Un policía nacional ha resultado herido en Melilla después de intervenir en un suceso en el que un joven arrojaba ladrillos a los agentes desde la azotea; en el momento de la detención mostró tal resistencia que se revolvió con el policía por el suelo, provocándole lesiones en una rodilla.
Según ha informado este lunes la Jefatura Superior de Policía, los hechos ocurrieron el viernes en la Urbanización de Las Caracolas, cuando una Unidad de Prevención y Reacción (UPR) fue comisionada por la Sala del 091, tras una llamada que avisaba de que había un numeroso grupo de personas en la vía pública contraviniendo el estado de alarma.
El portavoz policial ha indicado que, al percatarse de la presencia policial, muchas de estas personas huyeron en diferentes direcciones. Los agentes procedieron en ese momento a la identificación de algunos viandantes, "momento en el que de forma sorpresiva un joven, desde la azotea de su casa, lanzó un ladrillo que impactó en uno de los vehículos policiales. Seguidamente lanzó un segundo ladrillo contra uno de los agentes actuantes, quien lo esquivó en el último momento al ver su trayectoria, impactando en el suelo a corta distancia".
Detenido un día después
En la tarde del día siguiente una patrulla del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) observó que dicho joven se encontraba en la vía pública, por lo que recabó el apoyo de otras dos patrullas.
La Jefatura de Policía ha explicado que, al ir a identificarle, el joven lanzó una piedra contra el vehículo policial y emprendió la huida, "situación que ya se había previsto, cortándole el paso las otras dotaciones, hasta que le dieron alcance cerca de la puerta de su casa".
El joven, ha añadido la citada fuente, "ofreció una fuerte y agresiva resistencia, revolcándose por el suelo con el agente que pretendía detenerle, mientras gritaba reclamando ayuda de los vecinos, obteniendo principalmente el apoyo de sus propios padres, quienes increparon, agarraron y empujaron a los agentes actuantes con la finalidad de facilitar la fuga de su hijo".
El portavoz ha asegurado además que el hijo y los padres "incitaban a la gente que allí se encontraban, consiguiendo que una muchedumbre les secundara, provocando una situación de mucha tensión en la que incluso se lanzaron piedras y ladrillos enteros contra los agentes actuantes".
A pesar de todo esto, ha destacado que "no consiguieron arrebatar al joven de las manos de los agentes, el cual fue finalmente detenido e introducido en un vehículo policial para su traslado a la Jefatura Superior de Policía".
El detenido es un joven de 20 años de edad, con siete detenciones anteriores, que ha pasado este lunes a disposición judicial por un delito de atentado a agente de la autoridad y otro de daños en vehículo policial.