viernes. 26.04.2024

Llamamos combustible a cualquier sustancia que tiene la capacidad de arder en presencia de una sustancia inflamable mediante la aplicación de una energía de activación, como una chispa. Hay diferentes tipos de combustibles, pero sin duda, lo más utilizados son el de petróleo, carbón y gas natural.

Sabemos que el combustible para la mayoría de transportes está formado por petróleo, dando lugar a la gasolina. Pero, hay transportes más poderosos y complicados que el clásico coche. Por ello, nos salta la curiosidad: ¿Qué tipo de combustible usan los aviones?

Desde siempre, uno de los mayores sueños de las personas es poder volar. Pero este sueño no fue posible hasta principios del siglo XX, al desarrollar el primer motor de combustión interna. Hasta entonces no habían descubierto ningún mecanismo de propulsión que ayudara a contrarrestar los efectos de la gravedad y pudiera levantar un objeto tan pesado.

Evolución

La verdad es que en los primeros años de aviación, el combustible utilizado por las aeronaves era muy similar al utilizado por los coches. Con el paso del tiempo, se desarrolló el motor del pistón de aviación, que funcionaba con AVGAS (gasolina de aviación) como combustible.

Con el paso del tiempo, los ingenieros de aeronaves empezaron a requerir de motores más potentes y, por lo tanto, que los combustibles que se adaptaran a esas necesidades. En la década de 1930, se crearon los primeros motores de turbina de gas, que fueron alimentados con queroseno. Más tarde, los motores de aviación fueron evolucionado a motores jet, turbohélice y turbofán. Con la evolución de los motores, el combustible también tuvo que optimizarse.

Actualmente, casi todas las aeronaves funcionan con con combustible derivado del petróleo. Esto se debe a que estos combustibles líquidos contienen una mayor cantidad de energía que el gas y son más fáciles de manipular que los combustibles sólidos. Hay varios fabricantes de aviones que está intentando probar con otros combustibles más sostenibles, que reduzcan las emisiones de CO2. Pero, a pesar de ello, los combustibles fósiles siguen siendo la opción más viable por su contenido de energía, disponibilidad y precio.

Combustibles para aviones

Actualmente el combustible de aviación continúa basándose en el queroseno y principalmente son los siguientes:

Jet A-1. Es el más usado en motores jet, turbohélice y turbofán. Tiene un punto de inflamabilidad superior a 38°C, una temperatura de autoignición de 210°C, densidad de .804 kg/l y un punto de congelación de -47°C Estas características lo hacen ideal para viajes de largo alcance y rutas polares.

Jet A. Solo es comercializada en Estados Unidos y sus características son muy similares al Jet A-1. Con excepción de su punto de congelación de -40°C.

Jet B. También conocida como “wide-cut”, es una mezcla de 30% queroseno y 70% gasolina. Es muy utilizada en regiones con clima frío debido a que su punto de congelación es -60°C. Sin embargo, su volatilidad le brinda algunas desventajas, como evaporación en altitudes elevadas y riesgo de incendio durante su manejo y en caso de accidentes.

Avgas (Aviation Gasoline). Es un combustible para aviones de pistón y sus propiedades son estrictas debido a que debe resistir las condiciones de presión y temperatura dentro de los pistones sin realizar una preignición.

Medioambiente

Como hemos dicho anteriormente, en la actualidad, hay muchas aerolíneas comprometidas con cuidar el medioambiente a la vez que realizan su actividad. Desde hace un tiempo, tanto las empresas como los gobiernos están trabajando conjuntamente para reducir las emisiones de carbono al medioambiente; y así evitar el daño que estas le hacen al planeta. Tal es el caso, que investigadores de la Universidad de Oxford se han propuesto transformar el CO2 en combustible para aviones.

El tráfico de los aviones genera emisiones de CO2, por lo que en los últimos años se está avanzando rápidamente en la búsqueda por reducir estas emisiones. De hecho, algunas aerolíneas cuentan con algunos aviones de su flota estacionados debido a la reducción del número de viajes en avión. Han sido investigadores de la Universidad de Oxford los que han logrado un importante hito para el medioambiente; logrando convertir el CO2 en combustible para aviones, lo que da la posibilidad de lograr una gran reducción de las emisiones que produce el tráfico aéreo.

Tal y como se expone en la revista ‘Nature Communications’, con esta mecánica se pretende convertir los residuos generados al quemar un combustible fósil en un líquido que se podría utilizar como combustible; aprovechando dichos residuos y logrando reducir al máximo las emisiones que desprenden los aviones. Esto se lleva a cabo mediante un proceso de combustión orgánica que al aplicar calor sobre ácido cítrico; hidrógeno y un catalizador, hace que se genere un líquido que puede ser usado como combustible para aviones.

¿Qué tipo de combustible usan los aviones?