martes. 23.04.2024
Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña
Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña

El algecireño Daniel Rodríguez Duarte, Daniel Duarte, es uno de los mejores subalternos de la provincia de Cádiz. De hecho, fue reconocido como el mejor subalterno de 2021 en los I Premios Taurios Provincia de Cádiz que entregó la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. Reside desde hace tiempo en Los Barrios y allí vamos a buscarlo.

Nos citamos en la plaza de toros “La Montera” y pasamos adentro para ver cómo ha quedado tras la reciente reforma que le han hecho tras varios años cerrada. Ya se ha celebrado en ella un festival taurino benéfico, en el que Daniel ha participado en las filas del matador Miguel Ángel Pacheco. Aprovechamos para hacer algunas fotos y luego pasamos a la sede de la Peña del Toro Embolado, en los bajos de la plaza, donde podemos hablar con tranquilidad.

Daniel Duarte y Marciano Breña
Daniel Duarte y Marciano Breña

Daniel, ¿cómo surgió tu afición al toro?

En mi familia no hay antecedentes taurinos, pero mi abuelo y mis tíos trabajaron para la ganadería de don Manuel Álvarez. Yo quería ser torero desde que tenía uso de razón pero en mi casa eso era tabú, porque, cuando mi madre tenía cinco años, a mi abuelo lo mató un toro en la finca “El Patrón”. Cada vez que decía que quería ser torero me ponían en el fútbol, en el taekwondo o en el baloncesto, hasta que ya una tía mía le dijo a mi madre que me apuntaran a la escuela taurina porque me aburría de todo.

¿Cómo fue tu estancia en la escuela taurina?

Entré en la escuela de Algeciras en el año 1992, siendo director Salvador Mateo (hermano de Miguelín). Me presenté de luces en 1994, en Algeciras. Cuando entró de director el maestro Ruiz Miguel ya empiezan los certámenes y toreé bastantes, como el de Dax, donde quedé segundo. En el de Sevilla también quedé segundo y gané un capote de paseo. Participé en uno de Algeciras y otro de Los Barrios y los gané.

Entonces los alumnos de las escuelas toreaban novilladas sin caballos organizadas por las propias escuelas; hoy no es así. Toreé bastante sin caballos porque con quince años me fui a Madrid, con un tío mío que me puso en contacto con un señor dispuesto a ayudarme. Tuve experiencia en el Valle del Terror, lo que me sirvió mucho.

¿Cómo fue tu etapa de novillero con caballos?

Debuté con caballos el año 1998 en Talavera de la Reina, alternando con Diego Rueda y José Luis Triviño, con una novillada de Sepúlveda (encaste Atanasio). Fui con mucha ilusión porque estrené el traje de luces que había ganado en Algeciras y corté una oreja al primer novillo pero el segundo se rajó y no lo pudimos sacar de las tablas.

En Alcalá de Guadaira toreé tres novilladas seguidas dentro de un certamen. En la primera, con seis novillos de Conde de la Maza para seis, corté dos orejas; al día siguiente, con seis de Garzón para seis, lo mismo; en la final, de tres, corté una y una para ganar. El premio era una novillada en Sevilla, que la toreé como mi despedida antes de la alternativa. En total fueron cuarenta y seis novilladas con caballos.

Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña
Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña

Te convertiste en matador de toros

El año 2001 en Algeciras Ruiz Miguel nos dio la alternativa a mí y a Juan Repullo a la vez. La alternativa es el día soñado pero me quedé con la miel en los labios, sacando ovación y vuelta. El ganado, de Carmen y Araceli Pérez, no sirvió; uno de Repullo fue condenado a banderillas negras.

En 2002 toreamos los cuatro del pueblo (Gil Belmonte, José María Soler, Juan Repullo y yo) antes de Feria una de Barral, cinqueña, y corto dos orejas. Luego me ponen en Feria con ganado de Concha y Sierra y corto una; ahí el maestro Padilla corta una oreja a cada toro y José Luis Moreno corta una oreja.

