
El Real Betis no pudo superar al FC Barcelona (1-2) en la última jornada de la primera vuelta de LaLiga Santander. El equipo de Manuel Pellegrini llegaba al partido con las esperanzas de sellar la mejor primera vuelta en la historia del club y lograr alcanzar al Atlético de Madrid en los puestos Champions League. Sin embargo, los goles de Raphinha y Lewandowski dejan al Betis con la miel en los labios, pues Koundé puso emoción al partido con un gol en propia puerta en la recta final.
La revancha de la Supercopa de España llegaba al Benito Villamarín en la jornada aplazada por dicha competición, en la que el Barça superó al equipo de Manuel Pellegrini en los penaltis. Al partido de LaLiga, el Betis llegaba con la intención de sellar la mejor primera vuelta de su historia, mientras que los culés visitaban el coliseo verdiblanco para seguir afianzando su liderato.
Salió lanzado el Barça al encuentro arrebatándole el balón al Betis. Los de Xavi Hernández comenzaron dominando el partido, pero la primera ocasión peligrosa cayó para el lado bético con un disparo de Luiz Henrique que se marchó a córner.
No tardaron los azulgranas en tener su primer acercamiento a la meta de Rui Silva con un córner de Raphinha que peinó un Lewandowski que no llegó a conectar bien con el esférico.

Precisamente, el brasileño asistió a Pedri para que, después de una maravilla dentro del área, no pudiese superar a Rui Silva en su intento de regate. El portero luso estaba inconmensurable y salvó al Betis en varias ocasiones posteriores que fueron anuladas.
Imprecisiones, interrupciones y la alta intensidad en el juego, estaban siendo la nota dominante de la primera mitad. Al Barça le anularon un gol por un claro fuera de juego de Raphinha y el Betis siguió atosigando con la presión bien arriba, provocando numerosos errores en la salida de balón culé, aunque no llegó a dominar el partido.

Raphinha puso por delante al Barça
En la reanudación, Rui Silva volvió a demostrar que estaba en una de esas noches de inspiración que salvan partidos. El portugués sacó una mano milagrosa para privar a Pedri de abrir el marcador.
Al Betis le estaba tocando jugar uno de esos partidos que tanto le incomodan. Relegados al control visitante, los verdiblancos aprovechaban cada robo para poder estirarse y salir rápido a la contra. Así, Fekir puso a prueba a Ter Stegen con un tiro que despejó sin problemas el alemán.

Ante la necesidad de cambiar algo en el partido, Pellegrini dio entrada a Juanmi y Guardado, en lugar de William Carvalho y Fekir, este último todavía cogiendo ritmo de competición después de su lesión.
Sin embargo, lejos de que cambiase algo, llegó el gol del Barça. Una jugada por el costado izquierdo de Balde terminó en gol de Raphinha (65'), que definió a placer. Todo parecía correcto en directo, pero la realidad es que el gol no está exento de polémica, pues el Barça sacó la falta varios metros lejos de su lugar original. El Benito Villamarín era un clamor y no estaba nada contento con la actuación arbitral, pues en cada jugada dudosa la balanza siempre caía para el mismo lado.

Lewandowski sentenció y Koundé dio vida al Betis
Lewandowski pudo hacer la sentencia, pero de nuevo la inspiración de Rui Silva salvó al Betis. La necesidad de remontar hizo que los verdiblancos se precipitasen en todas sus acciones ofensivas, mientras que el Barça activó el piloto automático para dormir el partido.
Pero para dormir el partido ya lo hizo Lewandowski (80') con el que parecía que iba a ser el definitivo 2-0. El polaco no iba a fallar en su cita con el gol y batió a Silva a la salida de un córner.

Sin embargo, al Villamarín todavía le iba a quedar tiempo para soñar. Un gol en propia puerta de Koundé (85') hizo creer al beticismo en una remontada express. Pero no iba a ser suficiente. Los 4 minutos de descuento alargados por De Burgos Bengoetxea se fueron al limbo y el Betis dejó escapar el récord y la posibilidad de engancharse a la Champions.