viernes. 26.04.2024

Protección divina para un barrio que la adora

La Viña vuelve a rendir honores públicamente a su paisana más ilustre

Hay días y días. Y en el barrio de La Viña como ocurre con el dicho popular hay algunos en los que luce más el sol. Hasta las aguas del día anterior se paran porque vuelve a la calle la vecina más ilustre, la que tiene el honor y el don de parar las aguas, la Virgen de la Palma.

Desde por la mañana, el ambiente es el de las grandes ocasiones. Las cafeterías cercanas a rebosar, mucha gente estrenando atuendo como si de un Domingo de Ramos se tratara y una jornada que, como las bodas, se acaba haciendo corta.

Pero merece y mucho la pena y se disfruta de una manera como solo los lugareños saben hacerlo. No en vano se trata de la última procesión de gloria antes de que expire este año. Se percibe esa sensación de que se acabaron los pasos hasta dentro de un buen tiempo. En La Viña, precisamente, se preludia la Navidad cada 1 de noviembre.

Y para que no falta de nada, mucha gente pendiente del fútbol, ese acompañante casi inseparable de los desfiles en los últimos tiempos. De hecho, la procesión de la Merced coincidió con un encuentro del Cádiz en casa, la de la Patrona también y esa casualidad ha vuelto a producirse por tercera vez en poco más de un mes.

Ello no resta público al momento de la salida en el que se echó en falta el sonido de unas campanas que, muy pronto, volverán a repicar con toda su fuerza. Para ello se ha movilizado el barrio y la archicofradía desde hace algún tiempo.

Al igual que en años anteriores, un cortejo muy nutrido y en el que sobresalía una indumentaria muy acorde con la ocasión. Junto al hermano mayor, Francisco Javier Lucero, la representación del Consejo Local de Hermandades.

Con el martillo, Antonio Valero, uno de los estandartes de esa familia ligada indisolublemente a la hermandad y que imploró a su Madre más que nunca. Su hermano Pepe ya le cantará y le rezará a la Virgen de las Penas. Todo saldrá bien, lo terrenal y lo que está en manos de la Virgen.

Para que no falte un detalle, el excelso acompañamiento musical de la Banda de Música Julián Cerdán de Sanlúcar de Barrameda, formación que rescató muchos clásicos de la música procesional. A ellos les corresponderá el honor de acompañar musicalmente a la Dolorosa de la hermandad de la Carretería sevillana el Viernes Santo.

Y para los que creen en los milagros hubo victoria cadista y hasta gol a los 40 segundos. Si es que no puede ser...

Protección divina para un barrio que la adora