso pulmonar que ocasionaron las heridas que le atravesaron el diafragma", tal y como se recoge en la investigación.
Finalmente, hay que añadir que el acusado, sobre las 4,00 horas, pidió auxilio por la ventana de su casa. Cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil y los servicios sanitarios el ladrón se encontraba ya fallecido.