viernes. 26.04.2024
Morante
Morante

Plaza de toros de Jerez de la Frontera (Cádiz), 24 de julio de 2021. Corrida, organizada por la empresa Funciones Taurinas y correspondiente al segundo festejo del miniciclo aplazado de la Feria del Caballo 2021. Cielo soleado con marañas y viento. Lleno del aforo permitido. Preside Jerónimo Cornejo. Ameniza la Banda “Acordes de Jerez”, dirigida por Domingo Díaz.

Se lidian toros de Juan Pedro Domecq (hierro que pasta en El Castillo de las Guardas, Sevilla), con pesos entre 440 y 515 kilos, blandos y sin raza en general y de juego variado. Fue devuelto el sexto por inválido. En el arrastre, el quinto recibió la vuelta al ruedo; el cuarto fue tuvo ovación y el tercero, pitos.

  • José Antonio Morante de la Puebla, pinchazo y estocada entera; una oreja. Gran estocada; dos orejas.
  • José María Manzanares, tres pinchazos; ovación saludada. Entera desprendida de efecto rápido; dos orejas.
  • Pablo Aguado, estocada honda; ovación saludada en tablas. Pinchazo y honda desprendida; ovación saludada.

Incidencias: El público, con control de temperatura al entrar, toma hidrogel y guarda al sentarse la distancia de seguridad. Los alguacilillos salen otra vez de corto. Antes de romper el paseíllo se interpreta el Himno Nacional, sin fotógrafos en el ruedo; durante su desarrollo suena, como ayer, el pasodoble “Jerezano”. Entre los subalternos, se desmonteran Daniel duarte (de la cuadrilla de Manzanares), Iván García (de la cuadrillas de Aguado) y Mambrú (de la cuadrilla de Manzanares).



No damos crédito a los ojos cuando nos parece ver que en el ruedo de la plaza de Jerez no hay fotógrafos mosconeando delante de los toreros antes del paseíllo; aparecen las cuadrillas en su esplendor ante el público, que las examina pero sobre todo las admira, en un cuadro límpido que aquí no podíamos disfrutar desde hace años. No es difícil conseguir que las cosas salgan bien si los responsables se lo proponen; hoy, por esto en concreto, Jerez se asemeja a una plaza seria. Y serio es el aplauso cerrado y continuado que acompaña al Himno Nacional previo al paseíllo; serio, sí, porque además de homenaje a un símbolo de España es una advertencia de que no nos vamos a rendir ante los ataques de los antitaurinos; la hartura, el taurino la muestra aplaudiendo.

Morante de la Puebla

Morante, de verde botella y oro con montera de perfil antiguo, en su primero, mulato gacho, realiza un grandioso toreo de capa, de tablas a medios, con lances completos, cada vez más lentos hasta llegar a los dos últimos, lentísimos, y una media aguantando en el sitio con mucho temple; la plaza se cae de júbilo y este recibo, sin más, ya vale una oreja.

No reventaremos con frases altisonantes de mala poesía; sólo diremos que esta forma de manejar el capote sólo se ve muy de tarde en tarde y no hay ballet que se le iguale. La puya es adecuada pero sale del caballo blandeando.

Los rehileteros andan bien en los tres momentos. Inicia el cigarrero la faena en tablas por alto; en los medios hay toreo despacioso con pases de formato corto y luego un toreo que intenta ser en redondo pero faltan las fuerzas del animal; con la izquierda acorta distancias y va de uno en uno cerrando con desplante que se nos antoja currista; tras coger el estoque la serie de cierre va de nuevo con ayudados por alto pero tirando el toro hacia tablas. La preparación para la estocada es laboriosa.

A su segundo, bonito, le aplica un saludo de lidia antigua con media del mismo jaez. El picador hace desde el caballo un cite torero y lo coge bien pero es derribado; de segundas, el torero quiere llevar al toro con largas pero es desarmado; lo lleva a la tercera para que se luzca el toro y hay sólo un pinchazo de vacuna de coronavirus; se aplaude al picador mientras se retira.

2 Morante

Los banderilleros esta vez sólo cumplen. El inicio es de nuevo en tablas por alto y, ya en los medios, hay una serie personal con desplante, aplaudida; con la izquierda desarrolla otra tanda de la misma factura, con demostraciones de querer intentar todo; de nuevo por la derecha vemos una  serie con entrega, otro desplante y cogida de pitón, entre los aplausos del público; sigue otra tanda grande, acompañada con un fandango femenino desde el tendido; la tanda de preparación parece que fuera el cuerpo fundamental de la faena. Tras la concesión de trofeos hay un murmullo de satisfacción en los tendidos y suenan las palmas por bulerías en la vuelta triunfal.