En 2003 repetimos en Algeciras, pero en Feria, los cuatro del año anterior con toros de Millares y corté una oreja a cada toro. Al año siguiente toreo una de María Luis Domínguez Pérez de Vargas, con el Cid y Octavio Chacón; corté una oreja y el segundo toro me hirió. Ya no toreé más en Algeciras.

En 2005 dejé de torear y me puse a trabajar El maestro Ruiz Miguel me llevó a dos o tres festivales para que lo dejara. En uno me vio un hombre de Navalcarnero, Antonio Pérez, y decidió ayudarme; así, en 2006 toreé varias corridas, principalmente por Toledo. Al año siguiente aquello empieza a rodar bien pero perdí la ilusión por entrenar, porque no veía color; tenía cierta edad y trabajaba en el cortijo de Las Albutreras.

Un día me llaman a la finca por la noche para torear en Ondara al día siguiente. Es de estos días en que te juegas la vida; los toros eran de Concha y Sierra, grandes, pero corté una oreja (que aún la tengo en mi casa) y, al terminar, le digo a mi hermano (que era mi mozo de espadas): “Mira lo que tengo por ahí y llama al apoderado para decirle que ya no toreo más”. En total fueron treinta y dos corridas.

Daniel Duarte saludando
Daniel Duarte saludando

¿Cómo fue el paso a banderillero?

Siempre he estado vinculado al campo y al ganado bravo y yo me quería hacer picador, pero el mismo 2007 Ruiz Miguel me animó a ir con él en octubre a Segura de Segura para un festival y me saqué el carnet de subalterno. A última hora el maestro fue sustituido por Juan Ramón Romero, con el que al final debuté de subalterno. Tras varios festivales, mi primera corrida de banderillero fue en Atarfe, también con Juan Ramón, en su alternativa. Toreé mucho suelto y no me faltó hasta que me puse con Salvador Vega.

¿Cómo decide un subalterno ir de lidiador o de tercero?

A mí siempre me gustó torear con el capote, desde que empecé en la escuela. Lo de puntillero no me lo planteé en ningún momento.

¿Cómo te fue con Salvador Vega?

Muy bien. Estuve una temporada, la siguiente a la de su alternativa, y toreamos unas catorce corridas. Lleva mucho tiempo viviendo en Los Barrios, como yo. También fui suelto  y así hice unas cuarentas corridas.

¿Cómo te fue con David Galván?

Estuve con él desde que debutó con caballos hasta pasado un año desde su alternativa. Coincidí en la cuadrilla con Salvador Jiménez y Rafael Limón. Fue un tiempo muy bonito porque David era un novillero arrollador. La pena es que los animales le dieron muy fuerte y muy pronto; tiene mucho mérito. Tiene, para lo joven que es, muchas cornadas, algunas muy inoportunas.

¿Cómo te fue con Juan José Padilla?

Tras recuperarse de la cogida de Zaragoza, el maestro, a comienzos de 2012, fue a la finca de Ana Romero para torear dos vacas y los dos toreros sobreros de Zaragoza. Yo estaba allí y me impactó; tan delgado, llevaba el mismo vestido de luces de cuando resultó cogido. Más tarde, estando entrenando me llamó Antonio Caba para decirme que había salido un hombre de la cuadrilla de Padilla y que llamara a Diego Robles. Así fue y el entendimiento llegó rápido.

Entré con él a comienzos de 2013. Fueron cinco temporadas en el grupo especial, muy bonitas, toreando casi todos los días. Lo recordaré siempre, por los compañeros de cuadrilla, que éramos una familia, y por los sitios en que estuve, en España, en Francia, en Hispanoamérica, lo que ha sido un buen escaparate. He tenido suerte, porque las cosas me han ido saliendo bien. En 2017 me dan el Premio a la Mejor Brega de la temporada en Portugal.

Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña
Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña

Con Padilla banderilleabas poco

Lo justo, pero he podido torear con el capote, que es lo que más me gusta. Otra cosa importante es que he visto algunos indultos, como el de Sonajero (de Villa Carmela), en la Méjico. Lo regaló el maestro después de que ninguno de los anteriores embistiera; yo le animé porque en el sorteo lo quise meter en la corrida pero no me dejaron; le dije: “Maestro, éste va a embestir”.

Me acuerdo también que en Lucena fue indultado el toro Petrolero de Julio de la Puerta, uno de los más bravos de verdad que yo he visto; lo lidié yo. En Osuna indultaron al toro Pepe Luis, también de Julio de la Puerta. Un toro de Fuente Ymbro, en Pamplona, fue espectacular; su cabeza está en Casa Balbino, de Sanlúcar. Otro indultado fue Perejil, de Alcurrucén; lo había lidiado yo y me lo llevé a toriles, con la mala suerte de que no estaba abierta la puerta y se me rompen las fibras del cuádriceps antes de llegar al burladero, pero gracias a Mambrú no me cogió.

¿Cómo te ha ido con José María Manzanares?

Padilla se retira en 2018 y me contrato con Manzanares en octubre, pero luego me fui a América con el maestro Juan José, donde hice con él cinco corridas y un festival. Cuando volví nació mi hija y pude estar presente. Luego he convivido mucho José María a lo largo de cuatro temporadas. En 2019 me premian tanto en Linares como en Algeciras.

Ha sido una estancia muy bonita; ya era buena la convivencia con los compañeros en la cuadrilla de Padilla, pero en la siguiente etapa he vivido el cariño de José María, lo que era especial porque Manzanares padre siempre fue mi torero. Con Suso, Blázquez y luego Mambrú, hemos convivido mucho en el campo durante el invierno y he vuelto a la lidia completa incluyendo las banderillas, algo siempre acentuado en los que somos del Campo de Gibraltar por la referencia de Miguelín.

¿Por qué Manzanares ha hecho una renovación completa de su cuadrilla?

Los toreros todos tienen sus ciclos y quizás Manzanares habrá visto el momento de cambiar por su beneficio. Toreamos en Sevilla, en septiembre, y me vine para mi casa. Estoy muy agradecido al maestro por el sitio que me ha dado estos años. Necesitaba un cambio y este era el momento.

¿Has tenido alguna cogida seria?

La peor fue un porrazo que me pegó en la cabeza un toro en el campo; me reventó el oído y perdí parte de la audición y reflejo en medio cuerpo, de lo que me recuperé al cabo de mes y pico. En la plaza de Algeciras mi segundo toro de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas, el año 2004, entrando a matar, me dio una cornada partiendo el cuádriceps y llegando al fémur, con otra trayectoria de entrada y salida; fue la más fuerte. Luego he tenido puntazos y poco más, gracias a Dios.

Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña
Daniel Duarte | Foto: Marciano Breña

¿Cómo se gesta la integración en la cuadrilla de Francisco de Manuel?

Tras salir de Manzanares me llama Diego Robles, que se ha hecho cargo de Francisco de Manuel, y me dice que tenía mi puesto con él, si yo quería. Estoy contento con esta nueva etapa, porque este torero va a dar mucho ruido, tiene cualidades y va a funcionar. Fue ganador de la Copa Chenel y las tres orejas de Las Ventas en octubre son un toque de atención sobre lo que puede ser su toreo.

Por lo que lo llevo viendo este invierno en el campo y en los festivales que hemos hecho, puede hacer mucho más que eso. Entre Castellón y Valencia ha cortado tres orejas y en América ha indultado; el día 20 vamos a Sevilla y luego a Madrid dos tardes, a Nimes… La temporada se presenta bonita.

Vas con tu paisano Sánchez Araújo

Es mi paisano y mi compañero desde la escuela. Nos hemos criado juntos y es una buena cosa, por lo pronto para salir de viaje. Entrenamos juntos todos los días, aquí, en Los Barrios, y en Algeciras, donde tenemos a nuestra disposición las dos plazas.

