La Guardia Civil ha asestado un duro golpe, de nuevo, al narcotráfico en la provincia de Cádiz. Nueve personas han sido detenidas por pertenencia a una organización criminal dedicada a introducir hachís procedente de Marruecos a través del Estrecho de Gibraltar. Los detenidos utilizaban drones artesanales ensamblados por los propios integrantes del grupo, despegando desde Alcalá de los Gazules, para posteriormente arrojar la carga en el área de Vejer de la Frontera y Tarifa.
En total la Benemérita ha logrado interceptar ocho drones artesanales listos para su uso y otros diez en preparación, artefactos con capacidad para volar distancias de más de 200 kilómetros. Las pesquisas de los agentes permitieron detectar que los drones despegaban desde Alcalá de los Gazules (Cádiz). En esta localidad, la organización disponía de un centro de operaciones en un domicilio donde se almacenaban los equipos. Además, gracias a un sofisticado taller, podía llevarse a cabo la fabricación, ensamblaje y reparación de los drones utilizados.
Se ha podido conocer gracias a la investigación realizada por la Guardia Civil que este grupo criminal operaba habitualmente de madrugada, lanzando los drones desde una zona apartada en Alcalá de los Gazules hasta Marruecos. Ya de regreso, los drones liberaban la carga de hachís en la zona de Vejer de la Frontera y Tarifa durante el vuelo.
Los paquetes liberados contaban con un sistema de geolocalización enlazado por radiofrecuencias a un mando que emitía señales sonoras cuando se encontraba en las proximidades, una herramienta de vital importancia para que los encargados de la recogida de la droga pudieran detectar con facilidad y rapidez dónde se encontraban los paquetes. Una vez recogida la droga, era almacenada en casas rurales previamente alquiladas para evitar sospechas y asegurar la distribución posterior.
La organización podía llegar a introducir 200 kilos de hachís en una sola noche
La Guardia Civil ha dado a conocer que la organización criminal realizaba introducciones de droga de manera casi diaria, consiguiendo introducir en una sola noche alrededor de 200 kilos de hachís. Los drones eran adquiridos a empresas de origen asiáticos y posteriormente modificados para otorgarles mayor autonomía, resistencia y capacidad de carga. Asimismo, se adaptaban los sistemas electrónicos y se reforzaban los fuselajes con materiales ligeros, consiguiendo modelos únicos de alta eficacia para transportar la carga.
El operativo finalmente se ha saldado con la detención de nueve integrantes de la organización y la intervención de más de 150 kilos de hachís, 320.000 euros en efectivo, ocho drones artesanales completos y otros diez en proceso de montaje, junto con repuestos, herramientas y equipos electrónicos para su ensamblaje y control, de acuerdo con lo detallado por la Guardia Civil.
