viernes. 26.04.2024

V parte de la batalla de Madrid: epílogo y conclusiones

La campaña esquizofrénica llevada a cabo por el PSOE, diciendo una cosa y su contraria al mismo tipo, no ha servido de nada salvo para Díaz Ayuso
Ángel Gabilondo y Pedro Sánchez PSOE
Ángel Gabilondo y Pedro Sánchez PSOE

Se acabaron las especulaciones, los madrileños han hablado y lo han hecho alto y claro, comencemos con los datos fríos. La participación ha sido altísima, un 76,25 % frente a un 64,27% en 2019, lo que otorga una gran legitimidad a os resultados obtenidos.

  • El PP, o mejor dicho, Isabel Díaz Ayuso, ha sido la gran ganadora de estos comicios obteniendo más de 1,6 M. de votos que representan casi el 45% de las papeletas válidas y le otorgan 65 diputados, a sólo 4 de la mayoría absoluta. Ha multiplicado por dos el número de votos en apenas dos años.
  • Más Madrid ha sido el otro triunfador de la noche, ha superado, por muy poco al PSOE y se coloca como segunda fuerza más votada con 24 diputados, 4 más de los que tenía, obteniendo el apoyo de 614.000 votantes.
  • El PSOE ha quedado en tercer lugar y es uno de los grandes derrotados, ha perdido 13 diputados y 274.000 votos, quedándose también con 24 diputados pero 4.500 votos menos que Más Madrid.
  • Vox, que tenía una papeleta muy complicada, ha obtenido 13 diputados, 1 más de los que tenía y ha salvado los muebles consolidándose en Madrid.
  • Podemos, o más bien Pablo Iglesias, apenas ha mejorado los resultados anteriores en 3 diputados y ha quedado relegado a quinta y última fuerza política con representación con 10 diputados, muy alejado de las pretensiones de su entonces líder que abandonó la vicepresidencia del gobierno para postularse como el antídoto contra Ayuso.
  • Ciudadanos ha confirmado los peores pronósticos, como viene siendo habitual en las últimas convocatorias electorales, y ha pedido en sólo dos años su grupo parlamentario al completo, 26 diputados y medio millón de votos, un castigo sin precedentes que deja a la formación naranja sin representación en el parlamento de la Comunidad de Madrid.

Después de los datos fríos toca el análisis y la opinión, ahí vamos:

  • Lo primero sería señalar que, si alguien ha seguido esta serie de artículos denominada “la batalla de Madrid” comprobará como todas las previsiones que realicé en base al promedio de las principales encuestas realizadas se ha cumplido en su práctica totalidad.
  • Como nota discordante las encuestas ofrecidas por el CIS de Tezanos han puesto de manifiesto, una vez más, la falta de rigor de estas y la parcialidad con la que actúa este supuesto servidor público en la información que cocina a mayor gloria de su jefe, el señor Sánchez. No le ha servido de gran cosa salvo para quedar retratado, una vez más.
  • La victoria de Ayuso ha sido incontestable y su estrategia de campaña acertadísima de principio a fin, planteando estas elecciones como un plebiscito sobre su gestión durante la pandemia y ocultando las siglas PP hasta en los mítines. Un gran acierto de su equipo de asesores encabezado por Miguel Ángel Rodríguez. Su jefe de campaña.
  • Esta victoria apabullante le abre al Partido Popular la puerta a la reunificación del centroderecha moderada con la desaparición de Ciudadanos, que la sepan aprovechar o no es otro cantar.
  • El castigo recibido por el PSOE es un castigo al sanchismo, a sus mentiras constantes, a su afán por mantenerse en el poder, aunque el precio a pagar sea tan alto como el sacrificio del interés general. Envió al matadero al bueno del señor Gabilondo, que a sus 72 años ya debería estar disfrutando de un merecido descanso y lo abandonaron a su suerte cuando vieron que la debacle iba a ser de las que hacen historia. La marca PSOE, que antaño era la marca política más valorada, la que sirve para todo, la que acapara todo, se está demostrando anticuada y caduca y ya no atrae el votante de izquierdas más joven. Se ciernen nubarrones de obsolescencia en el futuro para el partido socialista.

