viernes. 26.04.2024

“La gracia no se trasplanta ni se opera"

El actor y humorista jerezano Manolo Medina pública sus memorias

¿Cómo y por qué surge en este preciso momento la idea de publicar su biografía?

La realidad es que no ha sido idea mía. La idea se me deja caer en la celebración del aniversario de una revista de publicación local, en Málaga y de gran prestigio, pero como no le di importancia. En un principio se habló de sacar la historia de mi obra ‘Dos hombres solos, sin punto com...ni na’ y aquella idea acabó en escribir mi biografía. No ha sido una idea pensada, más bien una casualidad, una maravillosa casualidad porque yo estoy encantadísimo.

Recordemos a nuestros lectores qué editorial ha publicado esta obra y dónde puede adquirirse…

La editorial es Anáfora y el autor de esta biografía autorizada es Miguel Ángel Magnani. De momento, porque en una fecha no muy lejana estará en las grandes plataformas de manera física lo pueden adquirir en Amazon y en "La nueva libros" y en librería "Alavera" en Jerez.

¿La elaboración del libro -el rescate y la puesta al día de tantos recuerdos y tantísimas vivencias- le ha propiciado más lágrimas (añoranzas) que alegrías o viceversa?

Yo he tenido una infancia muy normal y feliz, por lo que si se han escapado lágrimas… han sido lágrimas de nostalgia. Las de pena y dolor lo han hecho al recordar a esos seres queridos que nunca se tendrían que haber ido. Si hubo un capítulo muy desagradable, con tan solo ocho años, protagonizado por un pervertido sexual que me costó mucho tiempo superar y que se cuenta en el libro con pelos y señales.

Una biografía es una revisión interior. Mirarse frente a frente en el espejo de su verdad. Una especie de radiografía del alma. Durante todo el proceso de reconstrucción de su propia memoria -vista ahora en perspectiva-, ¿ha descubierto algo de usted que desconocía?

Pues, mira, curiosamente no. Fíjate que he repasado toda mi vida y, más que descubierto, he vuelto a constatar algo: que sigo siendo el mismo inocente que abre las puertas de vida y de su casa a todo el mundo sin esperar nada a cambio. Así me ha ido (ríe).

Destaque algún recuerdo reseñable de su infancia…

Hay muchos, sobre todo los vividos en casa de mis abuelos en la calle Prieta 19. Sí recuerdo mucho el olor a puchero de esa casa, el olor a ropa limpia, el olor a té moruno y aquellos panes que me comía con mi abuelo en la puerta de la casa a pellizcos, eso sí que es inolvidable.

¿De qué parte del libro se siente más satisfecho o resaltaría y el porqué?

El libro es interesante desde el principio hasta el final y no es publicidad escondida. Mi nacimiento ya fue singular al darme los médicos por muerto a la hora de nacer y toda mi infancia, mi ambición artística descubierta tempranamente así como mi inclinación sexual descubierta tardíamente. 53 años, aunque pocos, dan que hablar. Mi vida se ha mezclado, por mi profesión, con familias muy conocidas de este país como los Ordoñez o los Janeiro.

Si tuviéramos que reseñar un par de momentos muy duros de su vida y, paralelamente, dos bien felices… ¿por cuáles se inclinaría?

¡Uf! Han habido muchos tanto buenos como malos. Buenos, pues el nacimiento de mi hermana y el día que noté por primera vez el reconocimiento de un público, el día que me sentí verdaderamente artista, el día que publique mi tendencia sexual a los cuatro vientos. Malos, pues el fallecimiento de mi madre o de mi abuela, el día de aquel desagradable episodio sexual, o el sentir cómo mi matrimonio de desvanecía.

¿Qué ha supuesto ‘Dos hombres solos…’ en su trayectoria artística?

Mira, el pasado mes de diciembre estuve en México porque ‘Dos hombres solos...’ se ha estrenado allí con actores mejicanos. Es ahí cuando tuve conciencia de lo que significaba en el mundo del humor esta comedia. 17 años ininterrumpidos en la cartelera teatral de este país, no es nada… pero nada fácil. Ver cómo tu trabajo cruza el charco, imagínate. ‘Dos hombres solos...’ es algo diferente creado desde la inocencia de un humor que ha calado en lo más hondo del público español y que espero que en México pase lo mismo. ‘Dos hombres solos...’ es el mejor homenaje que le podría hacer a mi madre, que es, indiscutiblemente, la verdadera protagonista de esta historia.

¿El humor es la terapia -por antonomasia- del siglo XXI?

Si tú supieras la cantidad de gente que, bien en persona o a través de redes, nos dan las gracias por hacerles pasar un buen rato y por ayudarles a olvidar las penas, te sorprenderías. Recuerdo aquella señora que nos dijo que hacía un año que se le había matado un hijo con 17 años en un accidente de moto, y el día de nuestra actuación había conseguido reírse por fin. Fíjate si la risa es terapia.

¿Su biografía vale más por lo que dice que por lo que calla? ¿Ha callado mucho?

Que no te quepa la menor duda. Hay temas en los que me he quedado callado, teniendo la oportunidad de hablar sin nadie que me lo impida, por varias razones. Primero porque creo que no es el foro adecuado y segundo, y más importante, por respeto a la gente que de verdad tendría que haber hablado y no lo ha hecho. De mí se han dicho barbaridades y mentiras deleznables que me han hecho mucho daño, y te aseguro que esta verdad se sabrá, pero no en mi libro.

¿El humorista nace o se hace?

Se nace, indiscutiblemente. Hay mucho actor que interpreta humor, pero el humorista de verdad se pare. Y ahí no me cuesta trabajo decir que mi madre me parió humorista.

El humor es muy difícil de hacer y mucho más de transmitir. Alguien me dijo que la gracia era como la guapura. No, para nada. Tu naces feo y metiéndote en un quirófano te conviertes en los más bonito del mundo. Pero la gracia ni se trasplanta ni se opera.

¿Qué desearía añadir?

Sólo que en esas 337 páginas no está toda mi vida, pero sí mucha verdad de esta. Nadie quedará indiferente al leer mi biografía. Manolo Medina es Manolo Medina vestido y desnudo y eso hay gente que no le entiende.

“La gracia no se trasplanta ni se opera"