Al menos 16 heridos, 10 por bala, es el último balance del tiroteo provocado por un hombre el martes en plena hora punta en el metro de Nueva York. “Realmente hemos tenido suerte de que no fuera mucho peor de lo que ha sido”, manifestó en rueda de prensa la jefa de la policía de Nueva York, Keechant Sewel.
La Policía de Nueva York está buscando a Frank James como principal sospechoso y ofrece una recompensa de 50.000 dólares por la información que sirva para detener al autor del tiroteo que se volatilizó en medio del caos.
Los testigos describieron a un hombre de piel oscura sentado en el segundo vagón del metro que vestía un chaleco naranja y una sudadera gris con capucha y mascarilla quirúrgica.
Las autoridades encontraron en la escena del crimen una llave de una furgoneta de alquiler de la compañía U-Haul, esto llevó a la localización del vehículo en Brooklyn. James fue identificado como la persona que alquiló la furgoneta.
La policía está tratando de "localizarle para determinar su conexión con el tiroteo del metro". James, de 62 años, había publicado en sus redes sociales, según la Policía, "comentarios intolerantes repletos de retórica nacionalista negra".
Este suceso ocurre en plena ola de violencia en Nueva York y cuando la Autoridad de Transporte Metropolitano pugna por recuperar la normalidad tras el bajón de pasajeros a causa de la pandemia.