Plaza de toros de El Puerto de Santa María (Cádiz), 6 de agosto de 2021. Corrida organizada por la empresa Circuitos Taurinos, correspondiente al segundo festejo de abono en la mini temporada de verano 2021. Cielo soleado con brisa. Cuatro quintos del aforo permitido. Preside Rafael Carrero. Ameniza la Banda “Maestro Dueñas”, dirigida por Javier Alonso.
Se lidian toros de Garcigrande (hierro que pasta en Alaraz, Salamanca), con pesos entre 480 y 545 kilos, de buena presencia y juego diverso. En el arrastre, el segundo es ovacionado; el sexto, aplaudido; el tercero, el cuarto y el quinto, pitados.
- Julián López El Juli, pinchazo y honda traserilla; ovación saludada. Entera en lo alto de efecto rápido, con vómito; ovación saludada.
- Daniel Luque, entera algo trasera; dos orejas. Pinchazo y entera algo caída con una muerte espectacular; una oreja.
- Juan Ortega, bajonazo; ovación saludada. Entera desprendida; dos orejas.
Incidencias: se da el mismo prólogo musicalmente liado que el día anterior. El concejal Álvaro González entrega a José Luis Galloso una placa por sus cincuenta años de alternativa. Ortega hace el paseíllo desmonterado.
Paseíllo en el Puerto
Entre las cuadrillas, destacan la actuación de los picadores José Antonio Barroso (en el primer toro) y Juan Manuel García (en el quinto) y de los banderilleros Andrés Revuelta (en el tercero) y Jorge Escribano (en el sexto). Los tres toreros salen de la plaza a pie. La corrida es transmitida por las cámaras de Canal Toros.
Sigue faltando don Rafael Comino en el palco presidencial y le deseamos pronta recuperación y vuelta. El cartel anunciado presenta la novedad de Juan Ortega, que está siendo las últimas semanas objeto de deseo en casi todas las plazas. Ésta de El Puerto, tan morantista, lo acoge como posible sucesor del cigarrero; ¿lo será?
El Juli
El Juli, de sangre de toro y oro, a su primero, mulato chorreado, tocado del derecho y que se refrena, lo coge con el capote de uno en uno porque se va a cada lance y avanza hacia los medios bajando la mano para retenerlo, terminando en recorte por bajo. Aunque la pelea va a cabezazos, Barroso da una puya bien cogida y medida; hay un gran quite en la boca de riego por verónicas con media y semichicuelina de remate.
Soler deja un buen par y en el siguiente renuncia a completar actuación. Los doblones iniciales con dos pases de pecho (dos) son aplaudidos y el animal se muestra de carril con el toreo en redondo y con las series ligadas de trazo largo; por el pitón izquierdo la serie ha sido de ayudados. Al final hay petición de oreja pero muy minoritaria.
El Juli en El Puerto
En su segundo, castaño bociblanco y abanto, a la hora del saludo no se emplean ni toro ni torero. La puya se pone con recargo, estilo Hacienda. Tras buena sección de palos, la faena principia otra vez por doblones hasta el tercio y el toreo se desarrolla en redondo con mano baja hasta que empieza el garcigrande a protestar; con la izquierda los pases salen de uno en uno y las protestas del burel se transforman en miradas a tablas hasta que canta la gallina y surgen las palmas de tango. Hasta la ovación nos parece excesiva.
Daniel Luque
Daniel Luque, de crema y azabache, a su primero, abanto de salida, lo saluda en plan mixto, con verónicas y semitijerillas en el tercio más media y cambiada por bajo. Lo pone en el caballo con una chicuelina poderosa pero es mal cogido y la pelea es un desbarajuste; el quite completa el lucimiento capotero con verónicas lentas y media hermosa. Los palos son aplaudidos.
Tras brindar al público, arranca la labor muleteril con ayudados por alto y por bajo, obsequiando el animal dos coladas y perdiendo luego las manos, para luego seguir con toreo vertical en redondo que provoca aplausos, enlazando con el toreo de cercanías y ligazón completado con desplante y cambio de manos; con la izquierda, el toro responde a cada exigencia y vamos nuevamente a cercanías con mucho aguante del torero, reconocido con las palmas; tras recoger el estoque, y soltarlo en el suelo, ofrece finalmente una serie de luquinas muy arriesgadas. El torero de Gerena está en un momento espléndido.
Daniel Luque
En su segundo, castaño y bonito, el saludo fue por la cara ya que no quería saber nada el bonito de ídem provocando palmas de tango mientras escarba. Hasta siendo llevado al caballo mansea y se recrudecen esas mismas palmas pero inopinadamente se lanza como un obús y empuja furioso para puyazo serio mientras Juan Manuel García tiene que defender el caballo y lo hace de forma que es aplaudido; aquí hay un candidato al premio al mejor puyazo.
Tres pares fueron convertidos en tres palos de sobaquillo. Durante toda la faena el animal sale con la cara alta de cada pase, desde los doblones iniciales, a los que acude con violencia y hay que aguantarle, pasando por las series de uno en uno, fajándose en un esfuerzo reconocido por el público, hasta el toreo con la izquierda, mostrando el torero quién es el que manda.
Juan Ortega
Juan Ortega, de vino tinto y azabache, en su primero, castaño acapachado que sale de sobrero, aplica un saludo por la cara (en el buen sentido) sin sacar ningún lance asentado. Pelea el cornúpeto metiendo los riñones y recibe puya de largo metraje que levanta protestas.
El inicio es por bajo y hacia el tercio para, sin solución de continuidad, ir a una tanda que intenta sacar algo de un animal que no se presta, pasando al uno en uno mientras el toreo transcurre por los caminos del tedio; con la izquierda hay una tandita donde es aplaudido el pase de pecho; la fase final es a diestra de uno en uno con un desplante final de espalda que no viene mucho a cuento. Admira o sorprende que el público aplauda el bajonazo en que queda la estocada. Igualmente admira o sorprende que el diestro salga al tercio para una ovación más provocada que espontánea.
Juan Ortega
A su segundo, recortadito, que no quiere saber nada de salida lo saluda por la cara, igual que al tercero de la tarde. Tras derribar al caballo, es bien cogido y el picador recibe aplausos mientras está picando y luego, al irse, largamente. Junto a la buena actuación de escribano vemos otro sobaquillo.
El brindis va para José Luis Galloso y el inicio de faena es un artístico muleteo por alto y por trincheras, aplaudido; siguen dos tandas ligadas de plantas asentadas, también aplaudidas; por el pitón izquierdo se mueve de uno en uno y en un momento en que es desarmado corre buscando otra muleta (Ortega, correr es de cobardes) pero el bicho empieza a negarse; otra vez a diestra, los pases fluyen lentos y se despatarra, terminando en desplante torero con la muleta recogida bajo el brazo; la fase final, buena, se compone de trinchera y derechazos suaves y largos más espaldina. La muerte es espectacular, como en el quinto toro.
Juan Ortega
