
Jerez de la Frontera (Cádiz), domingo, 7 de mayo de 2023. Festejo de rejones organizado por la empresa Funtausa como primer acto del abono de la Feria del Caballo. Tarde de cielo algo enmarañado y viento, con temperatura agradable. Casi lleno de público. Preside Fernando Núñez. Ameniza la Banda de Música “Acordes de Jerez”, dirigida por Domingo Díaz.
Se lidian seis toros de diferentes ganaderías: Lagunajanda (que pasta en Vejer, Cádiz), Núñez del Cuvillo (que pasta en Vejer, Cádiz), Fuente Ymbro (que pasta en San José del Valle, Cádiz), Torrestrella (que pasta en Benalup, Cádiz), Los Espartales (que pasta en Valverde de Leganés, Badajoz) y Fermín Bohórquez (que pasta en Jerez de la Frontera, Cádiz), con natural disparidad en la presentación. En el arrastre, el primero tiene palmas y el sexto, ovación; algún toro más mereció reconocimiento postrero pero el público andaba entretenido con sus exigencias de trofeos.

Actúa en solitario Diego Ventura, acompañado de los sobresalientes Ferrer Martín y Duarte Fernandes; el resumen de resultados es como sigue.
- En el primero (de 500 kilos): pinchazo y rejón arriba, con golpe de descabello; ovación.
- En el segundo (de 490 kilos): pinchazo y rejonazo; una oreja.
- En el tercero (de 500 kilos): rejón contrario y caído; una oreja con fuerte petición de la segunda.
- En el cuarto (de 450 kilos): rejón hondo arriba y descabello; ovación tras petición.
- En el quinto (de 505 kilos): rejonazo en su sitio; dos orejas.
- En el sexto (de 540 kilos): rejonazo; dos orejas y rabo.
Incidencias: Rafael Valenzuela se estrena como asesor taurino de la Presidencia. Se interpreta el Himno Nacional al término del paseíllo. En el tercer toro actúa un grupo de Forcados de Alcochete. En el cuarto toro salen a poner farpas los sobresalientes Ferrer Martín y Duarte Fernandes. Diego Ventura sale a hombros por la Puerta Grande.
Comentario
El formato de la Feria del Caballo este año ha variado un poco respecto a los años anteriores. Una corrida de rejones en el domingo inicial en lugar del jueves puede que sea una buena idea. La asistencia del público así parece indicarlo, después de que en las últimas citas de caballeros la entrada no fuera, digamos, tumultuosa. La novedad de ver en Jerez unos forcados puede poner un punto de atractivo.
Es tanta novedad que en los carteles se habla de forçados, ignorantes de este tema los redactores, que deben de creer que se trata de hombres esforzados o forzudos, que hacen fuerza. No; son forcados, sin cedilla, porque su nombre les viene del uso de la horca (o forca), que sacan en el paseíllo en recuerdo de los tiempos en que la usaban para parar y neutralizar al toro. Por cierto, salieron dos grupos pero sólo actuó uno. También, los toros de dos hierros se quedaron sin salir y sin embargo sí salieron otros dos no anunciados. Alguien lo explicará.
Lagunajanda
En el primer toro (castaño, bien presentado) saca de salida al caballo Quizás, bayo que debuta hoy, precisamente en Jerez, y sobre él deja un rejón de castigo sin mucha colaboración del astado. Con Velázquez templa a lo largo de toda la circunferencia, luego ataca de frente y quiebra pero cae la farpa; al segundo intento queda bien y en el tercero sufre un achuchón pero resuelve.
Viene ahora la estrella de la cuadra, el castaño Nazarí, con el que ataca de frente, hace corvetas espectaculares que regocijan al público y deja gran palo, entre el entusiasmo; pone otra farpa desde el otro lado, con las mismas formas y resultado. Sobre Guadiana, tras saludar éste con las manos en el estribo de la barrera, pone tres cortas en serie; pie a tierra, el descabello es certero.

Núñez del Cuvillo
Al segundo toro (jabonero que sale frío) lo recibe con el luso-árabe Guadalquivir, alazán de cordón corrido, para poner un rejón arriba y, después, un segundo rejón algo trasero. Sobre Nómada, bayo, pone una farpa al cuarteo y templa en carrera larga, pero después de la segunda templa increíblemente, con cambio encerrado en tablas; la tercera, tras exhibición de doma, passage y paso español, queda arriba, seguida de adorno con pirueta.
Saca de nuevo a Guadiana para el último tercio y sobre él intenta poner banderillas a dos manos, que caen al suelo, pero el segundo par queda arriba; luego vienen las cortas, dos, para las que se adorna arrodillando al caballo antes de ponerlas en serie. El toro se lleva al desolladero siete palos; da igual que, según el Reglamento andaluz, los rejoneadores no podrán clavar a cada res más de cuatro farpas o pares de banderillas.

