Mata a su suegra en un ritual satánico para erradicar el coronavirus

Encontraron el cadáver rodeado de velas y papeles manuscritos

La pandemia del coronavirus está asolando al mundo. Ha zarandeado los sistemas sanitarios. Y ha zarandeado también las consciencias. La esperanza gravita en las personas de buena voluntad. Y a tal fin se está trabajando sin descanso también en múltiples iniciativas solidarias. Son muchos los hombres que ayudan sin pedir nada a cambio.

Por el contrario, la pandemia de coronavirus está dejando también imágenes horribles en no pocos países. Y en México se ha dado una de ellas, aunque no ha sido provocada directamente por la COVID-19.  Pero sí como consecuencia indirecta del mismo. Sí como una acción-reacción ni razonable ni lógica.

Y es que un joven de 25 años ha asesinado a su suegra para "erradicar el coronavirus". Directamente por este motivo. Estando convencido además. Absolutamente convencido. Asesinó aposta creyendo que estaba realizando un bien común, un bien general, un bien mundial.

El individuo ha llegado a asegurar a la Policía de Ecatepec, lugar donde ocurrieron los hechos, que se trataba de un rito para acabar con la COVID-19. Fue entonces cuando acabó con la vida de la mujer, de 54 años. Una mujer joven que no había cometido ningún delito.

Según indicaron varios testigos, el día de los hechos se escucharon sucesivamente claros y ensordecedores gritos en el interior de la vivienda, gritos desgarrados, gritos que ponían los vellos de punta además de disparos de un arma de fuego.

Cuando llegó la Policía la escena no era sino dantesca. El cuerpo de la víctima estaba rodeado de velas, de muchas velas, y folios escritos. Durante su declaración, el muchacho aseguró estar haciéndole un favor a la humanidad, según su convencimiento, gracias a su ritual, el coronavirus acabaría desapareciendo.

Cabe constatar que en México cuentan ya con 2439 casos confirmados en las últimas 24 horas. Durante la presentación del informe técnico diario sobre la propagación de la pandemia, se aseguró que en el país centroamericano se contabilizan ya 125 muertes.