La cafetería más emblemática de Málaga dice adiós para siempre, aunque la capital tendrá un trocito de su esencia. El Ayuntamiento ha decidido exponer el histórico azulejo del Café Central en el que se explica gráficamente cómo se pide el café en la provincia malagueña y que se ha convertido en algo muy simbólico de la ciudad.
Rafael Prados, propietario de la cafetería ubicada en la plaza de la Constitución, ha cedido al Ayuntamiento de Málaga, tras el cierre definitivo del local, el mural en cuestión. Francisco de la Torre, alcalde de la capital, ha asegurado que ya se ha comenzado a buscar la mejor ubicación para que esta pieza "pueda ser contemplada por malagueños y visitantes".
Desde el Ayuntamiento recogemos el ofrecimiento y buscaremos ubicación que pueda ser contemplada por malagueños y visitantes. https://t.co/QPM5VMmAFs
— Paco de la Torre (@pacodelatorrep) January 10, 2022
Se ha despedido este domingo
El último café se sirvió el pasado domingo 9 de enero. Después de más de un siglo de vida, el Café Central cierra sus puertas debido a la subida de los alquileres del centro de la capital. El mosaico, por su parte, fue elaborada por la conocida ceramista Amparo Ruiz de Luna y se instaló en Málaga en el año 1962.
El Café Central nació, según los primeros recuerdos del local, en 1920, aunque no sería hasta unos años después, en 1954, cuando el empresario Pepe Prado se haría con tres establecimientos de cafetería, ubicados en el centro de la capital, y los fusionaría para hacer uno solo.
Instauró la variedad de cafés en Málaga
La forma de pedir el café en Málaga cambió desde ese momento, consolidándose una curiosa y exclusiva lista de nombres de cafés que solo entienden en la provincia malagueña. Gracias al histórico azulejo del Café Central, las opciones empiezan por pedir un "no me ponga nada", pasando por la "nube", el "sombra", el "corto" o el "entre corto". Para cuando el sueño ataca más fuerte, se puede optar por el "mitad", el "solo corto", el "semi largo" o el "largo", llegando, por último, al "solo".
