viernes. 29.03.2024
El Melli
El Melli

Plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 18 de julio de 2021. Novillada sin picadores, organizada por la empresa de Carmelo García. Cielo despejado con viento, que llega a molestar. Media entrada. Preside Luis Rodríguez. Ameniza la Banda “Julián Cerdán”, dirigida por Justo Jiménez.

Se lidian seis erales de Fermín Bohórquez (hierro que pasta en Jerez de la Frontera), cuajados en su mayoría y de buen comportamiento. En el arrastre, el tercero tuvo ovación; el primero, el segundo y el cuarto, palmas y el sexto, palmitas.

Diego Vázquez, bajonazo, estocada caída y descabello con dos avisos; silencio. Honda tendida, pinchazo y entera desprendida; ovación saludada.

Gonzalo Capdevila, estocada entera en lo alto; dos orejas. Honda desprendida; fuerte petición y dos vueltas al ruedo.

Germán Vidal El Melli, entera algo caída y tendida y descabello; dos orejas y rabo. Media trasera y dos descabellos con aviso; una oreja.

Incidencias: Tras el paseíllo hay, primero, un minuto de silencio y, después, se interpreta el Himno Nacional a destiempo pero bajo lluvia de aplausos. El presidente provoca un escándalo público al acabar la segunda faena de Capdevila. Los dos novilleros triunfadores no salen a hombros.


Después de la novillada montada el 1 de mayo en Sanlúcar de Barrameda, el empresario anunció otra para ahora pero más parece que se trataba de una simple repetición de cartel. Repiten dos de los novilleros y se mete de relleno a uno desconocido por estos lares. Está bien dar a conocer valores de fuera; sin embargo, hace falta que sea exactamente eso, valores. Por el contrario no parece entendible que se deje pasar la ocasión para dar oportunidades a valores de la zona que están pidiendo a voces paso. A veces ese paso lo tienen que pedir en plazas alejadas de su entorno natural. Vamos a la novillada.

Diego Vázquez

Diego Vázquez, de marino y oro, a su primero lo recibe con lances en el tercio sin apretar el acelerador. Capdevila quita por tafalleras y revolera garbosa. De los pares sólo el tercero es bueno. Brinda al público e inicia por doblones para luego ir a los medios con tanda aceptable aunque en la siguiente no se acopla con el animal; por el pitón izquierdo saca una ligada aunque lo que viene después es falta de armonía y de quietud en un toreo muy movido pero insistente que termina en un revolcón; no hay dominio.

La estocada es precedida de preparación laboriosa y el descabello es precedido de pinchazos en el morro para lograr que humille; esto último habrá que buscar formas de evitarlo, o impedirlo, porque va en detrimento de la imagen de la Fiesta y si queremos que ésta evolucione debemos empezar por ahí. ¡Como no hay enemigos acechando…!

Diego VázquezDiego Vázquez

A su segundo, cuajado, lo saluda dubitativo en tablas y lo saca a medios para dos verónicas y media; Capdevila sale al quite por verónicas, tafallera y larga cordobesa. El trabajo en los palos no pasa de un cumplido. Tras brindar otra vez al público inicia faena otra vez por doblones en tablas pero cuando va a los medios las tandas salen deslavazadas, de uno en uno y sin asiento; con la izquierda la cosa no remonta, salvo en algún pasaje, sin faltar los zapatillazos, ni un topetazo ni un desarme; a diestra de nuevo, sufre una colada.

Está verde. Salió al tercio a saludar por su cuenta. Hay más cerquita de aquí chavales que habrían cumplido con creces; no entendemos este acartelamiento, que es sólo acompañamiento; ¿es por compromisos? No sé, pero no estamos en novillada de escuelas, que tienen que hacer intercambios; es una novillada de empresa y taquilla y hay que buscar lo mejorcito.

