Plaza de La Merced de Huelva, 1 de agosto de 2024. Corrida organizada por la empresa Toros Pereda como segundo festejo de abono con motivo de las Fiestas Colombinas. Cielo despejado y temperatura agradable. La entrada es de tres cuartos del aforo. Preside José Ruciero. Ameniza la Banda Municipal de Música, dirigida por Enrique Aceves.
Se sueltan seis toros de seis ganaderías: Santiago Domecq (hierro que pasta en Jerez de la Frontera, Cádiz), Loreto Charro (hierro que pasta en Narros de Matalayegua, Salamanca), José Luis Pereda (hierro que pasta en Rosal de la Frontera, Huelva), Victorino Martín (hierro que pasta en Portezuelo, Cáceres), Villamarta (hierro que pasta en Puebla de Guzmán, Huelva) y Hermanos Domínguez Camacho (hierro que pasta en Cumbres Mayores, Huelva), cinqueños los dos primeros, con presentación y juego variados pero con nota, en conjunto, más que aceptable. El tercero, Barba Verde número 59, es indultado. En el arrastre, el primero tuvo palmas; el segundo, ovación; el cuarto, pitos y palmas.
Se anuncia David de Miranda (de blanco y oro) en solitario siendo sobresalientes Enrique Chapurra y Alejandro Parralo.
- En el primero: entera desprendida; una oreja. En el segundo: entera en lo alto de efecto fulminante; dos orejas.
- En el tercero: indulto; dos orejas simbólicas. En el cuarto: entera en su sitio; ovación saludada.
- En el quinto: entera en lo alto de efecto rápido con algo de derrame; una oreja. En el sexto: estocada honda tendida; oreja.
Incidencias: se produce al inicio del paseíllo el feo espectáculo de fotógrafos sobre la arena obstruyendo la presentación y el paso de los toreros; presidente y empresario deben corregir esto. Entre los subalternos destacan los buenos pares de banderillas de Fernando Sánchez en el segundo toro y en el quinto. David de Miranda sale a hombros.
Comentario
Huelva vive los toros. Desde por la mañana los alrededores del céntrico coso están en ebullición. No falta tertulia taurina antes de comer en La Abundancia. Las calles se cortan por la tarde en perímetro amplio para despejar los accesos. Se celera un pasacalles con banda de música, coches de caballos con las guapas de mantilla y tiro de mulillas. En estas Fiestas Colombinas de 2024 Huelva celebra los cuarenta años de la plaza de la Merced en su época moderna, tras la restauración llevada a cabo por José Luis Pereda, padre del actual propietario y empresario; entonces el cartel fue formado por Litri, Curro Romero y Pepe Luis Vázquez, recientemente fallecido.
En el ciclo de este año se ha programado un anuncio en solitario de diestro de Trigueros David de Miranda. Es la primera vez en la historia de las Colombinas que se produce una encerrona y David, que aquí debutó con picadores y aquí tomó la alternativa, la presenta como un regalo a Huelva, después de su buena actuación en la Feria de Abril sevillana de este año. Se han elegido tres toros de ganaderías onubenses y tres de fuera, uno del mismo hierro que el que desorejó en La Maestranza, un victorino (cuyo hierro ahora debuta en Hueva) y uno de Salamanca. Vamos a relatar su desempeño en los seis toros nombrados, nombrados uno a uno.
Valiente
El primero, lavadito, es lanceado suave en el tercio y con varios delantales en los medios terminados en revolera, entre los primeros aplausos, aunque al animal le falta entusiasmo. Pelea bien en el caballo y romanea ante puya corregida; el quite va por tafalleras a pies juntos seguidas con capote a la espalda y revolera. Los dos primeros pares son buenos. Brinda al público y voltea, en gesto feo, la montera caída hacia arriba.
Empieza con la izquierda a base de pases genuflexos avanzando y trinchera. Con la derecha hay dos tandas y el toro acude codicioso y humillando. A zurda de nuevo, en tanda ligada sigue humillando pero se queda corto en el último tramo. A diestra de nuevo, acorta distancias y al tercer pase se lo echa a las espaldas y lo revuelca en el suelo; es un gran susto pero se repone. Sigue una tanda en corto y breve, antes de cerrar con manoletinas de perfil y un gran pase de pecho.
Fandango
Al segundo, engatillado y tocado del izquierdo, lo saluda con verónicas avanzando de tablas a medios, rematando con media y revolera. En el caballo empuja abajo para puya dura y protestada; el quite es de saltilleras y revolera. Fernando Sánchez se luce en palos y se gana al público. Brinda al torero Juan José Padilla, que sale a la arena (de paisano, claro) y tocan palmas por bulerías.
