Jerez de la Frontera (Cádiz), sábado, 13 de mayo de 2023. Corrida de toros organizada por la empresa Funtausa como tercer y último festejo de la Feria del Caballo. Tarde de cielo azul con marañas con viento intermitente. Lleno. Preside Jesús Rodríguez. Ameniza la Banda de Música “Acordes de Jerez”, dirigida por Domingo Díaz.
Se lidian seis toros de Jandilla (que pasta en Mérida, Badajoz), de presentación aceptable y juego variado. En el arrastre, el segundo y el quinto tienen algunos pitos y el tercero, palmitas.
- Julián López El Juli, estocada trasera y desprendida; una oreja. Estocada honda; una oreja.
- José María Manzanares, pinchazo y media lagartijera, con aviso; palmitas. Dos pinchazos y estoconazo; ovación.
- Andrés Roca Rey, gran estocada; dos orejas. Gran estocada; dos orejas.
Incidencias: Jesús Rodríguez se estrena como presidente. Suena el Himno Nacional al término del paseíllo. Se aplaude la actuación del picador en el tercer toro. Entre los subalternos destaca la actuación de Antonio Chacón (de la cuadrilla de Roca Rey), que se desmontera en el tercero. El Juli y Roca Rey salen a hombros.
Comentario
Es la última tarde de una escueta feria taurina del Caballo. Los nombres del cartel son atractivos, pero es Roca Rey hoy día quien mueve a la gente para llenar la plaza, ésta de Jerez y cualquier otra.
En las tres tardes se ha interpretado, por la banda de Domingo Díaz, el Himno Nacional al terminar el paseíllo y tras saludar las cuadrillas. Este es un punto que cuidaban mejor los dos presidentes que había antes. Vamos a ver: el Himno Nacional, si se toca al comienzo de un acto público, debe ser, por imperativo protocolario, la primera música que suene; por ello debería sonar antes de arrancar el paseíllo (con las cuadrillas formadas) y antes del pasodoble de marcha. Dejemos la música y vayamos a la letra de lo que se ve en el ruedo.
El Juli
El Juli (de celeste y azabache), en su primero, saluda con lances de tablas a tercio terminando en media de mano muy baja. Lo deja con un recorte en el caballo, donde puntea y la puya es protestada; hay quite por chicuelinas, media y serpentina. Los pares segundo y tercero quedan arriba y reunidos.
Tras brindar al público inicia en el tercio por alto y remata con tres pases de pecho; siguen dos tandas en redondo, interrumpidas por un remolino de viento, bajando en la segunda la mano. Con la izquierda hay serie ligada con martinete antes del pase de pecho; aunque el toro se va quedando, le aguanta todo y hay otra, con viento molesto, con pases de uno en uno. A diestra de nuevo, salen circulares y luquinas para acabar. El toro, tras recibir la estocada, se va a morir a los medios levantando aplausos.
A su segundo, cubeto, lo recibe con laces inconexos y media, en medio de un silencio. El picador lo coge un poco trasero y el público se queja de la duración del puyazo. En los pares, dos, espera a los banderilleros. Brinda al cantaor Vicente Sordera e inicia en los medios por bajo; sigue con toreo en redondo y luego de uno en uno con pase de pecho largo. Con la izquierda la tanda empieza con uno de pecho y salen pases esforzados pero bajando la mano.
A diestra, de nuevo, hay tanda ligada más uno de pecho y un molinete. Otra vez a izquierda, saca tanda de insistencia. A derecha otra vez, qué mareo, saca toreo en redondo pero casi es desarmado; insiste, se desplanta, ahora sí es desarmado, recupera la muleta y ahí mismo pide la espada.
El presidente saca muy rápido el pañuelo de oreja y hay petición de segunda; luego, grandes broncas, una antes de la vuelta triunfal y otra, después, incluyendo algún insulto horrorosamente político. Ya irá aprendiendo el presi a manejar los tiempos.
