
Hace solo unos días se jubilaba la agente de la Policía Local, Mari Luz Rojo Naranjo, después de 38 años de servicio en el Cuerpo. No es cuestión baladí, pues Mari Luz pertenece, junto a Ana Navarro y María Mateos, a la primera promoción en la que las mujeres comenzaron a formar parte de la plantilla policial de Jerez de la Frontera.
Desde pequeña soñó con ser policía y, tras una larga carrera y haber pasado por numerosas secciones del Cuerpo en Jerez, ahora llega el momento de separar su camino de aquel al que se unió hace casi cuatro décadas.
La facilidad para romper el molde
La propia Mari Luz Rojo afirma que, desde que era pequeña, soñaba con formar parte del Cuerpo de Policía algún día: "Desde que tenía 10 o 12 años quería ser policía, pero era algo muy de película. Al empezar Bachiller le dije a mi madre que quería ser policía pero me dijo 'tú estás loca'".
"Cuando entré al Cuerpo no tenía la sensación de estar rompiendo ninguna barrera ni nada parecido. Tampoco sentí ningún recelo de mis compañeros, más bien, nos protegían. Como si fuéramos sus hijas. Procuraban ponernos en sitios donde no nos fuera a ocurrir nada, no porque no se fiaran, sino por eso de "y si le pasa algo a las niñas".

Un largo recorrido dentro del Cuerpo
Ya como una más dentro del Cuerpo de Policía, Mari Luz pasó por diferentes estamentos: "Aunque casi todos me relacionáis con labores administrativas, he pasado por casi todas las secciones: Plana Mayor, Inspección de Guardia, Sala de Radio, Policía de Barrio, Radio patrullas y Grupo de Violencia de Género, sólo me ha faltado Tráfico".
"Ahora toca desvincularme poco a poco de formar parte de un Cuerpo al que considero esencial, columna vertebral y registro histórico del pulso de Jerez. No será fácil asumir que ya no perteneces a una profesión y una plantilla tan especial. He sido muy feliz en el Cuerpo. He tenido la profesión que soñaba".

Palabras de Manuel Benítez, Jefe de la Policía Local
Desde la jefatura de la Policía Local de Jerez, Manuel Benítez ha querido transmitir sus mejores deseos a Mari Luz, dirigiéndose a ella en los siguiente términos: "La jubilación no es motivo para dejar de pertenecer, cuanto menos emocionalmente, a una plantilla en la que los lazos que se traban son para siempre".
También añadió: "Toda la plantilla te desea lo mejor en esta nueva etapa que se abre en tu vida y nos llevamos la mano derecha a la visera de nuestra gorra como despedida, señal de respeto y gratitud por tus años de servicio".