Joaquín Sánchez ha sumado una nueva entrega de 'La penúltima y me voy', la serie documental que nos está enseñando los entresijos de la vida privada de Joaquín y su mujer, Susana Saborido. En esta nueva entrega hemos podido conocer mejor al Joaquín más bético, pero también los problemas que supone su profesión a conciliar la vida en familia.
En el tercer capítulo de la docuserie del futbolista del Real Betis, que arrasó el pasado jueves en audiencia con el episodio dedicado a la boda con Susana Saborido, cede 6.3 puntos de share y pierde 700.000 espectadores en tan solo una semana. Este "pinchazo" en el episodio más futbolero de la temporada no ha impedido que sea de lo más visto del prime time.
Sin filtros, sin apariencias y sin máscaras. La familia Sánchez desborda humildad y sencillez en todo lo que hace. Así, en el último programa de 'La penúltima y me voy', a Susana Saborido le tocó hablar sobre la difícil papeleta de estar casada con un futbolista de la talla de Joaquín.
Los problemas de Susana al estar casada con Joaquín
No todo es oro lo que reluce. Y mucho menos en familias bien posicionadas como es el caso de la familia de Joaquín. La vida de un futbolista no es de color de rosas, y al margen de la gran cantidad de dinero que ganan, los problemas y las carencias familiares son evidentes.
Muchos viajes, partidos, entrenamientos y un estilo de vida que invita poco a la conciliación familiar. Sin embargo, Joaquín asegura haber estado al lado de los suyos cuando más lo necesitaban.
Forma parte de su forma de ser, y como él mismo afirma: "Si no ha estado es porque no ha podido", refiriéndose a momentos importantes en los que le tocaba estar al lado de los suyos pero por motivos de viajes y concentraciones no pudo.
"Cuando te casas con un futbolista tienes que asumir una serie de cosas, como que no va a estar en ciertos momentos", asegura Susana Saborido. Después de más de 20 años juntos, Susana admite que le costó confiar en él por "la fama que suelen tener los futoblistas". Pero Joaquín es un futbolista diferente, de esos en los que se ve antes el corazón que el profesional.
"Susana es un pilar fundamental para mí", dijo sin tapujos Joaquín Sánchez, a la vez que Susana afirmaba lo "orgullosas" que están sus hijas de su padre. "Hemos hecho lo posible para que mis hijas no sintieran la ausencia de 'Joaqui'", expone ella. "En cumpleaños y días especiales he estado. Si he faltado, ha sido porque no he tenido más remedio", apunta el futbolista del Real Betis.
Susana Saborido sobre la ausencia de Joaquín en casa: "Cada vez lo llevo peor"
Sin embargo, hay veces que por caprichos del destino a Joaquín le ha tocado viajar con el equipo y ausentarse durante varios días e incluso semanas. "A mí me ha tocado ir a hospital con mi niña con fiebre yo sola o afrontar el fallecimiento de un ser querido y te ves sola", confiesa Susana, que entiende la profesión de su marido y que este tipo de cosas pueden pasar.
Pero por mucho que te lo avisen, no es nada fácil de gestionar. "Lo peor de ser la mujer de un futbolista son los momentos de soledad. Él pasa mucho tiempo fuera", confiesa la sevillana.
"Tienes de todo, pero también tienes otras carencias", asegura Susana, haciendo referencia a la típica opinión que suele tener la gente sobre su vida. "Cuando no era la Selección, era la Champions o la Copa. Yo me tiraba el mes sola", zanjaba la mujer del futbolista que aseguraba "llevarlo cada vez peor".
