miércoles. 24.04.2024
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Última hora niñas Anna y Olivia de Tenerife: Búsqueda interrumpida

Fue hace dos meses cuando las niñas de Tenerife, Anna y Olivia, desaparecieron sin dejar rastro a manos de su padre, Tomás Gimeno. Víctima de violencia vicaria, el cuerpo de la mayor de las hermanas fue encontrado en el fondo del océano. Sin embargo, aún sigue la búsqueda de Tomás Gimeno y de la pequeña, aunque se ha tenido que interrumpir debido a los fuertes vientos. 

En concreto, el barco que se encarga del caso de las niñas de Tenerife, llamado 'Ángeles Alvariño', se ha centrado en dos zonas específicas del océano durante este pasado fin de semana. El objetivo es conocer más datos sobre el paradero del asesino. 

La zona ha sido acotada por las pistas que he dejado la señal del móvil de Tomás Gimeno, así como por el hallazgo de las dos botellas de aire con autonomía para unos pocos minutos, que pertenecían al mismo y que confirmaron que ese era el lugar donde estuvo en sus últimos momentos. 

De este modo, una de las hipótesis sería que el padre se hubiese quitado la vida una vez hubiera asesinado a sus hijas. Para ello, habría utilizado dichas botellas de aire, para ocasionarse a sí mismo la llamada 'muerte dulce', lejos de merecérsela, junto a un cinturón de plomo de unos ocho kilos que le mandarían al fondo del océano. 

Por su parte, la madre de Anna y Olivia, Beatriz, ha afirmado, según Joaquín Amills, su portavoz, que "aparezca el cuerpo de Tomás Gimeno" para "poder cerrar este círculo". Asimismo, ha explicado que el suicidio del mismo no se basa en el arrepentimiento, sino en huir como un "cobarde". 

Tomás Gimeno "es una persona narcisista que quiere quedar como un héroe". De este modo, decidió quitarse la vida para no quedar mal ante la sociedad, según han confirmado las teorías más apoyadas. Así, "pensó en escapar, pero al ver a la Guardia Civil, cambió de decisión y se suicidó".

La investigación, parada por fuertes vientos

Por otro lado, el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño', cedido por el Instituto Español de Oceanografía, ha tenido que parar su investigación en las aguas de Tenerife debido a problemas técnicos y de fuertes vientos.

La embarcación, que lleva más de un mes rastreando la zona y que ha sido el encargado de localizar el cuerpo de Olivia, es capaz de alcanzar los 2.000 metros de profundidad.

Anna y Olivia, niñas desaparecidas en Tenerife

Debido a las fuertes corrientes oceánicas de estos últimos días, el barco ha tenido que parar su trabajo tras encontrar las dos botellas de oxígeno que han dado más datos sobre el paradero de Tomás Gimeno. Aún así, el abogado de la madre Beatriz ha avisado de que el juez va a mantener las órdenes de capturas internacionales y que, en caso de no hallar el cuerpo, a los veinte años el caso se archivaría. 

La búsqueda de Anna y Tomás Gimeno, interrumpida por temporal