jueves. 25.04.2024
Canales y Vicens a hombros
Canales y Vicens a hombros | Foto: Marciano Breña

Villamartín (Cádiz), sábado, 24 de septiembre de 2022. Corrida de toros organizada por Velagua Eventos con motivo de su Feria de San Mateo. Tarde soleada con viento fuerte. Media entrada de público. Preside Sandra Pinto, concejal de Mantenimiento. Ameniza la Banda de la Agrupación Musical “Manuel Fraile” de Villamartín.

Se lidian seis reses de la ganadería de Fermín Bohórquez (que pasta en Jerez de la Frontera, Cádiz), de escasa morfología, con tres y dos años los de rejones, y en general de juego variado. En el arrastre, el primero y el quinto tuvieron palmitas; el sexto recibió la vuelta al ruedo.

Paseíllo en Villamartín | Foto: Marciano Breña
Paseíllo en Villamartín | Foto: Marciano Breña

Lea Vicens, tres pinchazos y rejón trasero con dos descabellos; saludo por su cuenta. Rejonazo trasero y desprendido; dos orejas.

Juna Serrano Finito de Córdoba, estocada atravesada y tendida con cinco golpes de descabello después de dos avisos; silencio. Media estocada y cinco golpes de descabello, con aviso; silencio.

José Antonio Canales Rivera, ocho pinchazos y entera después de aviso; silencio. Pinchazo y estocada honda arriba, con aviso; dos orejas y rabo.

Incidencias: interviene de sobresaliente Diego Hermosilla. En banderillas destacan Fernando Pereira (de la cuadrilla de Finito) y David Oliva (de la cuadrilla de Canales Rivera), el cual en el sexto se desmontera con su compañero de palos. Lea Vicens y Canales Rivera salen a hombros.

Comentario

Llega la feria a la localidad serrana de Villamartín, que dispone de plaza portátil permanente. En ella hemos visto buenas tardes de toros. Este año se formula cartel mixto, con la rejoneadora que lleva tres temporadas seguidas quedando como primera del escalafón, con un torero veterano, que está dando sus últimas temporadas, y otro también veterano que vuelve a la actividad impulsado por la actividad de sus andanzas televisivas.

Lea Vicens | Foto: Marciano Breña
Lea Vicens | Foto: Marciano Breña

Lea Vicens

Lea Vicens, de chaquetilla verde, en su primero, un utrero, saca tanto en el paseíllo como para recibir de salida al lusitano tordo Mosquito y sobre él pone un rejón arriba después de correr alrededor del anillo en varios círculos; coge otro rejón, prueba al novillo y renuncia a ponerlo. Sobre Diamante, otro lusitano tordo, tarda en poner la farpa porque el caballo bate mucho y tiene que quebrar en falso hasta en dos intentos previos; hay una segunda farpa que pone al segundo intento.

Saca a Deseado para poner dos banderillas consecutivas, a toro pasado, aunque después de cada clavada se luce con piafé en la cara del cornúpeto. Por último, un caballo nuevo, de nombre Fermín, sale para poner dos cortas y cuando va a recoger el rejón de muerte le cantan un fandango en el tendido. El toro se refugia en tablas y cuesta sacarlo de ahí para la suerte suprema, teniendo finalmente la rejoneadora que echar pie a tierra.

A su segundo, un eral, lo para montada sobre Sorpresa, un cruzado de capa palomina, le coloca un rejón en lo alto y luego un segundo que queda un poco trasero. Después saca a Aladín, luso-árabe tordo, para encelar con la grupa y dejar farpa arriba; en la segunda vuelve a encelar con la grupa y se va a tablas para desde ahí avanzar de frente y finalmente cuartear para clavar otra vez arriba; hay una tercera farpa y una cuarta, ésta muy trasera.

Sobre Bético, caballo de Deporte Español y estrella de la cuadra, se luce avanzando con paso español y en el primer intento falla cayendo el palo al suelo; la segunda queda arriba y se adorna jugando, con un caballo muy expresivo. Greco, lusitano, sale para poner tres banderillas cortas y hacer alardes de doma. Para el último tercio saca a Espontáneo, tordo atruchado, veterano en lides de suerte suprema que da varias vueltas alrededor del funo hasta dejarlo a punto.

Lea sobre Bético | Foto: Marciano Breña
Lea sobre Bético | Foto: Marciano Breña

Finito de Córdoba

Finito de Córdoba, de catafalco y oro, en su primero, bien armado, recibe con unos lances de tanteo seguidos de cuatro verónicas bien dadas, avanzando hacia el centro, y tres medias. En el caballo es bien cogido y sigue un quite breve de verónica y media elegante. El primer par y el tercero se ponen bien.

