Concursó, años ha, en ‘Se llama copla’. Su voz de tronío irrumpió entonces en la televisión andaluza como un estertor de agua clara. Como un surtidor se afinación todopoderosa. Es del sur del Sur. Y en su pecho late una metonimia cancionera. Un diagrama de venn que esquematiza la lógica del arte a punta de labio y a punto de pentagrama. Cuando sale a escena, se autentifica su yo. Y el cachorro solvente se vuelve puro animal escénico.
Es alto como el diafragma de un ciprés. Zarandea la quietud de las tablas con el voleo de la mesura física. Se llama Nicolás García y el Carnaval de Cádiz enseguida lo reconoce con el nombre en corto de Nico. De la primera fila de la comparsa de Juan Carlos Aragón ganadora del COAC 2018 ‘Los mafiosos’ ha pasado también a la primerísima plana de uno de los fichajes estrellas de la comparsa 2019 de Antonio Martínez Ares: ‘Los carnívales'. Entre peligros anda el juego.
Ya en el primer pase de preliminares, revestido de arlequín -de nuevo el ambivalente tipo a la orden del día-, Nico cobra fuerza para devorar corazones (carnavalescos). En el estribillo se queda con hambre de querer “un poco más” a su tierra y a sus tradiciones. Todo sea por amor. Como la mítica canción -que ahora rescatamos- del género coplero, ‘El beso’, que Nicolás García interpretó cuando entonces en Canal Sur para asombro de propios y extraños. De toda Andalucía. Fue el beso, sí, de un carníval a la canción española. Para disfrutarlo a cámara lenta.