La campaña esquizofrénica llevada a cabo por el PSOE, diciendo una cosa y su contraria al mismo tipo, dando el protagonismo a Sánchez para luego desaparecer y dejar sólo ante el peligro a Gabilondo, no ha servido de nada salvo para Ayuso ya que ha contribuido a engrandecer su figura y ha demostrado que el votante quiere mensajes claros, concretos, y no perdona la incertidumbre.

  • Con Más Madrid me surgen muchas dudas, ¿será flor de un día o serán capaces de aglutinar a la izquierda madrileña en torno a su proyecto y a su líder Mónica García?, que no se si se han enterado pero “es madre y médica” … como si no hubiera ninguna más sobre el planeta. ¿Se limitarán a ser un partido regional o intentarán resucitar el proyecto de “Más País”?, porque decir “Más España”, como todo el mundo sabe, es de fachas.
  • En cuanto a Vox considero que el resultado, teniendo en cuenta las dificultades que se encontraban para encontrar mensajes diferenciales frente a su principal competidor, el Partido popular, han salvo los muebles y esperarán circunstancias más favorables para crecer.

Como bien ha reconocido Ayuso una parte del voto obtenido es un voto prestado, seguramente los prestamistas han sido, en buena medida, votantes de Vox, y en la próximas generales los resultados podrían ser bien distintos.

  • Dejo para el final y con profunda pena a Ciudadanos, la formación naranja está recogiendo de golpe todos los errores internos y externos del pasado, el más reciente la chapuza perpetrada en Murcia que puede haber supuesto el inicio del fin de este partido y todo ello sumado a sus posiciones erráticas que han acabado por desencantar a su electorado y buena parte de su militancia.

¿Dónde quedaron las grandes propuestas y las grandes reformas estructurales para España que antaño entusiasmaron a miles de españoles hartos del bipartidismo y lo que conllevaba?.

Y todo ello a pesar de que su candidato, Edmundo Bal, ha hecho una buena campaña, especialmente en su segunda mitad, porque el inicio fue como de costumbre, como en Cataluña, malo y errático, consiguiendo volver a la senda de las propuestas concretas y movilizando a sus fieles como en épocas pretéritas más felices, aunque, esta vez, demasiado tarde.

Terminaré este artículo asumiendo el riesgo de aventurar algunas consecuencias:

  • La primera es que se ha dado el primer paso para la vuelta al bipartidismo, no será ni hoy ni mañana, pero los dos partidos que pusieron en jaque este sistema político de arco de medio de punto formado por PP y PSOE, me refiero a Podemos y Ciudadanos, están a punto de fenecer fruto de sus errores por un lado, y de los aciertos y la tremenda artillería mediática de sus rivales por otro. Que esa vuelta al bipartidismo sea con las mismas siglas es lo que me genera más dudas, seguramente en los próximos años veamos reagrupamientos con nuevas siglas que terminarán siendo los mismos perros con distintos collares.
  • A corto plazo los efectos del terremoto madrileño se han comenzado a sentir en otras regiones españoles, en Valencia se ha producido deserciones de cuatro diputados de Ciudadanos, todos del casting de Fran Hervías, que se pasan al grupo mixto pero no renuncian a su acta y seguramente estos movimientos continuarán produciéndose de forma paulatina pero sistemática y constante.
  • No sería descartable que Andalucía vaya detrás, a pesar de la buena sintonía existente entre Juan Marín y Juan Manuel Moreno, la realidad es que hay disensiones en el grupo parlamentario naranja y que muchos van a intentar salvar su posición y su nómina, ya sabemos que en la sociedad civil hace mucho frío y en Andalucía más, a pesar de lo benigno del clima.
  • Lo anterior, si se confirman mis predicciones, traería como consecuencia, con casi total seguridad, la convocatoria de unas elecciones anticipadas en la comunidad andaluza que sitúo a finales de este año. No debo ser el único que lo piensa puesta que el PSOE se ha puesto manos a la obra y con urgencia para designar un candidatos, con una interesante batalla entre “susanistas”, “sanchistas” y algún actor invitado, y es que el momento, electoralmente hablando, para el PP en Andalucía, no puede ser más favorable, con el viento de cola del efecto Ayuso, con las encuestas que, ya antes de lo sucedido en Madrid, les eran muy favorables, fruto de la razonablemente buena gestión que están realizando en Andalucía ambas formaciones, PP y Cs y con sus rivales descabezados y desnortados, unos buscando líder y otros buscando la fórmula mágica que les permita sobrevivir.

V parte de la batalla de Madrid: epílogo y conclusiones