
Joaquín Sánchez lleva la humildad en la sangre. Procedente de una familia humilde y trabajadora de El Puerto de Santa María, Joaquín no es solo el capitán del Real Betis Balompié, sino que también es hijo, hermano y padre. Desde Jerez de la Frontera hasta el último rincón de España, todos conocemos a Joaquín el de la finta y el sprint, y el que también se pasea por los platós de El Hormiguero o Mi casa es la tuya.
Sin embargo, Isabel, Amalia, María José, Ani, Juan José, Aurelio y Ricardo, son los hermanos de Joaquín y ellos conocen mejor que nadie la gran persona que hay en el "Joaquí" hermano más allá del futbolista.

Con Aurelio Sánchez y Ana Rodríguez como los pilares de la familia Sánchez, la pareja ha criado a una familia hermosa, que ha visto recompensada el esfuerzo de una vida con un hijo futbolista. Pero no solo futbolista, sino un hijo que es una leyenda en su club y uno de los deportistas más queridos del país.
Por ello, Joaquín nunca ha olvidado sus orígenes y siempre ha recalcado que quienes le han inculcado a él y a todos sus hermanos el verdadero valor del trabajo duro y la familia para poder salir adelante en las situaciones más adversas.
Los hermanos de Joaquín
Nacido en El Puerto de Santa María (Cádiz) hace ya 41 años, Joaquín fue el más pequeño de 7 hermanos, por lo que siempre fue "el más consentido" de todos, dentro de lo que sus padres podían permitirse.
En aquel entonces, Joaquín y sus hermanos vivía en una vivienda de El Puerto de Santa María con solo 3 habitaciones para una familia de 10 personas. Según ha contado Joaquín en diversas ocasiones, esta época marcó su infancia, juventud y adultez, desde el punto de vista personal y profesional.

Sobre sus hermanos, Lucas llegó a jugar de manera profesional y Ricardo también, pero nunca al máximo nivel como si ha conseguido durante tantas temporadas un Joaquín que a final de curso colgará las botas.
Sin dejar de lado a la figura de su madre, que fue el pilar familiar, y de su fallecido tío El Chino, fue su padre el hombre que le heredó no sólo el amor por el deporte, sino su característico humor, que floreció rodeado de la mejor compañía, sus hermanos.
De hecho, dos de sus hermanos mayores son los encargados de regentar el famoso bar de su tío El Chino, que aún se encuentra activo en el mismo sitio de su fundación en El Puerto de Santa María.
Precisamente, en aquel bar Joaquín recuerda con mucho orgullo y nostalgia todas aquellas tardes en el que él y su familia pasaban allí.
Joaquín, una persona de lo más familiar
Pese a que Joaquín siente devoción por su familia, el futbolista no se saca de la mente a su tío, El Chino, a quien considera como su segundo padre y una de las personas más importantes en toda la trayectoria del gaditano.
No hay nada más doloroso para un futbolista que el tener que colgar las botas. Pero en el caso de Joaquín, con 41 años y con una trayectoria impecable a sus espaldas, quizá la pena sea un poco más dulce y alegre, pues es un auténtico privilegiado que se ha convertido en la mayor leyenda de la historia del Real Betis.

Para llegar a este punto de su vida, Joaquín ha tenido que trabajar mucho. Y también, sufrir por los que no han estado a su vera durante su larga carrera como futbolista. Sin embargo, la "mayor pena" que Joaquín tiene es que su tío, El Chino, no haya podido verlo debutar como futbolista profesional.
Desde el primer día la conexión con su tío fue de lo más especial, siendo su ojito derecho hasta que nos dejó hace cuestión de 20 años. Sin embargo, como si de un ángel de la guarda se tratara, El Chino ha podido desde el cielo proteger a su sobrino y verle triunfar al más alto nivel, levantando títulos con el Real Betis, jugando un Mundial o llegando a jugar la Champions League con el Málaga.
Por lo tanto, no cabe duda que Amalia, Isabel, Lucas, Ani, María José, Juan José y Ricardo están más que orgullosos de Joaquín, como hermano y como persona. Como podemos comprobar, así es Joaquín y su familia, personas normales y corrientes que fueron determinantes en la vida de un futbolista para la historia del deporte andaluz.