Diego VázquezDiego Vázquez

Gonzalo Capdevila

Capdevila, de verde y oro, a su primero, mulato y gacho, lo saluda con cuatro largas cambiadas de rodillas y serpentina; El Melli hace el quite por chicuelinas, faroles y media; replica Gonzalo con chicuelinas de mano baja y media. En el tercer par Berciano es puesto en apuros. Brinda a José Luis Galloso, que este mismo día cumple cincuenta años de alternativa, y empieza faena en el tercio por alto antes de trazar una tanda en redondo; ya en los medios, con la izquierda hay dos tandas buenas, una corta y otra larga, para pasar a los circulares sobre la boca de riego con desplante sin muleta; el remate va por manoletinas con cite de perfil y pase de desprecio.

Gonzalo CapdevilaGonzalo Capdevila

A su segundo, playero, le aplica un buen saludo de tablas a medios sobre verónicas de trazo largo con remate de tijerilla; El Melli quita por chicuelinas y revolera pero luego Gonzalo replica, de nuevo, con tafalleras de espaladas y larga de rodillas. Brinda al público y principia la faena por alto pero es desarmado; se va a la boca de riego para la siguiente tanda y acaba otra vez desarmado pero continúa luego bien, con la mano baja; con la izquierda torea una tanda en redondo y otra a media altura; de nuevo a diestra, sale el toreo en redondo y acaba mirando al tendido (gesto al que no le vemos mucho sentido); por el pitón izquierdo sale una serie ligada y otra vez a derecha, con los circulares (consabidos) en tablas antes de nuevo toreo en redondo y de un arrollamiento; el final lo pone una tanda de ayudados por alto heterodoxos, mirando hacia las tablas.

Gonzalo CapdevilaGonzalo Capdevila

La petición de oreja no es en realidad mayoritaria, pero sí son mayoritarias las voces y gritos acordándose de la familia del presidente ante su negativa a sacar el pañuelo. Ahí el novillero inicia una merecida vuelta al ruedo y, mientras siguen las imprecaciones al usía, éste saca un pañuelo blanco entre el recochineo general, pues el público piensa que indica ahora una oreja pero no, indica toque de clarín para salir el siguiente novillo, lo que provoca enfado monumental y escándalo público.

La vuelta al ruedo es atronadora y al terminarse el público obliga a otra, que da con gusto el chaval. Al terminar ésta el público le grita que dé una tercera pero concluye con saludo triunfal en la boca de riego. El presidente, al saludo final del novillero, no se levanta ni responde con ningún gesto y se da paso a gritos en escandalera de “dimisión, dimisión”.

El Melli en Sanlúcar

El Melli, de blanco y oro con cabos negros, a su primero, el de peor presentación, lo recibe en tablas con lances bien mecidos avanzando hacia el tercio; sigue un quite de Diego Vázquez.

El tercio de palos es desordenado. Brinda a Emilio de Justo y los doblones de inicio en tablas son elegantes; se va a los medios y saca una serie reposada ya de comienzo, seguida de otra, muy aplaudida; por el pitón izquierdo vemos tres series, la una en redondo, la otra con trazo largo y de gran dominio y la tercera simplemente muy buena; por el derecho otra vez, hay serie en redondo y, ay, martinete, con uno de pecho alargando el brazo; el final toca de tanda por bajo. El rabo, tras estocada deficiente y descabello, resulta excesivo; el presidente se muestra generoso cuando le parece. No queremos que se engañe a los chavales

El MelliEl Melli

En su segundo, cuajado, se va a porta gayola y resuelve como puede para luego irse a lancear en tablas y después, por delantales, a los medios sometiendo y provocando los aplausos.

En banderillas hay un gran par de David Pacheco, que actúa de tercero. Tras iniciar doblándose, en los medios cita de largo para gran serie, seguida de otra de menor metraje y de otra, buena; por el izquierdo, es desarmado antes de sacar el toreo en redondo; a diestra salen ahora los pases un poco violentos; de nuevo con la zurda, va mejor por ahí y repite para tanda buena; sin embargo, termina, por la derecha, con un toreo de acá para allá.

El MelliEl Melli

Vamos a terminar con una petición seria: tome nota la autoridad competente, porque este presidente, sin criterio fijo y con comportamiento desordenado, debe dejar de serlo (por lo que se ha visto ahora y por lo que se ha visto en otras ocasiones).

Toros: En Sanlúcar, El Melli se lleva otra novillada sin picadores