viernes. 26.04.2024

El balance del Jueves Santo y la Madrugada: La vida sigue igual

La jornada central de la Semana Santa continúa pendiente de una profunda revisión

Jueves Santo y Madrugada. La vida sigue igual en Cádiz. La marcha de la hermandad del Descendimiento a la tarde del Viernes Santo ha fortalecido esta jornada pero no ha servido paliar el gran problema de la Madrugada que continúa latente.

Aunque a la hora de hablar del problema de la Madrugada habría que localizarlo en una cuestión que admite pocas discusiones. El público a una determinada hora abandona las calles y la manifestación pública de fe es casi de todo menos pública.

Para muestra dos botones. El tránsito del Perdón por la última parte de la carrera oficial, especialmente Candelaria y Palillero. Ya casi que da igual que salga a las 12 que a las 3 porque la presencia de público en ese punto es la misma. Esto llena de argumentos a los que pensaban que el problema no radicaba precisamente en la hora de salida de la corporación penitencial de Santa Cruz.

Otra imagen para nada gratificante fue la que se produjo en el Campo del Sur coincidiendo con el tránsito de la hermandad de Medinaceli. Muy desolador el cortejo marchando prácticamente solo camino de la Catedral Vieja.

A las 5 de la mañana, la multitud se concentra en Santa María con la recogida del Nazareno. Lleva pasando demasiados años. El resto de hermandades se ven poco acompañadas. Quizás será por eso que muchas buscan la solución en cambiar de jornada.

Respecto a la tarde del jueves estuvo a punto de irse al traste por el inoportuno chaparrón de las nueve de la noche. Afortunadamente se impuso la tranquilidad y se pudo disfrutar de la jornada. Eso sí con la salvedad de Oración en el Huerto que prefirió no arriesgar ante la amenaza. Tampoco hubo que lamentar males mayores con la caída de cascotes de la iglesia de San Juan de Dios al paso de la cofradía del Nazareno. Un auténtico milagro con el gentío presente.

Si existiese una Escuela Cofrade como existe una Escuela de Carnaval, a los pequeños habría que llevarles a contemplar el desfile procesional de la hermandad de Afligidos. Aprenderían mucho y bien de lo que debe ser plantar una cofradía en la calle. A ello contribuye evidentemente el rico patrimonio de la corporación penitencial. La lluvia no estropeó su desfile pero sí lo marcó ya que llegó con mucho adelanto a San Lorenzo. Lástima de que, por una razón o por otra, da la impresión de que está condenada a correr.

El buen trabajo de Oración en el Huerto no merecía irse al traste por el riesgo de lluvia. Así lo entendieron sus rectores que prefirieron no arriesgar y volverse a San Severiano. Buena opción, la mala hubiese sido seguir hacia adelante y que el líquido elemento hubiese hecho acto de presencia. Por tanto, del mal, el menos. Muy acertada la nueva elección musical para el paso del Señor, un misterio que ya mostró grandes avances en su dorado. Se está trabajando mucho, bien y con criterio en San Severiano.

El Nazareno continúa en esa espiral de recuperación de su esencia. Tras estar en el candelero por cuestiones no precisamente cofrades, la hermandad está recuperando su sitio y avanzando en diferentes frentes. Faltaba por culminar el tema del acompañamiento musical del Greñuo y en 2019 se ha dado con la tecla. Extraordinaria la incorporación de la Agrupación Musical Virgen de la Oliva de Vejer, que dejó pasajes para el recuerdo. Posiblemente, de los mayores aciertos de esta Semana Santa. A lamentar como siempre que la mayoría de la penitencia abandone el cortejo con demasiada prontitud.

Medinaceli no termina de acoplarse a la jornada. Afectada de lleno por el incidente de San Juan de Dios, que incluso le obligó a cambiar el tránsito inicial por el Campo del Sur y optar por el barrio del Pópulo, la cofradía se ve demasiado sola en determinadas partes del recorrido. Por no hablar de la penitencia que ya no se parece ni de lejos a la de antaño. Habrá cambio de rumbo en junio. Sin duda, los nuevos rectores tienen mucho que reflexionar para que la hermandad recupere, al menos a nivel externo, ese esplendor de tiempos pasados.

El Perdón se ha visto obligada a cambiar de hora de salida pero ha quedado demostrado que esa no era la solución para revitalizar la Madrugada. La cofradía concentra a un enorme gentío desde Santa Cruz hasta Arquitecto Acero y, posteriormente, en la recogida. Pero solo los fieles la acompañan en las horas centrales de la Madrugada. O sea, como antes. A todo esto, encomiable labor, hasta el punto de un esfuerzo físico sobrehumano, de las cuadrillas de cargadores que resolvieron con sobresaliente el exigente recorrido que cumplimenta la hermandad.

El balance del Jueves Santo y la Madrugada: La vida sigue igual