A lo Pablo Neruda, el Muo de Jerez de la Frontera realiza una oda a la gastronomía gaditana, un guiño a las papas de Sanlúcar de Barrameda y su "tío" Miguel Flores, el Capullo de Jerez.
El vídeo que se ha emitido como una historia en la cuenta de Instagram de @miguelflorees se ha viralizado a las pocas horas a través de las redes y de compartidos de Whatsapp. Dos artistas de Jerez, uno del flamenco y otro del desparpajo del sur, que cada cosa que tocan la convierten en entrañas de positividad; lo cual nunca viene mal, y menos en plena tercera ola de coronavirus.
En la escena grabada se ve a un Muo de Jerez que visita la ventana de la cocina del Capullo: "Buenas tardes, estoy en casa de mi tío Capullo. El mes suele tener 31 días, y del total se mete en la cocina 3 ó 4. Y cada vez que cocina el tío Capullo no se puede aguantar. Arguiñano iba a estar en Pio XII".
Miguel Flores acerca a la ventana un plato de patatas acabadas de freír: "mira qué ricas. Esto es de Arguiñano, pero echa por mí. papas de Sanlúcar, de las blancas". El Muo aprovecha para tomar dos patatas, que por el color y su cara, debían estar para quitar el sentío.
El Muo de Jerez a lo Pablo Neruda
El poeta chileno Pablo Neruda puede que no conociera las papas de nuestra tierra tan bien como el Capullo de Jerez, pero sin duda de haberla conocido, si su 'Oda a la papa' fue pensando en una patata, seguro que lo fue a la papa de Sanlúcar.
Oda a la papaPapa,
te llamas,
papa
y no patata,
no naciste con barba,
no eres castellana:
eres oscura
como
nuestra piel,
somos americanos,
papa
somos indios.
Profunda
y suave eres,
pulpa pura, purísima
rosa blanca
enterrada,
floreces,
allá adentro
en la tierra,
en tu lluviosa
tierra
originaria
en las islas mojadas
de Chile tempestuoso,
en Chiloé marino,
en medio de la esmeralda que abre
su luz verde
sobre el austral océano
Honrada eres
como
una mano
que trabaja en la tierra,
familiar
eres
como
una gallina,
compacta como un queso
que la tierra elabora
en sus ubres
nutricias,
enemiga del hambre,
en todas
las naciones
se enterró tu bandera
vencedora
y pronto allí
en el frío o en la costa
quemada
apareció
tu flor
anónima
anunciando la espesa
y suave
natalidad de tus raíces
Universal delicia,
no esperabas
mi canto,
porque eres sorda
y ciega
y enterrada.
Apenas si hablas en el infierno
del aceite
o cantas en las freiduras
de los puertos,
cerca de las guitarras,
silenciosa,
harina de la noche
subterránea,
tesoro interminable
de los pueblos.