Uno de los platos de más tradición de Andalucía es el gazpacho. Este consiste en una sopa fría de tomate que se ingiere generalmente en la época de verano, destacándose en España y Portugal. Por su alto contenido de vegetales frescos, representa para tu dieta una fuente de vitaminas y minerales que no puedes dejar de incluir en tus menús, por eso, hoy te mostraré 5 verdades sobre el gazpacho.
Origen del gazpacho
Algunos dicen que esta receta tuvo sus orígenes hacia el siglo XVI, sin embargo, se desconoce con exactitud la data de sus inicios. Los campesinos de la época lo consumían después de largas y agotadoras jornadas de trabajo, como una bebida refrescante y reparadora de energía. Posteriormente, las clases burguesas lo incluyeron también en su dieta.
Los primeros gazpachos estaban compuestos por pan humedecido, vinagre, aceite de oliva y sal. No obstante, sus ingredientes básicos han ido evolucionando a través del tiempo. Hoy en día existen diversas formas de prepararlo, dependiendo del gusto personal, y a pesar de que el principal ingrediente es el tomate, este elemento se vino a incluir hacia el siglo XVII.
Principales ingredientes del gazpacho
Este sencillo plato, de fácil elaboración, consta de ingredientes frescos que puedes conseguir comúnmente en tu refrigerador. Compuesto por verduras recién cosechadas, el exquisito preparado de gazpacho se caracteriza por su alto valor nutritivo, su aroma, su color y su sabor; todo esto gracias a la calidad y frescor natural de sus componentes.
- El tomate, como protagonista de esta suculenta sopa, debe estar maduro, sobre todo si quieres que tu gazpacho quede de un color rojo atractivo y tenga un toque dulce. El licopeno, colorante natural de la hortaliza, le provee de este tono intenso. Si no está en su temporada, los puedes conseguir provenientes de invernaderos.
- El pepino, otro de los elementos que componen esta tradicional preparación. Su contenido de vitaminas y minerales aporta al gazpacho un alto valor nutritivo: vitamina C, ácido fólico, zinc, calcio, hierro y fósforo, son algunas de las sustancias que este vegetal provee a nuestro alimento andaluz. Igualmente, su composición de agua le brinda frescura.
- El pimiento verde, con su vitamina E, le brinda al gazpacho cualidades antioxidantes, y además, le ofrece un agradable sabor.
- Por su parte, el ajo, otro de los componentes, potencia sus propiedades alimenticias con sus significativos beneficios para la salud, aportando gusto a tu receta tradicional andaluz.
- El aceite de oliva es esencial para preparar este alimento. Rico en omega 3, hace que el gazpacho contenga ácidos grasos naturales que son muy favorables para la salud. Además, provee una suave consistencia.
- El vinagre de manzana, aunque es opcional para realizar esta receta, puede darle ese toque un poco ácido si es de tu agrado.
Un antioxidante natural
Compuesto de algunas verduras y hortalizas verdes, representa un alimento con propiedades antioxidantes, que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro. Asimismo, colabora en la prevención de enfermedades como el cáncer. El efecto vasodilatador del ajo, y las cualidades del aceite de oliva, lo convierten en un aliado de tu sistema cardiovascular, evitando hipertensión.
Hidratante y energético
Su contenido acuoso y de sales minerales, lo convierten en una bebida hidratante y productora de energía natural para tu organismo. Puede decirse que tiene cualidades isotónicas, porque es capaz de proveer al cuerpo de los líquidos perdidos por el exceso de calor o sudoración excesiva. Por esto, es la crema fría por excelencia para el verano.
No engorda
El gazpacho contiene pocas calorías y sus componentes vegetales lo convierten en un alimento rico en fibras, las cuales favorecen el tránsito intestinal, evitando la acumulación de desechos en el organismo. La cantidad de líquido favorece también el proceso de eliminación, porque ejerce un efecto diurético en el cuerpo, por lo tanto, no produce sobrepeso.