¿Cómo es tu preparación diaria?

Dejo a mi niña en el cole y luego, a las nueve, suelo andar dos horas y media, con alguna carrera de media hora. Después toreo de salón y hago banderillas hasta las doce y media. Por la tarde entreno otro ratito con el capote. Practico con Araújo, con el novillero José Antonio Valencia (con el que también iré), con mi primo Alejandro, que torea sin caballos, y con otros compañeros de la escuela.

¿Ha evolucionado el tercio de banderillas en los últimos años o décadas?

El tercio de banderillas creo que no ha evolucionado. Lo que pasa es que los banderilleros ahora se entrenan mucho, como un deportista de élite. Los del Campo de Gibraltar tenemos la referencia de Miguelín y banderilleamos de una forma; los de Sanlúcar banderillean de otra; los Jerez, los de Valencia… de una manera o de otra según la zona.

¿En qué subalternos te has fijado?

Ahora los subalternos cogen el capote muy lacio; yo no. Siempre me he fijado en Martín Recio, Mangui, Antonio Caba, Montiel, subalternos poderosos que utilizaban el capote montado. En cuanto a banderillas me gustaban Miguelín, Martín Recio, Montoliú… Vas cogiendo referencias pero le pones tu personalidad.

¿Cómo es una tarde ideal como subalterno?

Lo bueno es lidiar un toro prácticamente sin darle un capotazo; hay que administrar las embestidas, dándole los justos. El tercio de banderillas tiene que ser bonito y que se haga con gusto. Hoy las banderillas influyen menos porque en la puya se pega más que antes. Si el toro tiene fuerza lo puedo poner más largo pero si se le ve clase con fuerza medida no hay que obligarlo, no hacerlo que gire, para que llegue a la muleta lo mejor posible. Para el subalterno lo ideal es conseguir que el maestro salga por la puerta del Príncipe o por la puerta de Las Ventas.

¿Cómo se debe defender nuestra afición?

Creo que los taurinos nos deberíamos unir, porque ahora no estamos unidos. Cualquier estamento en tres días forma una asociación. Debemos formar asociaciones para ir a los sitios y que se nos escuche, como se escucha a otros estamentos. Hablo de todos, de profesionales, de aficionados, periodistas, ganaderos, vaqueros…

Cuando aquello de los paseos taurinos tú diste un paso adelante

Por aquellos días yo hablaba mucho con Rafael Valenzuela y preparamos el paseo taurino de Jerez, junto a Rafael Limón. El Gobierno nos dejaba abandonados y nos unimos, aunque hicimos paseos unos por un lado y otros por otro. También fuimos a Madrid. Al final se consiguió que las ayudas sociales llegaran a los profesionales taurinos. Todo lo que haga por mi profesión y vocación me parece obligado.

¿Qué opinas de la postura de ASPROT sobre las clases prácticas?

Yo pertenezco a la Unión de Picadores y Banderilleros y creo que los de ASPROT no deberían haberse separado. Sin embargo, veo bien su postura, porque las clases prácticas tienen el problema de que a los chavales no les sirven para pasar luego a novilleros con caballos, al no tener boletines. Hay muy pocas novilladas sin caballos. Habrá que buscar una solución; si no, el futuro se nos acaba.

Daniel Duarte en Los Barrios | Foto: Marciano Breña
Daniel Duarte en Los Barrios | Foto: Marciano Breña

Por último, ¿quieres decir algo más?

Lo único que me gustaría decir es que tenemos que unirnos por lo que nos gusta, por una tradición que es nuestra y por la que nos conocen fuera. No hay que perder el tiempo; lo estamos perdiendo por momentos y tenemos que unirnos de verdad ya.

Damos las gracias a Daniel Duarte por habernos concedido su tiempo y le deseamos suerte en la nueva etapa que inicia con el torero Francisco de Manuel.

Daniel Duarte: “Los taurinos debemos unirnos para que nos escuchen”