Manzanares
Manzanares (de sangre de toro y azabache), a su primero, castaño y tocado del derecho, le ofrece lances sin pasar y media en el tercio. En el caballo empuja con un cuerno y al salir pierde las manos. El toro recorta en banderillas y a Neiro lo persigue hasta las tablas. Para iniciar faena directamente hay tanda en redondo con despego y otra bajando la mano ante una embestida bronca.
Con la izquierda vamos de uno en uno porque protesta el animal. A diestra sale tanda muy ligada, pero vuelve a la izquierda, por donde, para sacar tanda, hay que cuidar la embestida. De nuevo a diestra, baja la mano y aquello fluye mejor, pero no hay más. Parece que Manzanares se mueve con desgana, como si pasara una racha desconocida.
A su segundo, estrecho de sienes, aplica de saludo lances con recorrido y media en el tercio. La pelea es buena y la puya, dura; al salir pierde las manos y en la brega cae como un cochino. Las banderillas no son para tirar cohetes. Inicia en el tercio, por alto; siguen dos series, una con pases despaciosos donde baja la mano y otra con despego. Con la izquierda el toro se aploma y cuesta sacar los pases; el público se desespera y Manzanares machetea.
Entre el público uno grita “Viva España” sin venir mucho a cuento y otro, recordando todavía la pañolada infructuosa con El Juli, responde con un dicterio al presidente. Éste, temiéndose lo peor, saca rápido el pañuelo de clarines para el siguiente toro, antes de que los areneros hagan su faena e impidiendo aplaudir bien una ovación saludada.
Roca Rey
Roca Rey (de blanco y plata), en su primero, con presencia y cornidelantero, saluda con verónicas avanzando hasta los medios, seguidas de delantales y terminando en larga natural. En el caballo se arranca alegre y es bien cogido por Quinta, que es aplaudido; en el quite pone en apuros a Viruta, que es derribado, el quite va por chicuelinas muy ajustadas y larga natural. Antonio Chacón, en banderillas, demuestra que está en un buen momento.
La faena empieza en el mismo medio, sin probaturas, con tanda en redondo bajando la mano, seguida de otra, donde el animal ofrece alguna dificultad, y de otra, buena con el toro ya embarcado. Así, Roca demuestra el poderío que posee. Por el pitón izquierdo, el toro sigue embistiendo para permitir la ligazón en dos tandas consecutivas. ¡Qué pena que este torero haga esfuerzos por levantar continuamente el talón! De nuevo a diestra, sale tanda en redondo y otra de uno en uno, a lo que siguen circulares y un arrimón de escándalo.
En su segundo hay un saludo sin entrega, y recorte, mientras el toro blandea, de donde salen palmas de tango. Derriba al caballo y al salir hay más palmas de tango; en la segunda visita empuja y al salir da una vuelta de campana, tras lo que arrecian las protestas. En las banderillas se viene de lejos.
Brinda al público y empieza por alto con molinete de remate; sale tanda en redondo y sale en el tendido un fandango; siguen otras dos tandas, una de pases más recogidos y otra en la que el animal se va quedando. Con la izquierda torea de uno en uno, antes de pasar de nuevo a la derecha, con la que una trincherilla da paso a toreo de distancia corta; siguen circulares y arrimón, el toro imantado, los pitones en los muslos y gritos de “torero, torero”.
La vuelta de Roca con sus dos últimas orejas y la de ambos toreros que salen a hombros son acompañadas por una cantidad grande, e ilusionante, de niños y de miembros de la Juventud Taurina Jerezana, con su correspondiente pancarta. Es una bonita estampa que se está repitiendo últimamente en esta plaza de Jerez, tan desangelada años atrás.
Por cierto, la asociación Juventud Taurina Jerezana tiene convocados unos premios para resaltar las mejores actuaciones taurinas de esta Feria del Caballo. En esta feria recordamos que una crónica nuestra del año 2018 iba titulada “Roca es Rey de Jerez”; ahora decimos que Roca es más Rey de Jerez.
