
Plaza de toros de San Nicasio de Úbeda (Jaén), 30 de septiembre de 2023. Corrida de toros organizada por la empresa Arenas de San Nicasio, correspondiente al segundo festejo de la Feria Taurina de San Miguel 2023; es transmitida por Canal Sur TV. Tarde de cielo azul con buena temperatura. Tres cuartos de entrada. Preside Felipe Torres. Ameniza la Banda Municipal de Úbeda.
Se lidian tres toros de Gacigrande y uno, el segundo, de Domingo Hernández (hierros que pasta en Alaraz y en Pozos de Hinojo, Salamanca) más dos, cuarto y sexto, de Román Sorando, (hierro que pasta en Villanueva de la Reina, Jaén), de presentación adecuada a la categoría de la plaza y de buen juego en general. En el arrastre, el primero y el cuarto reciben vuelta.

- Curro Díaz, estocada honda desprendida; dos orejas. Estocada honda; dos orejas y rabo.
- Emilio de Justo, entera algo caída; una oreja. Pinchazo perpendicular y descabello; una oreja.
- Juan Ortega, entera trasera; una oreja. Entera arriba; dos orejas.
Incidencias: después de terminar el paseíllo suena el Himno Nacional. Entre los picadores, destacan el puyazo de Juan Bernal (de la cuadrilla de Emilio de Justo) en el segundo y de Manuel Quinta (de la cuadrilla de Juan Ortega) en el sexto. Entre los banderilleros, destacan los pares de Ángel Gómez y Pérez Valcarce (de la cuadrilla de Emilio de Justo) que se desmonteran en el segundo. Los tres toreros salen a hombros.
Comentario
El buen tiempo invita a acudir a la plaza; está de feria Úbeda, la ciudad renacentista. La caída de Morante puede haber influido, seguro, en que algunos devuelvan sus entradas, pero la sustitución por el linarense Curro Díaz satisface a muchos. Emilio de Justo fue el triunfador el año pasado, cuando ganó el trofeo Lagartijo, y Juan Ortega, que hace dos años cortó cinco orejas aquí, es siempre un atractivo muy especial.
Curro Díaz
Curro Díaz, de azul y oro, en su primero, cornidelantero, juega bien las manos con el capote pero el toro aprieta para dentro. En el caballo empuja con fijeza para puya moderada algo trasera. Hay malos palos. Brinda al público y empieza por alto y por trincheras avanzando hasta el tercio; hay dos tandas en redondo y el animal se desplaza, terminando con buenos de pecho.
Con la izquierda hay ligazón y el de pecho va de pitón a rabo; la siguiente tanda también es buena, con embrujo y mano baja. A diestra de nuevo, baja la mano y el animal va a más; la siguiente tanda en redondo, iniciada con capeína, es de trazo largo y terminada en otro de pecho bueno. Vuelto a la izquierda sigue la ligazón y el torero está en su sitio, muy metido. La preparación para la estocada es un trasteo elegante en tablas.

El segundo de Díaz
A su segundo, brocho, lo saluda con lances de plantas asentadas, ganando terreno aunque embiste con la cara alta. En el caballo empuja con la cara alta y la puya es breve. Las banderillas resultan un tercio mediocre. Brinda a un particular y ofrece un buen inicio de faena bajando la mano, a lo que sigue tanda en redondo con el toro metiéndose en el tema; hay dos más, bajando mucho la mano y humillando el toro, con el que se arrebuja, levantando los aplausos calurosos.
Por el pitón izquierdo el animal sale distraído. A diestra de nuevo recobra la ligazón; sigue, tirando del sorando hasta el final del pase; en la siguiente ralentiza, con ligazón y relajo; siguen circulares que no parecen circulares con pase de pecho al hombro contrario. Hay fusión de toro y torero. La preparación va de pases largos con la izquierda. El rabo cae quizás porque estamos en feria.