Fuente Ymbro
En el tercer toro (con presencia) sale sobre Campina, alazana, para recibirlo a porta gayola con la garrocha, en estampa campera; lo corre a lo largo del ruedo y deja rejón de castigo, contrario. Sobre Fino, tordo en fase blanca, escucha un fandango en el tendido, antes de jugar a quebrar para encelar al animal, que después acude presto, en bravo, y sigue un segundo palo un gran quiebro.
Con el castaño Sueño galopa a dos pistas, templando y ejecutando toreo de grupa; ataca de frente y cuartea dejando arriba, antes de templar muy apuradamente, con dominio de la cabalgadura. De nuevo sale Guadiana para el último tercio y con él pone tres cortas en serie.
Los forcados fallan en una primera pega pero son animados con aplausos de un público sorprendido con esta modalidad torera; la segunda pega sale buena y reciben una gran ovación. El presidente, casi novato (porque sólo presidió una corrida el año pasado), está muy bien cuando aguanta una fuerte petición de segunda oreja en un toro al que el rejón le quedó contrario y caído.

Torrestrella
Al cuarto toro (escurrido de carnes) lo para con Pintinhas, caballo perla que debuta hoy, y le coloca rejón de castigo que queda contrario; un segundo rejón queda arriba pero trasero. Saca luego a Bronce e invita a salir a sus dos sobresalientes, con los que alterna.
Ferrer, sobre un caballo cruzado de árabe, pone palo arriba y arranca aplausos; Fernandes quiebra y falla; Ventura se adorna con el caballo de rodillas y falla al querer clavar pero al segundo intento pone arriba; con Ferrer, de nuevo, la farpa cae al suelo y Diego le pasa la suya, que ahora queda arriba; Fernandes quiebra y clava arriba para salir con pirueta; saludan los tres. Diego queda solo y pone una corta. A la hora del rejón de muerte sigue con Bronce, que quiebra al matar; el descabello es imperial.
Los Espartales
En el quinto toro (anovillado, abanto) saca de inicio a Joselito, castaño, cuyos recortes levantas aplausos; sin embargo, protestan al toro por su falta de presencia y porque renquea de las patas traseras; el rejón queda contrario y caído. Sobre el perla Nivaldo ejecuta varios quiebros antes de clavar una farpa, que queda enhiesta; la segunda, tras templar y atacar con quiebro, queda arriba también; el remate es una tercera ejecutada con quiebro a pie quieto.

Una joven canta en el tendido un fandango, segundo de la tarde. Saca a Lío y hace quiebros andando para atrás, clavando arriba entre grandes aplausos; en la siguiente intenta lo mismo pero el toro no colabora y le tiene que cambiar los terrenos para, ahora sí, clavar y levantar un estruendo, un verdadero lío.
Sobre As de Oro, tras alarde de doma con pirueta en paso español, pone tres cortas en serie. Para el último tercio sale Tequila, que también debuta hoy, y, con Rafael Peralta Revuelta en el callejón, pone una rosa antes del rejón, que hace caer rápido. El cornúpeto se ha llevado nueve adornos avivadores en el lomo; está claro que el presidente debía haber hecho algo si de verdad él se considera que es el encargado de ordenar el espectáculo.
Fermín Bohórquez
En el sexto toro (cuajado) monta a Guadalquivir y espera en la boca de riego para, al salir el toro, irse derecho al encuentro con él y clavar el rejón sobre la marcha saliendo limpiamente; en un segundo rejón, juega en círculos muy cerrados y luego clava al cuarteo.
Sobre el morcillo Fabuloso galopa a dos pistas y cambia en tablas; cita de frente, clava arriba y templa a dos pistas, con alguna hermosina; en el segundo palo cita con hermosinas, quiebra y templa de nuevo con esa modalidad de torear que creó Pablo el de Estella, pero ejecutándola entre los pitones.

Bronce sale de nuevo y con él juega, antes de quitarle la cabezada para clavar y luego jugar con el intento del equino de morder el pitón del toro (como hacía el caballo Morante); luego hay par a dos manos y remata con igual intento de mordisquear; la retirada es marcha atrás, guiado sólo con las rodillas. As de Oro vuelve también a salir, para hacer un alarde de doma y dejar tres rosas en serie. Tras el rejonazo el toro cae redondo y con las patas para arriba.
La tarde ha sido entretenida; el público no se ha aburrido, lo ha pasado bien. Sí tenemos que señalar que se ha abusado de excesivos despuntes en los cuernos de los toros; ahí debe establecerse algún tipo de medida para controlar y evitar que el rejoneo sea una simple comedia.
Esto es un añadido más a la evolución, más bien degeneración, que este espectáculo lleva sufriendo años; a saber, los caballos son cada vez más altos y más ágiles, lo que repercute en una superioridad creciente sobre el toro. Ello conduce a una disminución de la emoción. Si sumamos lo del número de palos, concluimos que el toro de rejones va camino de dejar de ser adversario para convertirse en víctima. No permitamos eso. La autoridad tiene la última palabra.