La cebolla, además de ser deliciosa, posee un valor nutricional excepcional para el organismo que no podemos desaprovechar, sobre todo si deseamos comer de forma sana. Es una planta herbácea bienal que pertenece a la familia de las amarilidáceas, muy presente en la gastronomía de Sevilla, Córdoba y Málaga.Sin embargo, si todavía estás un poco dudoso, te mostraré las formas de incorporar la cebolla a nuestra dieta.
Existen muchos tipos de cebollas, todas son ricas en vitaminas y otros nutrientes. Te garantizo que añadirlas más seguido a tu ingesta diaria, mejorará tu salud de la cabeza a los pies, y lo puedes hacer de la siguiente forma:
Ensaladas
Las ensaladas bien pueden ser un complemento de la proteína o una comida completa. Son tan versátiles que hay millones de tipos de estas preparaciones en el mundo, y te apuesto que uno de sus principales ingredientes es la cebolla.
La morada cruda es la que más se emplea en la elaboración de ensaladas, no solo porque su color resalta en contraste con el resto de los acompañantes, sino porque su sabor es más dulce que la blanca tradicional.
De cualquier forma, incorporarla en conjunto con otros vegetales, nos proporcionará una combinación favorable de vitaminas, minerales y antioxidantes que son buenos para el organismo, además de que llevaremos una alimentación más saludable.
Salsa de tomate casera
Para preparar pizza, como guarnición, para remojar las papas… la salsa de tomate tiene muchos usos en la cocina. Y uno de los ingredientes primordiales de su elaboración es la cebolla blanca. Aparte de incorporarle un buen sabor, combinada con las otras hortalizas potencia las propiedades antioxidantes de esta receta.
Caramelizada
Aunque el título indique lo contrario, el proceso de caramelizar cebollas no lleva ni una pizca de azúcar. Simplemente, la unión con la mantequilla y el calor, hace que esta se torne traslúcida y posteriormente del color del mismo caramelo, y su sabor adquiere un toque dulce.
En esta presentación es posible usarla como acompañante para diversas preparaciones, aunque en realidad combina con casi todo.
Sopa
No hay persona que no disfrute de una buena sopa, y al igual que las ensaladas, existen numerosos tipos en todo el mundo, de entre ellas se destaca la sopa de cebolla.
Si nunca la has comido, te recomiendo que la pruebes lo más pronto posible. Su sabor es sumamente exquisito y es una cura ideal para la resaca. Este caldo glorioso se prepara con la cebolla caramelizada, un poco de mantequilla, pan y queso; son unos cuantos ingredientes básicos que nos harán alucinar.
Sándwiches
¿Hay algo mejor que un sándwich? De pollo, pescado, jamón ibérico, no importa cuál opción escojas, si un buen bocadillo de estos es preparado con cebolla morada o blanca, te garantizo que será una bomba. Agregale otros vegetales que resalten el sabor y tendrás una autentica explosión en tu paladar.
Aros
No sé si estarás de acuerdo conmigo, pero todo lo frito es de rechupete. Los aros de cebolla son una botana o acompañante que nunca nos fallarán, son un buen sustituto de las papas a la francesa, pero al mismo tiempo combinan con casi todo.
El mejor tipo de cebolla para freír es la amarilla, ya que su dulzor aumenta al contacto con el aceite, lo que la vuelve superior al resto.
Vegetales salteados
Es una verdadera solución práctica y deliciosa para acompañar nuestra proteína durante el almuerzo o la cena. Y como te he mencionado anteriormente, al saltear la cebolla esta adquiere un gusto increíble.
Te he enseñado las formas de incorporar la cebolla a nuestra dieta, ahora es tu turno de ser creativo en la cocina. Úsala en diversas recetas o empléala como ingrediente principal; sácale el mayor provecho a este glorioso vegetal y a todos sus nutrientes.