Emilio de Justo
Emilio de Justo, de buganvilla y oro, a su primero, que sale suelto del capote, le aplica lances genuflexos con media bella. El puyazo de Juan Bernal es bueno pero el toro no se emplea y sale suelto; vuelve al caballo y recibe puyacito; el quite, que va por chicuelinas de mano baja y media, es muy aplaudido. Se desmonteran los dos rehileteros pese a que en el primer par queda prendido sólo un rehilete; es cierto que el toro recorta terreno y pone las cosas difíciles.
El de Cáceres brinda al público y voltea la montera una vez caída; Emilio, no hagas esas cosas. Inicia por doblones y siguen tres tandas en que el animal sale distraído; en la primera, a media altura, aguanta un parón, la segunda, en redondo, es limpia y la tercera se compone de uno en uno sin obligar. Por el pitón izquierdo, sin exigir, de uno en uno sale una tanda larga y luego otra en la que va tirando del animal para terminar con varios pases por abajo. La preparación, larga, la realiza con la izquierda, citando de frente y a pies juntos, con trazo largo y luego por abajo, exigiendo. Eso se llama estar por encima del toro.
El segundo de De Justo
En su segundo da recibo con verónicas de mando, de tablas a medios, cerrando con dos lances de rodillas y luego media. Lo lleva por chicuelinas al paso y revolera al caballo, donde se emplea el animal aunque hace sonar el estribo mientras recibe puya moderada y corregida. Hay buen tercio de palos, con Morenito de Arles y Pérez Valcarce.
Brinda a Curro Díaz e inicia faena en tablas con doblones, girando sobre sí mismo y acabando con uno grande de pecho; tira la espada y saca buena tanda en redondo, con remate por abajo; da distancia, saca pases largos y regala un trincherazo. Con la izquierda, recoge la espada y el toro empuja para adentro. A diestra de nuevo, hay pases de mano baja y dos de pecho, a lo que sigue otra tanda, ligada, excelente. Coge el estoque y lo tira al suelo para torear de uno en uno y sacar pases largos finales.

Juan Ortega
Juan Ortega, de vino tinto y oro, a su primero, montado, que puntea y echa las manos por delante en el capote, le pasa por la cara, sacándolo al tercio para media. En el caballo empuja con un pitón y el puyazo es largo; a la segunda, es caído y largo también. Hay buenos pares de Miguel Ángel Sánchez.
Empieza por doblones poderosos, avanzando hasta los medios y ahí estará la clave; en la primera tanda en redondo el bicho protesta pero la siguiente es una gran tanda, despaciosa, atemperando al animal, y sigue una tercera, con algo de alcances. Por el pitón izquierdo el bicho quiere hacer sus cosas pero los somete por bajo y remata con molinete. A diestra de nuevo, hay pases de dominio y para preparar alterna derechazos con pectorales. El sevillano ha estado también muy por encima del toro.
El segundo de Juan Ortega
En su segundo, jabonero gacho, ofrece verónicas de hermoso dibujo y tres medias en el tercio. El animal, antes de ir al caballo, da dos vueltas de campana; es bien cogido, romanea y la puya es moderada. Las banderillas quedan bien en los dos últimos pares. Brinda a la televisión regional e inicia por alto, con algún trincherazo intercalado y luego cambio de mano; sigue tanda templada y otra llevando al toro hasta atrás, con parsimonia. Todo es muy sosegado.
Con la izquierda, ayudado y molinete abren tanda de pases lentos y degustados; hay cartucho de pescado y toreo despacioso, entregado, acabado en abaniqueo artístico. A diestra de nuevo, tras un molinete baja la mano, metiéndose en los pitones, y el toro va sometido, con toque de pitón y molinete invertido, más pase de pecho. Ha sido una obra de arte. Uno queda como si hubiera comido una tarta de chocolate o de otro sabor preferido.

Epítome
Ver salir a hombros a los tres espadas es una satisfacción. El cartel prometía y ha cumplido con las expectativas. Buena feria de Úbeda, ciudad taurina, ciudad artística. En la plaza donde Lagartijo tomó la alternativa se ha vivido una gran tarde de toros.