En la boca de riego cita de lejos a pies juntos con la izquierda y sale tanda bajando la mano. Con la derecha acude para dos tandas en redondo, en la primera como un tejón y en la segunda con menos fuelle. Por el pitón izquierdo, acude de uno en uno y protesta al final de cada pase. A diestra de nuevo, hay toreo en corto, con arrucina y desplante entre pitones, más tanda en arrimón. La preparación para la estocada va por bernadinas con gran pase de pecho.
Barba Verde
El tercero, burraco bien armado, es saludado con verónicas avanzando y algún delantal, cerrando con media en los medios. Lo deja con elegante larga por bajo y mete los riñones para puya trasera; el quite se compone de chicuelinas con revolera y tres brionesas, señal de la acometividad del animal.
Brinda a su apoderado, ganadero y empresario José Luis Pereda y en los medios realiza gran inicio por estatuarios con uno por bajo y uno de pecho, levantando grandes aplausos; siguen dos grandes tandas ligadísimas en redondo ante un toro humillador y repetidor, con intercalado de alguna capeína. Con la izquierda, baja la mano y el toro responde pero en la siguiente tanda hay algunas protestas a fin de recorrido.
De nuevo por el pitón derecho, va mejor y vemos dos tandas buenas con sendos grandes pases de pecho. Empiezan a asomar algunos pañuelos. Hay otra tanda por el pitón derecho y salen más pañuelos. A zurda de nuevo, ahora sí responde el toro por ahí magníficamente y subsana el breve comportamiento anterior; aumentan los pañuelos; David se hinca de rodillas y enjareta pases con uno que acude sin desmayo.
El presidente saca el pañuelo naranja. La plaza estalla en palmas por bulerías. Hay un simulacro de estocada (innecesario ara el reglamento andaluz). Rematan toro y torero con otra tanda como si estuvieran empezando. El propio torero leva al burel a punta de muleta hasta el toril, en donde se piensa mucho eso de entrar (señal de bravura). El mayoral acompañó al torero en a vuelta triunfal.
Matero
Al cuarto, bien presentado, con patas y que remata, lo para y lo lleva bregando de tablas a medios mientras acude mirón. En el caballo empuja con los riñones y le aplican puya dura tapando la salida pero se duerme en el peto; se sale pero vuelve rápido para dormirse otra vez, levantando aplausos este pupilo de Las Tiesas.
Curro Robles arriesga en sus dos pares. Brinda a un particular e inicia por doblones en los medios mientras sale un fandango del tendido; sigue tanda de uno en uno y el animal acude. Por el pitón izquierdo humilla pero alcanza la tela antes de un buen pase de pecho. A diestra de nuevo, sale con la cara alta y distraído. A zurda de nuevo, hay un ir y venir. Por fin, por el pitón derecho se distrae y amaga con rajarse. Hacía tiempo que no veíamos que a un toro en el arrastre le dedicaran palmas y pitos a la vez.
Labichillo
El quinto, castaño, es recibido con un pasar por la cara porque echa las manos por delante y se refrena. Empuja al caballo con un cuerno y la puya se aplica recargando. Fernando Sánchez se luce de nuevo. Brinda a Morante de la Puebla, que no sale a la arena (porque está de paisano, claro). Inicia en el tercio por alto con bueno de pecho y siguen dos tandas en redondo muy templadas, con calmosidad. Por el pitón izquierdo va de uno en uno y puntillea. A diestra de nuevo, sigue de uno en uno y se acortan las distancias. La última parte se compone de circulares y luquinas, en arrimón.
Tamborilero
Al sexto, con trapío, va a recibirlo a porta gayola para ejecutar larga cambiada de rodillas seguida de verónicas apasionadas con revolera baja en los medios, entre estruendo de aplausos. En el caballo mete los riñones pero le tapan la salida. Las banderillas son de paso.
Brinda al público, por segunda vez, y en la boca de riego da un magnífico inicio a pies juntos con tres cambiados por la espalda, incluyendo un pase de las flores; siguen una tanda breve de trazos largos y otra en redondo donde el bicho se desplaza con la cara altita. Por el pitón izquierdo hay una colada y luego un ir u venir. A diestra de nuevo, sigue con la cara alta. A zurda de nuevo no hay excesivo acople. La fase final se compone de circular, arrimón más circulares, naturales e invertidos, y luquinas.
Hemos visto una lección del uso de la espada y una antología del pase de pecho. La tarde ha sido ha sido un éxito, una apoteosis. El diestro es paseado a hombros por el ruedo, entre una multitud, y llevado por la puerta grande, a hombros precisamente de otro torero, el brindado Juan José Padilla. La gente sale celebrando lo que se puede considerar una tarde histórica, desde luego histórica para el curriculum de David de Miranda.
A él esto le va a servir como un revulsivo en su carrera, más de lo que había ocurrido con anteriores éxitos suyos. Ahora los empresarios van a mirarlo de otra forma. Los públicos, también, de forma distinta y mejor. Va a dejar de ser el torero de Huelva para pasar a ser el torero de muchos sitios.