viernes. 26.04.2024

Una tribu de aborígenes que vive en el Paleolítico mata a un turista

El suceso ha tenido lugar en una terrorífica isla de prohibido acceso

Parece un suceso de otra época. De otro siglo. De otro tiempo. Un turista -estadounidense para más señas- ha sido violentamente asesinado por un grupo de aborígenes, en la remota -remotísima- isla de Sentinel del Norte (o Centinela del Norte, como así se suele hispanizar en ocasiones) en el archipiélago de Andamán, administrado por la India.

La última vez que fue visto, el turista buscaba llegar a su destino acompañado de unos pescadores locales. Precisamente fueron estos quienes no dudaron en alertar a "un amigo local" del fallecido, quien -en idéntico sentido- a su vez advirtió a las autoridades, tal y como ha relatado el portavoz de la Policía de Andamán, Jatin Narwal. Si bien la policía en puridad desconoce la forma exacta en la que se produjo tan trágica muerte, la investigación sí ha podido determinar que el turista fue asesinado por los habitantes de la isla…

Habitantes que, bajo ningún contexto, permiten el contacto exterior. Algunos medios afirman que perdió la vida tras recibir el impacto de varias flechas tan pronto pisó tierra. ¿Se trata de una isla pérdida? No. ¿De una isla prohibida? Sin duda de ninguna clase. Una isla misteriosa. Una isla del terror. Una isla vade retro.

Fue a partir de 1997 cuando el gobierno de la India prohibiría la entrada en la isla. Absolutamente prohibida. Esta norma se implantó a raíz de la aciaga experiencia de los Jawara: una tribu que habitaba las cercanas islas a Sentinel del Norte – y que paradójicamente acabó al borde de la extinción como consecuencia del turismo y de los safaris humanos-.

Por si no quedaba clara la postura, el mismo gobierno del país ha manifestado que bajo ningún concepto actuará ni se sentirá responsable ante el asesinato o asesinatos de aquellos que se salten la norma. En este sentido cabe subrayar que este tipo de contactos además supone un serio peligro para los indígenas de todo el mundo. No se trata de una excepción.

Porque aquellos que permanecen al margen del mundo occidental, del mundo civilizado, no han desarrollado las defensas naturales contra muchas enfermedades que sí representan peligro para el resto del mundo y que inclusive los turistas podrían transmitir sin apenas percatarse. Sin darse cuenta.

Esto no quiere decir que siempre haya sido así. No se debe obviar que entre 1991 y 1997 sí hubo varios contactos que pudieran considerarse exitosos. Por entero pacíficos. Digamos que el primero y más conocido aconteció cuando el antropólogo indio Triloknath Pandit viajó a la isla a ofrecer regalos a sus habitantes. Desde entonces, no obstante, los indígenas han vuelto a adoptar su hostil política. Muy hostil. Tremendamente hostil.

Así pues: desde 1997 han asesinado a todo aquel que entraba en su territorio, en la mayoría de casos pescadores. Para colmo de males Sentinel del Norte recibió un tremendo impacto del tsunami de 2004. Hasta tal punto que los movimientos sísmicos llegaron a cambiar la topografía de la isla. Fue tres días después, y a través de un helicóptero, cuando se comprobó que los aborígenes seguían bien, en perfecto estado. Como así se demostró con su habitual recibimiento a base de proyectiles.

Una tribu de aborígenes que vive en el Paleolítico mata a un turista