La playa de la Barceloneta ha sido protagonista de aglomeraciones y botellones durante la madrugada de este sábado 17 de julio. Esto no sería noticia si en Cataluña no hubiese toque de queda, una medida que ha vuelto esta misma semana y que pretendía frenar la explosión de contagios de la quinta ola de Coronavirus.
Así, el Ejecutivo catalán decretó un toque de queda, que ha sido aprobado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), de 1.00 a 6.00 horas en aquellos municipios de más de 5.000 habitantes con una incidencia acumulada de más de 400 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días.
Sin embargo, la llegada del viernes no frenó que la playa de la Barceloneta se llenase de juventud para disfrutar de la noche. Según ha podido saber este medio, la juventud se resistió más de la cuenta para abandonar la playa, algo que tuvieron que hacer los Mossos d'Esquadra para desalojar la playa y que estas personas cumplieran con el toque de queda.
En este sentido, las multas en caso de incumplir el toque de queda pueden variar entre los 300 y los 6.000 euros, aunque el Govern habilitó ciertas excepciones para poder saltarse el toque de queda, como desplazamientos sanitarios, ir y volver del lugar de trabajo, profesionales de servicios esenciales, desplazamientos para el cuidado de menores con progenitores separados, o pasear animales de compañía, este último caso solo entre las 4.00 horas a las 6.00 horas.