Brinda al público e inicia faena por alto de tablas a medios para seguir con tanda breve en redondo; con la izquierda hay toreo aplaudido y por la derecha, tanda elegante iniciada con molinete; otra vez a izquierda, van unos ayudados seguidos de naturales con toreo vertical con un toro que acude noble, condición que mantiene en la siguiente tanda; finalmente, con la derecha ejecuta algunos lances y un macheteo.

En los descabellos vemos la fea costumbre de obligar al toro a humillar mediante el recurso de pinchar en el hocico, costumbre que debería estar sancionada.

A su segundo, anovillado, le aplica unos lances de aliño. En el caballo es mal cogido, con puyazo caído y corregido, con lo que son dos puyazos, largos y con barreneo. En los palos anda bien Fernando Pereira.

El inicio con la muleta es dubitativo pero a continuación en los medios hay buena tanda de toreo vertical y otra en redondo pero ahora poniendo distancia entre toro y torero; con la izquierda salen unos ayudados a media altura; de nuevo a diestra, baja un poco la mano pero el bicho sale con la cabeza alta; hay nueva tanda, esforzada, y el burel sale cada vez más distraído; insiste Fino en otra y el resultado es el mismo.

Se acabó. No muestra el torero cordobés mucha decisión a la hora del descabello, lanzándolo desde lejos y fuera de la línea recta.

Finito de Córdoba | Foto: Marciano Breña
Finito de Córdoba | Foto: Marciano Breña

Canales Rivera

Canales Rivera, de rosa y azabache, en su primero, recibe junto a tablas por verónicas seguidas de chicuelinas hacia los medios y media de rodillas con revolera final. La puya se pone a modo. Hay buen tercio de banderillas. Brinda al público y en tablas da unos lances de prueba; ya en los medios, no se confía y el toro no se emplea aunque es pegajoso, con lo que todo queda en faena de aliño.

En el manejo de la espada en este primero de su lote se vislumbra el tiempo que lleva el torero actuando poco y anda lejos de aquel torero que una vez ganó el premio a la mejor estocada en El Puerto de Santa María.

A su segundo, con un número en la paleta que parece un nueve, le aplica verónicas de buen trazo avanzando, media y chicuelina. El picador pone dos puyazos en uno, con protestas del público; el quite va por navarras y serpentina. Vemos un buen tercio de garapullos, incluyendo una persecución angustiosa del toro al primer banderillero.

Brinda a ese subalterno que sufrió la persecución y empieza sentado en el estribo para tres pases que anuncian otra actitud, seguidos de muletazos firmes en pie, arrancando fuertes aplausos; sigue tanda en redondo, aplaudida; con la izquierda salen los pases ligados, con un animal que hace el avión, y sigue nueva tanda buena, acompasada y con el torero entregado; de nuevo a diestra, salen cuatro circulares y pases mirando al tendido hasta que lo única que queda hacer es tirar la muleta, en gesto un tanto aparatoso.

El novillo ha resultado ser un buen novillo. Queda la preparación, a realizar con la izquierda. El animal arda en caer, lo que no es obstáculo para que caigan los máximos trofeos.

Canales Rivera | Foto: Marciano Breña
Canales Rivera | Foto: Marciano Breña

Consideraciones finales

Queremos terminar esta crónica con una atención a la edad de las reses lidiadas. No haremos incidencia en la presentación porque, al fin y al cabo, se trata de festejo en plaza portátil, pero sí nos referiremos a la edad. El cartel anunciador habla de “corrida de toros” pero el segundo animal de rejones era un eral (y el primero era utrero).

Es verdad que el reglamento andaluz permite que en plazas de tercera y portátiles los rejoneadores puedan lidiar novillos. Es algo que no existe en el reglamento nacional y que va contra el deseo de muchos que luchan por dar al rejoneo categoría y reconocimiento como el toreo a pie.

Sin embargo, lo que es aceptable es que una rejoneadora de toros lidie un eral; los animales de dos años deben reservarse para los rejoneadores de novillos-toros, que son los que no han tomado la alternativa, en tanto que doña Lea Vicens la tomó en 2013. Algo similar podemos decir de los animales de toreo a pie con guarismo dudoso.

La verdad es que la responsabilidad última la tiene la presidenta del espectáculo, mujer a la que, por ser concejal, la ponen a presidir algo de lo que no entiende mucho. Literalmente, entiende algo de toros pero hasta el punto de tener que saber que deben llevar un guarismo marcado, indicando el año de nacimiento, no; a eso no llega.

El señor alcalde debe tomar nota para no volver a nombrarla presidenta de un festejo taurino. O si no, la delegada de Gobierno de la Junta debe tomar cartas en el asunto. Recordemos que aquí, en Villamartín, la Delegación de Gobierno sancionó a un presidente con la retirada definitiva por conceder un indulto. Ahora queremos otra medida similar, por el bien de la Fiesta.

En Villamartín, Lea Vicens y Canales Rivera salen a hombros