sábado. 20.04.2024
5 mitos sandía
5 mitos sandía

La sandía es una fruta típica para consumir en Andalucía que tiene grandes cantidades de nutrientes, como la vitamina A, C, B y potasio, pero su gran poder se encuentra en el licopeno, el pigmento antioxidante que se encarga de otorgarle su color rojo y prevenir enfermedades. 

Si eres una de esas personas que les encanta la sandía pero has estado un poco escéptico en consumirla después de ciertas horas o de combinarla con otros alimentos, hoy te vengo a desmentir o confirmar algunos mitos que rondan acerca de esta fruta. Para nadie es un secreto que la sandía es uno de los frutos más refrescantes que existe, por ello es muy famosa en las épocas de calor o en el verano.

No hay nada como tomar una refrescante bebida de sandía o comérsela natural. Su sabor, frescura, textura, brillantes colores y demás características, la han vuelto una de las frutas favoritas entre muchas personas. Pero antes de seguir consumiéndola, es bueno que te enteres si los mitos que han dicho en torno a ella son ciertos o falsos.

No te puedes bañar después de comer sandía

Seguramente te habrán dicho de niño que “no puedes irte a bañar después de comer sandía”, pues déjame decirte que ese mito es totalmente falso. Esta propuesta no tiene ninguna razón coherente, ya que el sistema digestivo no presenta ningún cambio al irnos a bañar después de haber comido sandía.

Mezclar sandía con vino es perjudicial para la salud

Este es uno de los mitos que más ha rondado entre las personas, quienes la mayoría dicen que por ninguna razón del mundo podemos mezclar sandía con vino, ya que eso nos puede traer como consecuencia una serie de enfermedades como la diabetes, o que puede causar envenenamiento de la sangre como reacciones químicas, y hasta el entumecimiento del estómago.

Además, este mito ha llegado a tales extremos que incluso crearon una prueba en donde colocaban un pedazo de sandía dentro de un vaso de vino, en el cual esta última se endurecía, dando a entender que así se ponía el estómago humano al mezclar esta bebida con la fruta. Me alegra decirte que este mito es falso; ¿por qué? Porque el estómago de los seres humanos no funciona de la manera anterior, ya que posee una gran serie de jugos gástricos que contienen las sustancias necesarias para que el estómago digiera de buena forma una gran cantidad alimentos. Por ello, no existe riesgo alguno para la salud al mezclar estas dos cosas.

No debes comer sandía en la noche

Falso. La sandía, como cualquier otra fruta, es liviana y recomendable para comer a cualquier hora del día; así que no te preocupes si ya es de noche y te dio antojo por comer tu buena porción de sandía, puedes comértela sin problemas, ya que eso no le generará ningún daño a tu salud.

No puedes ingerir leche antes o después de haber comido sandía

Así como los mitos anteriores, este también es falso. La sandía, como otra de las muchas frutas que existen en el mundo, no tiene un efecto dañino para el cuerpo, al contrario, gracias a sus nutrientes y vitaminas, ha beneficiado al organismo humano de diversas maneras.

Si nos ponemos a analizar lo que se llama tradicionalmente como “desayuno americano”, podemos notar que se puede encontrar una gran diversidad de frutas, incluida la sandía, además de algunos lácteos y embutidos de todo tipo. Muchas personas consumen la sandía junto con la leche a diario, y no les causa daño alguno, pero cabe aclarar que las personas con intolerancia a la lactosa no deberían hacer esta mezcla, no porque sea dañina, sino por la condición que poseen.

No puedes mezclar agua con sandía

Totalmente falso, y este es uno de los mitos que más se puede escuchar rondando entre la personas. Si analizas la composición del agua pura y de la sandía, te darás cuenta de que esta última está constituida por sí misma de un 90% de agua, por lo que no existe riesgo alguno en combinar esta fruta con tal líquido.

¡Siéntete libre en mezclar ambos sin inconvenientes!

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