José María Manzanares

Manzanares, de sangre de toro y oro, a su primero, bonito que sale con patas, lo recibe en el tercio con verónicas, mecidas por el izquierdo (que por el derecho se vence rompiendo el ritmo) y media. Hay buena puya y buena defensa del caballo que justifican los aplausos al picador. Los tres pares son buenos pero no entendemos que se desmontere el tercer subalterno sólo por un par.

La faena arranca en los medios con tanda muy pensada, pero dudosa y el toro claudicando, hasta el de pecho; sigue otra, despaciosa también, en redondo y el toro puntea; con la izquierda logra sacar pocos pases, con empaque, pero sin fuerzas en el animal; de nuevo a diestra, torea en corto pero saca poco. La ovación es más que nada cariñosa.

3 Manzanares

En su segundo, corretón de salida, aplica buen recibo con verónicas de giro completo y cada vez más lentas. La puya se pone junto a tablas y arrinconando alevosamente en ellas al animal. Vemos, por el contrario, buen ejercicio en el arte de poner palos, que finaliza con el desmontere de Mambrú (y el segundo de Araujo); qué buen fichaje ha hecho el Manza con el sanluqueño.

4 Manzanares

De nuevo la faena empieza directamente en los medios con tanda en redondo entre aplausos, seguida de otra, que incluye cambio de manos pero el bicho dobla; por el pitón izquierdo torea de uno en uno y luego sale una tanda manzanarista, que es la realizada en redondo pero dando tiempo (síntesis típica de este torero); a diestra, acorta distancias por la falta de fuerzas y cierra con toque de pitón; otra vez con la izquierda, hay finalmente un toreo lento, que cala y rompen los aplausos. La vuelta al toro en el arrastre es protestada.

Pablo Aguado

Pablo Aguado, de nazareno y oro, en su primero, corretón, aplica un recibo artístico que llega hasta los medios y, aunque el animal dobla, remata con media que levanta un clamor. En el caballo tapan la salida pero la puya es blanda, aunque el público pita lo que considera dureza; el quite por chicuelinas y dos medias, artístico como el recibo, es aplaudido.

5 Aguado

Las banderillas nos sirven un espectáculo, protagonizado por ese gran banderillero que es Iván García, siempre garantía. La faena inicia despaciosamente por alto caminando hacia los medios, ligada con tanda de fundamento pero al toro le falta su fundamento, que son las fuerzas; sigue otra tanda donde falta el colaborador; ya con la izquierda es un marmolillo y tiene el torero que pasar a los ayudados por bajo, sin más éxito.

A su segundo, sobrero mulato, lo recibe de rodillas con larga cambiada (igual que hizo con el que fue devuelto) y se lo lleva a los medios con lances muy sentidos, encajado de cintura, y jaleados. Lo lleva por chicuelinas al caballo, donde le aplican una puya con suma delicadeza. Los rehileteros no se cubren de gloria.

La faena empieza en el tercio con tanda en redondo que incluye un martinete (Pablo, ¿qué haces?), sigue con otra, más en corto y ayudada de zapatillazos, y cuando intenta la tercera el toro ya es un marmolillo; por el pitón izquierdo los pases salen de uno en uno; de nuevo a diestra, hay una tanda inexistente y el bicho va buscando tablas; lo último son unos ayudados por alto. Es una pena que a Aguado se le quería ver en Jerez pero no ha tenido toros.

6 Aguado

Acaba la corrida segunda, y última (tememos) de este año en Jerez, y lo hace dejando en el público buen regusto por los toreros, no así por los toros. Por cierto, se ha visto otro detalle positivo y es que esta vez las mulillas no han estado retrasonas; vamos progresando. A ver si pronto Jerez deja de ser lo que ahora: plaza de segunda con precios de primera y estilo de tercera. Los toreros, por las cosas de la seguridad sanitaria, no salen a hombros; se van a pie, formando casi un segundo paseíllo a la inversa, y hasta eso es un bonito broche del espectáculo (naturalmente no hay fotógrafos en la arena).

En Jerez, Morante torea de capote que no hay ballet que se le iguale