viernes. 26.04.2024

Recordando a Paco Cómez Mori

Remembranza de quien fuese ejemplar Hermano Mayor de la Defensión

Este Martes Santo recordemos a Paco Cómez Morí, toda una institución en su Hermandad de la Defensión. Durante muchos años ejemplar Hermano Mayor. Paco repudiaba el sentido utilitarista de amistad. El sentido utilitarista y el parasitismo son dos variantes de la falsaria amistad que han de detectarse antes que después. Por Tutatis y por la gloria de Cotón. O in memoriam Herón de Alejandría. O en loor del papel cítrico de Aristófanes. “Sospecha es cosa de muy gran importancia;/ pues por más que la cosa no imagines/ si a los demás parece la ejecutas,/ caerás en la desgracia”. Diógenes Laercio dixit.

Paco era además cofrade des pieds à la tête. Lo hablamos -aguzando ambos las orejas- en varias ocasiones. Paco vivió en carnes propias no sólo “la gloria infinita de ser español” -como así proclamaba a la rosa del viento el Himno del Ejercito del Aire- sino la gracia sempiterna de haber sido Hermano Mayor de su cofradía, esa honra indescriptible e indescifrable e inescrutable hasta no la experimentas ad maiorem Dei gloriam. Hermano Mayor de la Hermandad de sus amores durante veintidós años. ¡Ahí fue nada, nazareno de vara dorada de la tarde capuchina del Martes Santo!

Un sabio -cuyo nombre omitimos- de esta Muy Noble Ciudad argumentó el pasado domingo que aquello de plantar un árbol, publicar un libro y tener un hijo ya no forma parte de la tríada de meritorios hispanos para todo hombre que se precie de las quintaesencias de la existencia plena. Con gracejo comentaba que la cumbre de la satisfacción recae en ser padre, ser académico y ser o haber sido Hermano Mayor de la Hermandad de tus desvelos. Paco fue un cofrade según el Evangelio. Hoy traemos su memoria al presente. Al presente de un Martes Santo que jamás lo olvida.

Recordando a Paco Cómez Mori